La crisis energética en EEUU: vandalizan su sistema eléctrico

SPUTNIK. Si bien la escasez de gas y la electricidad cara no es un problema para Estados Unidos, sí lo es el vandalismo que ha atacado la infraestructura crítica del país. En los últimos 10 años, la red eléctrica estadounidense ha sufrido un incremento de ataques sin precedentes.

Grupos de supremacistas blancos, neonazis y otros extremismos de derecha han asumido la responsabilidad de algunos intentos por debilitar el sistema eléctrico estadounidense. El número de ataques ya alcanzó un nivel récord en esa nación, según un reportaje realizado por el medio Politico.
De acuerdo con el portal, los ataques físicos y cibernéticos en contra de los equipos que suministran electricidad en Estados Unidos se encuentran en su nivel más alto desde el 2012: 101 reportes de enero a agosto. En todo 2021, el pico máximo fue de 97 incidentes.
Este recuento de 2022 no incluye los tiroteos en dos subestaciones de Duke Energy que dejaron sin electricidad a 45.000 personas en el condado de Moore, Carolina del Norte.
Tan solo en la pasada noche de Navidad, 14.000 personas se quedaron sin luz luego de que cuatro subestaciones de Tacoma Public Utilities y Puget Sound Energy fueran destrozadas, informó el departamento del alguacil del condado de Pierce en un comunicado.
«En este momento, la policía está llevando a cabo la investigación inicial. No hay sospechosos detenidos. Se desconoce si hay algún motivo o si se trató de un ataque coordinado contra los sistemas de energía», declaró el departamento.
Hasta el momento, las autoridades no han identificado a ningún sospechoso y sólo han podido especular sobre el móvil del crimen. Sin embargo, grupos nacionalistas blancos, neonazis y otros extremistas que buscan sembrar disturbios se han adjudicado la responsabilidad de otros intentos por derribar la red eléctrica.
«¿Hay gente planeando esto?… No creo que nadie lo sepa en este momento. Pero no hay duda de que los números han aumentado en términos de incidentes reportados», dijo a los periodistas el presidente de la Comisión Reguladora de Energía Federal, Richard Glick.
En tanto, la información analizada por Politico mostró que, hasta agosto de este año, las empresas de servicios públicos informaron de, al menos, 101 incidentes que consideraron ataques intencionales, amenazas de ataque o vandalismo en el sistema de la empresa de servicios públicos.
Dichos ataques habrían afectado a más de 22.000 clientes, aunque en la gran mayoría de los casos no se produjeron interrupciones. Las empresas de servicios públicos clasificaron solo cuatro de esos incidentes en Texas, Montana, Florida y el estado de Washington, como relacionados con la ciberseguridad. Los totales también incluyeron actividades sospechosas.
Por otro lado, la información pública no ofrece detalles sobre ninguno de los ataques registrados, incluida la forma en la que se llevaron a cabo o si hubo arrestos de los presuntos perpetradores, dejando una zona gris sobre los informes de estos incidentes.
Por ejemplo, el 7 de diciembre, se registró un tiroteo en una instalación hidroeléctrica de Duke Energy, en Carolina del Sur, unos días después de los tiroteos en la subestación en Carolina del Norte.
De acuerdo con CBS News, los empleados de la compañía vieron a alguien abrir fuego con un arma larga en la estación Wateree Hydro en Ridgeway antes de salir a toda velocidad en un camión.
Y aunque las autoridades desconocen el motivo de los ataques a ambas subestaciones, informaron que los perpetradores dispararon contra las subestaciones con la intención de causar apagones generalizados.

Además, existen indicios de que la red se está convirtiendo en un objetivo para algunos extremistas locales. En febrero, tres supremacistas blancos se declararon culpables de un complot para cerrar partes del sistema de energía de la nación y, con ello, provocar disturbios y una «guerra racial».
En tanto, cuatro neonazis fueron acusados ​​el año pasado en Carolina del Norte de una conspiración similar en la que las autoridades dijeron que tenían como objetivo derribar una subestación crítica con armas y explosivos.

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