La ideología soberana en el contexto de la multipolaridad: la RPDC como ejemplo
Alexander Tuboltsev.
Ilustración: Mahdi Rtail para Al Mayadeen English
El neoliberalismo occidental es un sistema antisocial e hipócrita que vende una ilusoria ‘libertad’ individualizada a la persona mientras le quita la auténtica independencia, el deseo de justicia y el libre desarrollo.
La alianza estratégica entre Rusia y la RPDC abarca varias áreas de cooperación mutua: militar, política, económica y cultural. Y la cooperación interregional desempeña aquí un papel importante.
La región de Primorski está situada en el Lejano Oriente ruso. Esta región es famosa no sólo por su fauna poco común (tigre de Amur, leopardo del Lejano Oriente), sino también por su importante potencial económico.
Cuenta con enormes recursos pesqueros (arenque, abadejo, platija y muchas otras especies), una infraestructura de transportes bien desarrollada, yacimientos minerales (carbón, metales no ferrosos, estaño, tungsteno) y puertos marítimos. Esta región está situada en la frontera con China y la RPDC.
Y ahora Primorsky Krai es una especie de locomotora de la dinámica cooperación comercial y económica entre la Federación Rusa y la República Popular Democrática de Corea. En abril de 2025 se inició la construcción de un nuevo puente carretero sobre el río Tumen, que unirá las orillas de los dos países.
No se trata sólo de una nueva arteria de transporte y logística, sino de un símbolo de amistad entre Moscú y Pyongyang. En el futuro, el puente ayudará al desarrollo del turismo interregional y contribuirá al crecimiento del comercio mutuo.
Esto es económicamente beneficioso para ambas partes, y es sólo un ejemplo de la cooperación multifacética y dinámica entre los dos países vecinos.
Sin embargo, no sólo quiero hablar de cuestiones económicas, sino también del factor ideológico. Son las ideas y su desarrollo histórico una clave importante para entender las relaciones amistosas entre la RPDC y Rusia, especialmente en la era moderna, cuando la lucha contra el imperialismo occidental y la batalla por un nuevo mundo multipolar están en pleno apogeo.
En 1982 se publicó la obra “Sobre la idea Juche”, escrita por el Presidente Kim Jong Il, Secretario General del Partido del Trabajo de Corea de 1997 a 2011.
Este libro describe detalladamente los principios básicos, los aspectos, la teoría y el análisis del significado histórico de la ideología revolucionaria de la RPDC:
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La Revolución Coreana fue simultáneamente antiimperialista, antifeudal y de liberación nacional. La lucha contra el militarismo japonés fue una de las tareas principales.
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En el centro de la ideología está la persona con rasgos como la independencia y la capacidad de crear, así como el potencial creativo.
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El sujeto de la historia son las masas populares, que están en el centro de la lucha revolucionaria histórica.
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Para la independencia del pueblo, es necesario librar una lucha contra el imperialismo y el colonialismo.
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La autosuficiencia en la economía es uno de los principios básicos de un Estado soberano. Las naciones deben esforzarse por construir un orden económico mundial justo.
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El desarrollo de unas fuerzas armadas listas para el combate y de una industria de defensa desarrollada es necesario para aplicar el principio de autodefensa. Proteger al país de la agresión imperialista es el objetivo principal. Se presta especial atención al espíritu revolucionario del ejército.
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La preservación y el mantenimiento de la cultura y la historia nacionales son muy importantes para la independencia ideológica del pueblo.
He enumerado brevemente algunos principios fundamentales que pueden demostrarnos la pertinencia de estas ideas.
En la era moderna, el Sur Global es el centro de la confrontación entre varios modelos geopolíticos y económicos. El antiimperialismo, el anticolonialismo y la autosuficiencia aún pueden servir de guía y fuente de inspiración para los pueblos de África, Asia, América Latina y Oceanía.
¿Ha desaparecido en alguna parte el colonialismo occidental depredador? No, sólo ha cambiado de forma, pero su esencia sigue siendo la misma. Los grilletes de la explotación económica transnacional siguen existiendo y las corporaciones han ocupado el lugar de los imperios coloniales. Los países occidentales (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia) siguen interfiriendo en los asuntos internos de los pueblos del Sur Global.
Pero no se trata sólo de economía. Si pensamos en ello, comprenderemos la gran diferencia entre el posicionamiento del propio concepto social de la personalidad humana en los distintos sistemas. Se trata de un tema bastante interesante, que se sitúa en la intersección de la historia, la filosofía y la ciencia política.
