Gestión de riesgos y desarrollo sostenible en República Dominicana

Carlos Checo Estrella

Estamos a las puertas de la temporada ciclónica, que este 1 de junio inicia, sin que en nuestro país se haya iniciado un programa de reducción de vulnerabilidades

República Dominicana está situada en la lista de naciones más vulnerables a desastres por fenómenos naturales del planeta.

A pesar de nuestra condición, es preocupante la incapacidad que tiene nuestra sociedad para asimilar la importancia de la reducción de riesgos de desastres; de la que deriva una baja propensión a tomar medidas que eviten los lamentables acontecimientos catastróficos, causantes de pérdidas de vidas bienes.

Como consecuencia de la baja  institucionalidad democrática y la precaria vigencia del Estado de Derecho, al Ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos, tiene 20 años siendo desobedecida.

Desde hace décadas organismos internacionales despliegan esfuerzos en interés de que en los países en vía de desarrollo se asuma la cultura de gestión de reducción de riesgos como mecanismo de prevención de desastres, recomendaciones a las que las autoridades dominicanas hacen caso omiso.

Estudios realizados por Naciones Unidas señalan el impacto desproporcionado que tienen los desastres naturales en naciones pobres, resaltando la urgencia de tomar acciones que tiendan a disminuir la vulnerabilidad frente a estos eventos en los territorios y en la población, como medio de garantizar la sostenibilidad del desarrollo económico y social de los pueblos.

Las constantes amenazas de desbordamientos de ríos, arroyos, cañadas, inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra, deben obligarnos a estar en capacitad para resistir sus embates y tomar las medidas apropiada a cada momento.

Si bien las autoridades no son responsables de los fenómenos meteorológicos, si lo son de procurar el menor impacto negativo de los mismos.

La Defensa Civil Dominicana, ha identificado 1006 zonas vulnerables en 26 provincias y el Distrito Nacional.

Es obligación del Estado garantizar protección a la población. Debe ser una responsabilidad ineludible elevar a grados óptimos los niveles de seguridad de nuestras comunidades.

La reducción de riesgos de desastres es una inversión y no un gasto pues. Por cada peso que se invierte en prevención se ahorran 7 dólares, durante la respuesta y la recuperación.

Se hace imperativo, que sea acatada la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo que en el  artículo 13 del Capítulo III ordena que: “Todos los planes, programas, proyectos y políticas públicas deberán incorporar criterio de sostenibilidad ambiental y adecuada gestión integral de riesgo”.

Vulnerabilidad es la probabilidad de que una comunidad humana, expuesta a una amenaza natural, pueda sufrir daños personales y materiales.

Se denomina amenaza a cualquier factor externo de riesgo con potencial para provocar pérdida de vidas, daños sociales, ambientales y económicos en una comunidad durante determinado periodo de tiempo.

Hacemos un llamado a las autoridades para que el próximo año 2023, la temporada ciclónica no nos encuentre en condiciones tan precarias.

Para salvar vida, proteger bienes y propiedades cada vez es imperativo, desarrollar la ejecución de programas y acciones del Plan Nacional de Reducción de Riesgos diseñado por mandato de la Ley 147-02; cuyo objetivo concreto es la reducción, previsión y control de los factores de riesgo, amenazas y vulnerabilidades en República Dominicana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.