Grupos políticos presionan por hegemonizar la Academia de Ciencias

Gustavo Ariel Loyna

La Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD) recibe los cincuenta años de su fundación con un telón de fondo que desluce su aniversario. La puesta en marcha de una tenaz persecución contra su presidente por grupos que lo acusan de corrupción, la mantienen en la incertidumbre de la mutilación y en el cuestionamiento público en perjuicio de su institucionalidad y del deterioro de las funciones para la que fue creada.

La división profunda que afecta la ACRD se pone de manifiesto en una serie de documentos acusatorios puestos en circulación; en convocatorias irregulares a asambleas extraordinarias con la intención de destituir a su presidente; en las publicaciones de informaciones de prensa desconvocando y publicaciones desmintiendo las desconvocatorias a asamblea y en la necesidad del presidente de acudir a un recurso de amparo para la protección de sus derechos fundamentales, estas son evidencias de una pugna profunda.

Mientras tanto el presidente de la ACRD, ingeniero Eleuterio Martínez, pidió a los grupos que lo persiguen que antes de cuestionarlo esperen los resultados de dos auditorías solicitadas por él que aún se están realizando, una por la Contraloría de la República y la otra de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) : “Sí esos informes son negativos, si me he robado un peso, yo mismo les entrego mi renuncia y me voy para mi casa”.

Los grupos acusadores después del fracaso de la convocatoria a una “asamblea” irregular el pasado sábado 6 de abril, ahora, en pleno desenfreno y en violación a los estatutos de la ACRD no quieren esperar el resultado de las auditorias y les solicitan a los miembros, mediante el envío de formularios que deben llenar y firmar, el otorgamiento de poder para representarlos en una nueva asamblea que convocan para el próximo sábado 27 de abril. Asimismo, le piden la delegación del voto.

Todas, acciones ilegales que se exacerban al poner el personal que labora en la Academia en contra de su presidente, incluyendo a su asistente.

Según parece el ingeniero Martínez está siendo asediado por diferentes intereses que convergen en la Academia, entre los que se pueden citar al sector privado que fue sustituido por la entidad en la redacción de libros de texto (libros de la MINERD); por miembros de la ACRD que no fueron incluidos en la elaboración de los textos; por algunos trepadores que pescan en río revuelto y por sectores de la clase política que quieren la hegemonía de la Academia. Es triste ver como la voluntad de poder, el ego y los partidos políticos, en silencio, siempre intentan ocupar las instituciones y gremios de la sociedad civil.

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