La ilusión en torno al triángulo del litio

Betzabeth Aldana Vivas.

En junio de 2022, Washington firmó de manera discreta una «asociación de seguridad de minerales» (MSP, sus siglas en inglés) con la Comisión Europea, Australia, Canadá, Finlandia, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Suecia y el Reino Unido. La iniciativa del Departamento de Estado fue bautizada por Reuters como una «OTAN metálica», descrita como una coalición de países que están comprometidos con «cadenas de suministro de minerales críticos responsables para apoyar la prosperidad económica y los objetivos climáticos». De esta manera, una suerte de militarización del litioestá siendo impulsada para elevar al mineral a una categoría de seguridad.


Luego de cartografiar las dinámicas sobre el litio en Sudamérica con:

  1. La geopolítica y los desafíos en torno al litio boliviano
  2. La agenda corporativa que define la estrategia del litio en Chile
  3. La ocupación transnacional del litio en Argentina

…resulta pertinente abordar el significado geopolítico del flamante «Triángulo del Litio», espacio salífero en el que esos tres países latinoamericanos forman los vértices donde yacen las mayores reservas en el mundo del preciado mineral.

Se habla de que hasta los momentos corresponde a 60% del total de las reservas mundiales, más de la mitad de lo que posee el planeta y con tendencia a aumentar, debido a que las inversiones por actividades de exploración continúan y, en los últimos años, los recursos de litio identificados han aumentado sustancialmente.

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El triangulo del litio. Fuente: APEX

De los tres países latinoamericanos mencionados, Bolivia es el que contiene más reservas del mineral. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, sus siglas en inglés) indicó en su reporte anual de 2021 que Bolivia contaba con más de 21 millones de toneladas de litio, pasando a ser el primer país del ranking de reservas.

Para cualquier mercado de materia prima, las reservas de un recurso logran su rentabilidad al lograr ser explotadas. En el caso de Bolivia, la industria del litio está en proceso naciente. Hace pocos días, el Estado logró concretar la suscripción de acuerdos de extracción de los vastos yacimientos del litio boliviano con la empresa china Citic Guoan y la rusa Uranium One Group, después de un largo proceso de licitaciones para formar parte de la nueva etapa industrial litífera en Bolivia.

Ambas empresas ofrecen la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL), técnica fundamental para extraerlo y que es más eficiente que la técnica de evaporación. Además, bien se ha dicho que el litio boliviano contiene altos niveles de magnesio que dificultan el proceso de separación a los fines de obtener un mineral con un porcentaje de pureza considerable.

Los niveles de pureza en los minerales son importantes porque determinan la calidad del producto final y las concentraciones más altas conducen a mayores rendimientos por tonelada procesada, que hace que sea más rentable. Y al ser rentable, el producto se vuelve atractivo para el mercado global.

La revista especializada en finanzas Forbes publicó al inicio de este año que los precios del litio cerraron el año 2022 con un aumento de 72.5% respecto a 2021. Incluso esa valorización en los precios del mercado hizo que el litio entrara a la lista de los commodities, dando un salto en la comercialización, donde la oferta y la demanda ahora son parte de su ecosistema de intercambio, ya que ofrece un potencial atractivo en retornos y diversificación financiera.

1-El litio rey

Para noviembre de 2022, el gobierno argentino anunció el avance de suscribir un acuerdo con la Unión Europea (UE) para captar inversiones en la cadena de valor del litio para que funcionara como cualquier otro commodity. El pasado 13 junio, el presidente argentino Alberto Fernández y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, firmaron el Memorándum de Entendimiento de Asociación Estratégica sobre Cadenas de Valor Sostenibles en Materias Primas. Von der Leyen comentó que fue «un paso importante que será en beneficio mutuo, por ejemplo sobre el litio, para ver cómo podemos desarrollar nuevas cadenas de valor que vayan más allá de la mera extracción».

En la entrega anterior «La ocupación transnacional del litio en Argentina se explicó que la exploración, la extracción y la comercialización del litio en ese país las manejan casi en absoluto grandes empresas transnacionales y con una nula política o participación del Estado argentino en la cadena de valor de ese mineral. El acuerdo con la UE no se alejaría de esa lógica comercial y mucho menos con elecciones presidenciales en puerta.

