La clase dominante al frente de su Estado
Por Ramón Antonio Veras.
1.- En todo el curso de la historia de la humanidad, la nitidez no ha caracterizado las luchas que se han desarrollado en las distintas clases sociales.
2.- El enfrentamiento entre esclavos y plebeyos, contra la clase esclavista, caracterizó el combate para hacer desaparecer la esclavitud.
3.- El feudalismo, que reemplazó a la esclavitud, fue sacudido por las guerras campesinas contra los señores feudales, a la postre vencidos por los burgueses con la instauración del sistema capitalista.
4.- La revolución triunfante contra la esclavitud, lo mismo que el éxito del capitalismo frente al feudalismo, representaron importantes pasos en el desarrollo social, pero solo modificaron una forma de explotación por otra más sofisticada.
5.- Solamente la revolución socialista libera al ser humano de toda clase de opresión material y espiritual. Durante muchos años, la Revolución de Octubre, en Rusia, simbolizó el inicio de un verdadero cambio, fruto de la alianza de obreros y campesinos.
6.- En los últimos años, como consecuencia de la estructura clasista de las clases dominantes, que intervienen por el control del Estado, a nivel mundial han cambiado las disputas.
7.- Durante mucho tiempo, en América Latina y el Caribe, las minorías nativas y los intereses monopolistas norteamericanos, incidían en el quehacer político por medio de representantes nacionales.
8.- Anteriormente, mujeres y hombres de origen social distinto al de las oligarquías, se hacían políticos profesionales al servicio de los grupos adinerados para actuar desde el Estado como interpósitos.
9.- Siempre fue común ver al frente de un gobierno latinoamericano y caribeño, a un político del sistema, de extracción humilde, sin abolengo, nada de alcurnia ni linaje.
10.- Pero ya todo ha cambiado. Los muy ricos e influyentes han decidido intervenir por sí mismos en la política con vocación de poder estatal. Ellos se consideran con las suficientes condiciones para hacer o remediar.
11.- La presencia de clases acaudaladas al frente del Estado, sus instituciones y órganos, motiva cambios en los métodos de lucha y en el trabajo de alianzas opositoras.
12.- En el caso específico de nuestro país, hay que estar consciente de que en la actualidad el manejo del Estado no está bajo la misma manera sistemática de dirección. Existe otra forma para ejercer el gobierno, aunque defendiendo los mismos intereses.
13.- Las mujeres y los hombres que se oponen a la forma de cómo hemos estado gobernados, y contra el régimen económico dominante, deben comprender que el hecho de que directamente grupos adinerados decidieron conducir su Estado, impone explorar nuevos métodos en procura de quitarle el poder político.
14.- Estar Luis Abinader al frente del gobierno, no es lo mismo que si estuviera Balaguer, Guzmán, Salvador, Leonel, Hipólito o Danilo, porque su conciencia de clase no es la misma, y es lo que cuenta. Luis viene a ser, para su clase, una exquisitez.
15.- Los sistemas sociales que descansan en la opresión cuentan con suficientes representantes, pero sus auténticos intérpretes son muy pocos. Estos se pesan, no se cuentan.
16.- Aquí, ahora, al frente del Estado está uno de sus dueños, lo que haría más amplio un frente opositor, pero requiere más claridad en la dirección de la lucha para hacerse del poder. Hace falta saber buscar aliados.