La binacional Itaipú «en el mercado libre» podría abaratar un 20% de la energía producida

Considerada una de las 7 maravillas de la ingeniería mundial desde 1995, la central hidroeléctrica de Itaipú, entre Brasil y Paraguay, produjo más de 3.000 millones de megavatios de energía, suficiente para abastecer el planeta durante 43 días. En mayo, la compañía que administra la represa cumple 50 años con cambios y nuevos desafíos.
Fue el 17 de mayo de 1974 cuando surgióItaipú Binacional, una empresa de energía eléctrica compartida en partes iguales entre Brasil y Paraguay. En 2024, la deuda de construcción de la hidroeléctrica, que hasta 2003 era considerada la mayor del mundo, llegó a su fin junto con el inicio de las negociaciones para revisar el Anexo C del Tratado de Itaipú, que es la base financiera de la central.
Uno de los principales cambios es precisamente el fin de la obligación de Paraguay de vender a Brasil el excedente de energía que no se utiliza en el país. Del 50% al que tienen derecho los paraguayos, solo se consume el 15% y el resto se destina al consumo brasileño a un precio negociado entre los dos países cada tres años.
El director general brasileño de Itaipú Binacional, Enio Verri, declaró a Sputnik, que a partir de 2027 Paraguay también podrá vender su excedente de energía al mercado libre.
«Para nosotros es bueno porque, al fin y al cabo, la lucha por las tarifas terminará en 2027. Podremos reducir drásticamente la tarifa de la energía producida por Itaipú, y Paraguay obtendrá la cantidad que el mercado esté dispuesto a pagar. Así que Brasil se beneficia cuando puede determinar libremente si la tasa propuesta es más justa. Hoy es barata, pero podría ser mucho mayor», enfatizó.
Según Verri, el país vecino no tiene «muchas opciones para la distribución de energía» y debería dirigir su excedente principalmente al mercado libre brasileño, que debería favorecer a la industria nacional con tarifas más baratas.
«Paraguay es propietario del 50% de la empresa, y uno no puede usar el potencial de Brasil para imponer una tarifa a Paraguay, tiene que ser respetuosa y negociada, como siempre ha sido en los últimos 50 años. Así que el arancel suele ser un poco más alto de lo que le convendría a Brasil. Al prescindir de la necesidad de negociar con Paraguay, podríamos calcular una tarifa más acorde a la población brasileña. Con esto, tendríamos un excedente menor en términos de capacidad de inversión en políticas sociales y medioambientales, pero, a cambio, reduciremos el precio de la tarifa existente», profundizó.

La expectativa es que, con el cambio, el precio que Paraguay venda en el mercado libre sea de alrededor de 13 dólares por kilovatio al mes en el futuro, una reducción de más del 20% en comparación con los precios actuales.
«En 2027, por este acuerdo, Paraguay ofrecerá su energía al mercado libre y entonces podremos determinar el costo de acuerdo con los intereses de Brasil y no por un acuerdo de negociación con nuestro socio. Creo que llegaremos a 13 dólares [por kilovatio al mes]. Esto tendrá un impacto directo en el consumo de la energía por la población y en su precio», planteó.

¿Qué parte de la central de Itaipú pertenece a Brasil?

Con 14.000 megavatios de potencia instalada, Itaipú suministra cerca del 10%de toda la electricidad consumida en Brasil, mientras que en Paraguay la cifra supera el 86%, mientras que cada país posee el 50% de la empresa. Tras intensas negociaciones, solo a principios de mayo los dos Estados lograron llegar a un acuerdo sobre la tarifa excedente por kilovatio. Mientras Asunción quería pactar en 22,60 dólares, la parte brasileña defendía el precio de 14,77 dólares.

