Historia de una traición: las sinuosas actitudes del coronel Milito (y 5)
Por Fidel Soto Castro
El «trabajo limpio, pero muy difícil » del coronel Milito Fernández, no terminó en la guerra de abril del 65. Siguió en los años siguientes. Siempre con actitud sinuosa de hacerlo.
Antes de entrar al contenido de este artículo, llamamos a los lectores del periódico Acento a no olvidar las palabras del coronel Milito en los días de abril del 65:
«Yo estaba haciendo un trabajo limpio, pero muy difícil para convencer a mis compañeros de que Bosch no podía volver a la Presidencia de la República con unas Fuerzas Armadas intactas que se le oponía. Como no podíamos diluirlas, ni hacerlas desaparecer, había que tomar una decisión política. Era lo que hasta ese momento habíamos venido haciendo. Y en eso contábamos con el apoyo del pueblo». (Pág #68. «Ya es hora de hablar». Emilio Ludovino Fernández. Primera edición, 1977.Impresión Editora de Colores. S. A.)
El «trabajo limpio, pero muy difícil » del coronel Milito Fernández, no terminó en la guerra de abril del 65. Siguió en los años siguientes. Siempre con actitud sinuosa de hacerlo.
La dirigencia militar del movimiento constitucionalista fue disgregada por distintos países; principalmente en Europa.
Hasta octubre del año 67 las relaciones y contactos entre los constitucionalistas fue de colaboración estrecha, bajo el liderazgo único del coronel Caamaño y del profesor Juan Bosch. Es después del viaje de Francis a Cuba que se presentan una serie de dudas e inconvenientes que van a ir erosionando la unidad y la confianza.
Se conoce bien que el señor encargado por la dirección cubana para arreglar todo lo concerniente a la ida de Caamaño a Cuba, era un agente doble de nombre Orlando Castro Hidalgo. Desde ese momento se trazaron los planes de socavamiento del grupo identificado con Caamaño, Bosch, el PRD y las izquierdas.
El coronel Milito visitaba a Caamaño en Londres. Era el agregado militar en Roma. En base a juramento de lealtad se ganó la confianza de Francis. Se convierte desde 1968, en el emisario (contacto-correo) para el proyecto de la guerrilla.
Es importante detenernos a pensar ¿Qué sucedió a partir de la partida de Caamaño para que se produjera la separación de su original base política y militar?
Esta respuesta la vamos a encontrar, gracias a las confesiones, sin querer, del coronel Milito Fernández, en su libro «Ya es hora de hablar», publicado en el 1997. Pero ahora podemos darnos cuenta con más claridad y pruebas, al conocer las tres publicaciones del Archivo General de la Nación: El «Diario de Caamaño», las «Correspondencias (1967-1973)», y los «Documentos, informes y estudios (1967-1973)» de Francis Caamaño.
Las cartas de «Néstor», (seudónimo del coronel Emilio Fernández, son una fuente de insidia, rumores, acusaciones e intrigas contra Juan Bosch, Montes Arache, Lachapelle Díaz, Alvarez Holguín, Héctor Aristy, Molina Ureña, y los dirigentes del PCD: José Israel Cuello, Luis Gómez y Manolo González (el gallego). También contra el exdirigente del MPD, Máximo Lopez Molina, quien estaba identificado con las ideas políticas de Bosch.
Se nota un gran interés de parte de Milito en «bajear» a Bosch.
De Bosch, informa lo siguiente:
«Cambiando el tema, hoy recibí una carta del profesor cuya copia fotostáctica le anexo. También de la que recibí anterior a esta .Ud. verá el cambio de una y otra. Mientras en la anterior se muestra opuesto a que nosotros hubiéramos solicitado nuestro traslado al país y me señala sus posibles consecuencias, todas negativas, en la de hoy (que responde una mía en la que le expreso mi total desacuerdo) sin reconocer explícitamente su equivocación, termina por darme la razón. Esto le dará la medida de lo desconectado que está este señor de nuestra realidad. Y como podrá ver, él mismo confiesa que está dedicado por entero a escribir sus libros. Yo se lo aplaudiría con las dos manos cuando tuviera la honestidad de abandonar la política y poner su partido en manos que tengan un contacto directo con nuestra tierra. Y que estén dispuestas a agarrar el fusil para morir por ella».
(Pág. 246-247. Francisco Caamaño Correspondencia 1966-1973. AGN. Si se lee la carta de referencia se descubre que no es cierto lo que informa acerca de la sugerencia del profesor Bosch).
Continúa informando:
«Comenzaré por decirle que yo fui a París invitado por el profesor Juan Bosch. «… tanto usted como yo, y especialmente el pueblo dominicano, lo conoce, y que él será muy inteligente, pero en cuanto a tomar decisiones de coraje, yo creo que él no sea precisamente un ejemplo».