Como ya he mencionado, la ideología revolucionaria de la RPDC sitúa al individuo, con su independencia y potencial creativo, en su centro. Del mismo modo, la Unión Soviética defendía un punto de vista comparable sobre la importancia sociohistórica del individuo.
Por ejemplo, el mariscal de la URSS, héroe de la batalla de Stalingrado, Vasili Chuikov, dijo: “La principal fortaleza de nuestro Estado es el hombre”. En otras palabras, se consideraba a los individuos como los cimientos de la nación y la sociedad, poseedores tanto de independencia como de un potencial creativo vital. Se hace hincapié en que la sociedad, el pueblo y el Estado están unidos. La Constitución soviética de 1977 afirmaba explícitamente que el fundamento de la sociedad es la preocupación de cada persona por el bienestar de los demás y la cooperación fraternal.
Además, los campesinos rusos tenían históricamente valores similares en la época medieval, cuando la base de la ideología comunal en aldeas y pueblos era la ayuda mutua, el colectivismo, la justicia y la resolución de los problemas mediante una reunión rural conjunta.
Cabe recordar que los teóricos confucianos de la antigua China hablaban mucho del importante papel de la sociedad para el individuo, así como del desarrollo de las cualidades morales y nobles del individuo para una forma armoniosa de vida social.
En mi opinión, podemos encontrar ejemplos de tales ideas de la Antigüedad en diferentes partes del globo. Su base principal es la unidad de cada individuo y de la sociedad, su existencia armoniosa en beneficio mutuo y el colectivismo.
Por otro lado, vemos la tendencia ideológica exactamente opuesta en el neoliberalismo. En este sistema, el potencial y la actividad creativa de una persona en la sociedad no tienen valor.
En el concepto neoliberal, las personas son sólo un recurso, uno de los factores de producción. Su fuerza, su tiempo y sus capacidades se convierten únicamente en objetos de explotación económica para extraer el máximo beneficio. El culto al consumo de masas empieza a desempeñar un papel central en el sistema económico mundial.
En el modelo neoliberal de relaciones socioeconómicas, la persona queda reducida al nivel de consumidor. Se trata de un sistema en el que la atomización de la sociedad llega a su límite, las grandes corporaciones imponen normas y valores que les benefician y, en lugar de un colectivismo armonioso, nace un egocentrismo individual sin límites.
Se trata de un concepto absurdo de un mercado infinitamente libre, en el que el mercado y la comercialización han invadido las relaciones interpersonales.
Vemos claramente que, en un caso, se trata de un modelo colectivo de comunidad y de sistema económico, en el que la justicia y el deseo mutuo de garantizar el bienestar de los demás miembros de la sociedad desempeñan un papel importante. En otro caso, la prioridad es la maximización de los beneficios, la sustitución de los vínculos colectivos por cadenas monetarias de mercancías y un individualismo engañoso, en el que la libertad individual se ve limitada por la explotación económica.
La comparación muestra claramente que el concepto neoliberal occidental contradice las libertades básicas de la personalidad humana y restringe su desarrollo creativo, utilizando a los individuos como un recurso.
En el fondo, es un sistema antisocial e hipócrita que vende una ilusoria ‘libertad’individualizada a la persona mientras le quita la auténtica independencia, el deseo de justicia y el libre desarrollo.
En este contexto, la RPDC es un ejemplo de independencia y soberanía históricas. La ideología revolucionaria permitió a este país defender su independencia de la amenaza del imperialismo estadounidense en los años 50, crear un ejército fuerte y preservar su identidad nacional y cultural.
Durante muchos años, la RPDC ha mantenido una posición antiimperialista consecuente, confiando en su propia fuerza y desarrollando su sistema socioeconómico único.
El desarrollo continúa ahora. En el contexto de las tensiones geopolíticas en Asia Oriental, que se producen debido a la agresiva expansión estadounidense, la RPDC mantiene relaciones amistosas con China y está reforzando su alianza estratégica con Rusia. Pyongyang se posiciona a favor del desarrollo de los países del Sur Global y apoya diplomáticamente a Palestina en su heroica lucha contra la agresión israelí.
Los ejemplos de países como la República Popular Democrática de Corea, China, Irán y Rusia demuestran que nuestro mundo cuenta con sistemas de organización social únicos y exitosos que se desarrollan de acuerdo con sus propios intereses soberanos, y no bajo los dictados del neoliberalismo occidental.
Estos sistemas y sus valores ideológicos pueden motivar a otros países a luchar por un orden mundial justo y un desarrollo creativo en el marco de la multipolaridad.
Traducción nuestra
*Alexander Tuboltsev es investigador y colaborador de Al Mayadeen English
Fuente original: Al Mayadeen English