«Si fijábamos en 22,60 dólares, tendríamos que trasladar el aumento al consumidor, es decir, estaríamos aumentando, en vez de disminuyendo, el precio de la energía para la población brasileña. Después de mucha discusión, llegamos a un acuerdo por 19,28 dólares, que es el precio que pagaremos por la energía procedente de Paraguay. Vamos a pasarlo a la población brasileña a un precio de 16,71 dólares», explicó el director a tiempo de agregar que el valor pendiente será cubierto por el brazo brasileño de Itaipú hasta 2026, cuando termina el acuerdo.

Papel estratégico para garantizar el abastecimiento energético de Brasil

Hace 15 años, la central hidroeléctrica de Itaipú representaba una cuarta parte de la energía utilizada en Brasil, cifra que ha disminuido con el paso de los años debido a la expansión de otras fuentes renovables, como la eólica y la solar. A pesar de la menor dependencia, el director general brasileño subraya que la estructura consolida su papel estratégico de garantizar el suministro en momentos en que se reduce la disponibilidad de otras fuentes.

«¿Hemos reducido nuestra producción? No, pero la economía brasileña ha crecido mucho en los últimos años, ha aumentado el consumo de electricidad y, al mismo tiempo, han subido las inversiones en energías alternativas, como la eólica y la fotovoltaica. Hoy, Itaipú ya no es una central que llega a una cuarta parte de la población brasileña, sino que está a disposición de toda la ciudadanía. Cuando las condiciones climáticas son adversas y no hay sol, o cuando no hay viento, la producción de energía a partir de estas fuentes disminuye e Itaipú es quien garantiza el suministro», explica Verri.

¿Para qué sirve la presa de Itaipú?

Considerada la mayor obra de ingeniería jamás construida en Brasil y Paraguay, el embalse de Itaipú almacena las aguas del río Paraná para producir electricidad a través de 20 centrales. Según Verri, el depósito tiene actualmente una vida útil de 194 años y la empresa ha aumentado sus inversiones ambientales para prolongar este periodo.
«Para mantener o incluso prolongar la vida útil del embalse, necesitamos evitar la sedimentación. En un análisis técnico, llegamos a la conclusión de que 434 municipios [de Paraná y Mato Grosso do Sul] producen los residuos que terminan aquí. Por eso iniciamos el proyecto Itaipú Más que Energía para invertir en esas localidades, con el asfaltado de caminos rurales, la construcción de curvas de nivel, el cuidado con la erosión (…) Es una política que permite mantener el embalse y también mejorar la calidad de vida de la población», argumenta el director general brasileño.

«La mayor unidad generadora de electricidad»

Flavio Miguez, ingeniero civil especializado en hidráulica y miembro de número de la Academia Nacional de Ingeniería, recordó a Sputnik que Itaipú sigue siendo la mayor unidad generadora de electricidad del mundo.

«Eso es porque una central hidroeléctrica se mide por la energía que entrega y no por su capacidad instalada, la altura de su presa o el tamaño de su embalse. Y a lo largo de todos estos años, con excepción de dos o tres en que Brasil sufrió un drástico déficit hídrico, Itaipú ha sido la mayor del mundo (…) La energía de Tres Gargantas [la construcción china que se convirtió en la mayor del mundo] suele ser mucho menor que la generada en Itaipú, aunque tenga más potencia», resalta el experto.

Además, el ingeniero, que también participó del proceso de construcción de la estructura, considera que sin Itaipú el país tendría que recurrir aún más a la generación térmica, que utiliza carbón más caro y contaminante.
«Fue el primer proyecto 100% brasileño de explotación de las cataratas de Sete Cedas [los saltos de Guairá]. Pero cuando finalmente se decidió llevar adelante el proyecto, se trataba de un desarrollo integrado, no solo en las cataratas de Sete Cedas, sino mucho más río abajo. Así que el proyecto estaba en la frontera entre Brasil y Paraguay, y era una empresa enorme. Brasil ha desarrollado considerablemente su industria eléctrica, construyendo varias grandes centrales hidroeléctricas, lo que significa que el río Paraná está muy estabilizado en su desembocadura en el embalse de Itaipú», explica.

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