Contra Montes Arache y Lachapelle Díaz el informante de confianza, actuará con más interés para crear una gran desconfianza. Veamos:
«P.S. Como algo de interés le diré que el gobierno holandés pidió que sacaran de su país con carácter de urgencia a Montes Arache. Otra cosa, no sé si cierta, pero actué de inmediato. Panchito Garrido me dijo que Héctor Lachapelle y Montes Arache estaban dispuestos a dar una declaración repudiando su actitud. Yo le escribí a Sacha para que de la manera más absoluta se abstuvieran de hacerlo. Tengo copia de la carta».
(Carta del 16 de abril del 1968. Página 198. Francisco Caamaño. Correspondencia 1966-1973) AGN, 2023).
Francis, quedó muy herido en su sentimiento, porque siempre creyó que Montes Arache y Lachapelle se apropiaron de un dinero. ¿De dónde y cómo salió esa acusación? Pues vamos a leer el informe de Milito:
«…. todo parece indicar que usted tiene razón en lo que respecta al compañero Montes Arache.
Acabo de enterarme de cosas que han finalizado de presentárselo de cuerpo entero. A su execrable acción de disponer en provecho propio de los dineros del pueblo y de haber traicionado la confianza que Ud depositó en él después de haber faltado a su palabra, hoy se acaba de hundir en mi concepto. Por supuesto que no le haré ver nada y trataré de simular que todo sigue como antes. Creo que es la mejor forma de para poder conocer su juego».
(Página 245. Francisco Caamaño Correspondencia (1966-1973). Carta desde Roma a Francis de Milito- 15 de marzo 1969).
Aquí está el origen de aquella acusación o creencia de Francis, en cuanto a que Montes Arache hurtó un dinero del proyecto de Caamaño. Montes siempre negó esa acusación. En este informe no dice en qué se basa el «hundimiento» en su «concepto».
Sigue su ofensiva difamatoria y de intriga. Es importante que el lector se detenga en estos párrafos de Milito, al coronel Caamaño, porque para lograr su objetivo recula y baja la intensidad contra Montes Arache. ¿Qué sucedió desde marzo a mayo? Aquí un fragmento de su carta:
«compañero: pasé un mes en Madrid con Montez Arache y vi al profesor Bosch. De ambos me gustaría volver a hablarle. El profesor lo encuentro mental y espiritualmente alejado de nuestro país. Por el momento lo más importante parecen ser los libros .Y aparentar que está en la cosa. De Montes le diré que lo encuentro en una actitud diferente a la que hasta nuestro último encuentro me había presentado. Ud. sabe que con Ud. yo estoy obligado a decir la verdad. Y que por naturaleza siempre digo la verdad. Aún como en el presente caso, corriendo el riesgo, de que usted se me enfade. Ya en mi carta anterior le decía que lo considerara indigno de que participara en nuestra causa. Ahora me veo en el deber de informarle que algo que puede ser que a Ud, como ya sucedió conmigo, le hagan verlo a la sombra de una luz. Mientras me encontraba en su casa me enteré (más bien me enteró Montes) que José Israel Cuello, Luís Gómez y Manolo González (este último creo que español) que venían de Cuba y acababan de entrevistarse con el profesor Bosch, tenían sumo interés de ver a Montes. En realidad habían pasado tres días esperándolo, pues nosotros nos encontrábamos en Sevilla. Se dieron una cita (ellos le hicieron saber a través de Ángela Tavárez que no querían que yo me enterara) y Cuello vino a buscarlo. Nos saludamos y ellos partieron. Cuando Montes regresó me dijo que estos señores querían convencerlo para que él fuera a Santo Domingo y ocupara el puesto de líder que Ud. había abandonado».
Si nos fijamos bien en las primeras líneas, el emisario lanza su bola doble. Baja el ataque a Montes, porque necesita tomarlo como pretexto para la maledicencia contra Bosch y los dirigentes del PCD. Una información ridícula y absurda puesto que nunca los dirigentes del PCD o Bosch plantearon o conspiraron para desplazar el liderazgo de Caamaño y mucho menos utilizar a Montes Arache en su contra. Para darle más contenido y dar un golpe por partida, también doble, deja caer este sazón contra Bosch:
«El profesor Bosch les preguntó, según ellos, que cual sería su actitud ( la de ellos) en caso de que se incluyera un «nuevo ingrediente» en el proceso revolucionario. Se refería a Ud. Ellos dijeron que había que pensarlo». Volvieron a ver a Montes y cuando él definitivamente rehusó sus proporciones, le dijeron que esto modificaba todos sus planes y los obligaba a volver a verlo».
Ver pág. 257-257. Francisco Caamaño. Correspondencia (1967-2973).Carta de mayo del 1969. AGN. 2023.
Nosotros los tontos e ignorantes, nos preguntamos qué grado de incertidumbre llevó el emisario a la conciencia del héroe de abril, estando sólo y aislado en Cuba, a expensas de sus informaciones.
El agente que debe velar por la confianza del coronel Caamaño, lo llena de dudas y de incertidumbre. ¿En quién puede confiar un hombre que está en otro país aislado de sus compañeros y amigos y lo llevan a creer que nadie sirve y que todos están traicionando?