La legalización de las apuestas deportivas dispara otra crisis social y económica en EEUU
SPUTNIK. La Corte Suprema levantó en 2018 la prohibición federal a las apuestas deportivas, provocando un aumento dramático de adictos al juego y vidas rotas a causa de la ludopatía.
«Antes de 2018, aquellos que querían apostar legalmente en deportes tenían que viajar a casinos en Nevada o los otros tres estados que estaban exentos de la prohibición. Pero desde esta decisión judicial, las apuestas deportivas se han transformado en un negocio tecnológico de alto crecimiento, con más de 12.000 millones de dólares en ingresos en 2022 y publicidad que se está volviendo rápidamente omnipresente en la vida cultural estadounidense», advierte el FT.
Falta de controles y un Estado ausente
«A pesar del daño que podrían estar provocando, las autoridades estatales a menudo están en conflicto debido a los ingresos fiscales generados por las apuestas deportivas, que han contribuido con más de 3.400 millones de dólares acumulados a sus presupuestos desde 2018», precisa la nota.
Colectivamente, los 50 estados de EEUU asignaron este año poco más de 110 millones de dólares para programas que aborden la adicción al juego, según indica el diario. Nueve estados, incluido Arkansas, donde las apuestas en línea son legales, no proporcionaron financiamiento alguno el año pasado.
La investigadora Rachel Volberg, estudiosa de las apuestas en la Universidad de Massachusetts Amherst, dice en la nota que «sorprende que tantos estados hayan legalizado las apuestas deportivas sin garantizar que haya cierto nivel de recursos disponibles para lidiar con los impactos negativos. Es claro que (hay) muchas personas vulnerables que no se habrían metido en problemas de no ser por las apuestas deportivas».