«Si fijábamos en 22,60 dólares, tendríamos que trasladar el aumento al consumidor, es decir, estaríamos aumentando, en vez de disminuyendo, el precio de la energía para la población brasileña. Después de mucha discusión, llegamos a un acuerdo por 19,28 dólares, que es el precio que pagaremos por la energía procedente de Paraguay. Vamos a pasarlo a la población brasileña a un precio de 16,71 dólares», explicó el director a tiempo de agregar que el valor pendiente será cubierto por el brazo brasileño de Itaipú hasta 2026, cuando termina el acuerdo.
Papel estratégico para garantizar el abastecimiento energético de Brasil
Hace 15 años, la central hidroeléctrica de Itaipú representaba una cuarta parte de la energía utilizada en Brasil, cifra que ha disminuido con el paso de los años debido a la expansión de otras fuentes renovables, como la eólica y la solar. A pesar de la menor dependencia, el director general brasileño subraya que la estructura consolida su papel estratégico de garantizar el suministro en momentos en que se reduce la disponibilidad de otras fuentes.
«¿Hemos reducido nuestra producción? No, pero la economía brasileña ha crecido mucho en los últimos años, ha aumentado el consumo de electricidad y, al mismo tiempo, han subido las inversiones en energías alternativas, como la eólica y la fotovoltaica. Hoy, Itaipú ya no es una central que llega a una cuarta parte de la población brasileña, sino que está a disposición de toda la ciudadanía. Cuando las condiciones climáticas son adversas y no hay sol, o cuando no hay viento, la producción de energía a partir de estas fuentes disminuye e Itaipú es quien garantiza el suministro», explica Verri.
¿Para qué sirve la presa de Itaipú?
Considerada la mayor obra de ingeniería jamás construida en Brasil y Paraguay, el embalse de Itaipú almacena las aguas del río Paraná para producir electricidad a través de 20 centrales. Según Verri, el depósito tiene actualmente una vida útil de 194 años y la empresa ha aumentado sus inversiones ambientales para prolongar este periodo.
«Para mantener o incluso prolongar la vida útil del embalse, necesitamos evitar la sedimentación. En un análisis técnico, llegamos a la conclusión de que 434 municipios [de Paraná y Mato Grosso do Sul] producen los residuos que terminan aquí. Por eso iniciamos el proyecto Itaipú Más que Energía para invertir en esas localidades, con el asfaltado de caminos rurales, la construcción de curvas de nivel, el cuidado con la erosión (…) Es una política que permite mantener el embalse y también mejorar la calidad de vida de la población», argumenta el director general brasileño.
«La mayor unidad generadora de electricidad»
Flavio Miguez, ingeniero civil especializado en hidráulica y miembro de número de la Academia Nacional de Ingeniería, recordó a Sputnik que Itaipú sigue siendo la mayor unidad generadora de electricidad del mundo.
«Eso es porque una central hidroeléctrica se mide por la energía que entrega y no por su capacidad instalada, la altura de su presa o el tamaño de su embalse. Y a lo largo de todos estos años, con excepción de dos o tres en que Brasil sufrió un drástico déficit hídrico, Itaipú ha sido la mayor del mundo (…) La energía de Tres Gargantas [la construcción china que se convirtió en la mayor del mundo] suele ser mucho menor que la generada en Itaipú, aunque tenga más potencia», resalta el experto.
Además, el ingeniero, que también participó del proceso de construcción de la estructura, considera que sin Itaipú el país tendría que recurrir aún más a la generación térmica, que utiliza carbón más caro y contaminante.
«Fue el primer proyecto 100% brasileño de explotación de las cataratas de Sete Cedas [los saltos de Guairá]. Pero cuando finalmente se decidió llevar adelante el proyecto, se trataba de un desarrollo integrado, no solo en las cataratas de Sete Cedas, sino mucho más río abajo. Así que el proyecto estaba en la frontera entre Brasil y Paraguay, y era una empresa enorme. Brasil ha desarrollado considerablemente su industria eléctrica, construyendo varias grandes centrales hidroeléctricas, lo que significa que el río Paraná está muy estabilizado en su desembocadura en el embalse de Itaipú», explica.