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La producción global del litio es crucial en materia de defensa (Foto: Getty Images)

Por otro lado, en Chile, la importante empresa china de electromovilidad BYD entró en el juego por el litio chileno junto al Estado para producir 50 mil toneladas por año de material catódico de litio ferrofosfato.

No obstante, la empresa estadounidense Albemarle Lithium marca la pauta en el negocio del litio. A pesar del anuncio del presidente chileno Gabriel Boric sobre la creación de la Empresa Nacional del Litio, el contrato de la transnacional para operar en Chile está fijado hasta 2043. Con un proceso constituyente en manos de los conservadores y la vigencia del contrato, no existe nada que preocupe al CEO de esa empresa.

En este sentido, el litio -con sus tres nacionalidades- se proyecta distinto en cuanto a la participación real del Estado en cada proyecto.

  1. Bolivia inicia su hoja de ruta de industrialización del litio con apoyo de empresas oriundas de China y Rusia, dejando una huella importante en el desarrollo productivo de ese mineral para generar beneficios palpables al país.
  2. En menor medida, Chile pareciera conducirse a una política «nacionalista», que si bien ha sido ambigua y no se ha publicado tanto detalle sobre la misma, todo indica que el proceso de desarrollo del litio en ese país podría ralentizarse debido a que las recientes políticas aplicadas son superficiales para el peso competitivo en el que orbitan las empresas extranjeras.
  3. Y Argentina, por historia y arquitectura legal, las empresas privadas son las que tienen las riendas de la industria del litio con regalías escasas para el Estado.

Se entiende que el sector privado transnacional, además de aportar experiencia e innovación a la mesa, posee el capital necesario para instalar el parque industrial necesario y así extraer y procesar el litio a los fines de materializar su venta en los grandes mercados globales.

El año pasado se habló de la creación de una «OPEP del litio», pero ante las señales descritas de que a nivel interno cada país del famoso triángulo aplica vías distintas sobre el manejo del mineral, se hace complejo el escenario de formar una organización que pueda impulsar el consenso entre Estados para equilibrar su mercado, y que, sobre todo, no queden los precios mundiales definidos sólo por las transnacionales.

Hasta la fecha, ninguno de los tres presidentes que conforman los países del triángulo se han reunido para tratar los asuntos del litio, ni siquiera en formatos como mecanismo de consultas e intercambio de experiencias.

El litio no solo es importante porque se trata de la materia prima para la fabricación de baterías. Es un mineral importante y considerado estratégico. Específicamente, Estados Unidos adoptó esa categoría. Incluso, la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, dijo públicamente que América Latina importa a la Casa Blanca por sus recursos naturales, destacando que «el triángulo del litio, el cual es necesario para la tecnología; hoy en día 60% de esa materia se encuentra en el triángulo del litio entre Argentina, Bolivia y Chile».

Es decir, a nivel comercial es fundamental, pero a nivel militar lo es mucho más, ya que las baterías de litio se encuentran en los sistemas de armas utilizados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, en gran medida en sus equipos portátiles. Además, tales baterías proporcionan más energía con menos peso.

En junio de 2022, Washington firmó de manera discreta una «asociación de seguridad de minerales» (MSP, sus siglas en inglés) con la Comisión Europea, Australia, Canadá, Finlandia, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Suecia y el Reino Unido. La iniciativa del Departamento de Estado fue bautizada por Reuters como una «OTAN metálica», descrita como una coalición de países que están comprometidos con «cadenas de suministro de minerales críticos responsables para apoyar la prosperidad económica y los objetivos climáticos». De esta manera, una suerte de militarización del litio está siendo impulsada para elevar al mineral a una categoría de seguridad.

Aunado a ello, la empresa DNK Power publicó un artículo donde describe que las armas y los equipos de alto rendimiento militar requieren de almacenamiento de energía con gran confiabilidad, seguridad y alto rendimiento.

La producción global del litio es crucial en materia de defensa, y siempre ese elemento es prioridad para países como Estados Unidos, China y Rusia. El litio se suma a la lista de recursos en el escenario de competencia y lucha geopolítica.


*Betzabeth Aldana Vivas es articulista y colaboradora de Misión Verdad

Fuente: Misión Verdad

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