La lucha contra la corrupción según Marcha Verde.

Por Juan Carlos Espinal.

En los últimos 30 años se ha escrito mucho sobre los grupos económicos de la sociedad civil organizada, los movimientos sociales pro empresa y los medios de comunicación corporativos.

Por lo común, cada ONG de esas nomenclaturas cree que tiene especial importancia para las necesidades y exigencias de la sociedad.

El gobierno del presidente Luis Abinader pauta la música que bailó y ejecutan los financistas de la Marcha Verde.

De manera partidaria, consciente y deliberada.

Ese tipo de estrategia empresarial satisface las principales necesidades de los grupos económicos que tienen que hacer frente a la ley.

En esa situación, las ONGs y los medios de comunicación corporativos comulgan con el gobierno del presidente Abinader mediante la judicialización de la oposición que a su vez induce al lobbie empresarial de la embajada de EU en RD, el establecimiento de los intereses de Transparencia Internacional y los informes manipulados del Departamento de Estado EU.

De ese modo el gobierno del presidente Abinader se ve ante la alternativa de modificar su política o perder apoyos.

Este guión corporativo de democracia mediática, colonialismo ideológico y censura política predomina en la contra cultura neoliberal de las clases sociales en República Dominicana.

En otros estados de América Latina y el Caribe se pueden encontrar muchos otros ejemplos.

La Marcha Verde es una demostración de que el poder empresarial estimula la presión de los grupos económicos a expensas de la autoridad política, las instituciones nacionales y la constitución.

La intervención de los grupos económicos de la sociedad civil en política señala el final de una secuencia histórica de estabilidad democrática.

Cierto es que en la sociedad civil organizada hacen falta grupos económicos que posean virtudes que desde la franca exposición derriben los mitos del neoliberalismo cultural.

FINJUS, por ejemplo, es una ONG de diversas camarillas jurídicas auspiciada por un grupo económico del sector financiero que explora un país intervenido por el FMI.

ANJE, desarrolla una presión social más competitiva aunque es víctima de aquellos.

Las causas de la mala imagen de los gobiernos nacionales casi siempre se encuentra en las condiciones sociales, políticas y económicas existentes.

Estas causas son suficientes para una insatisfacción en gran escala.

La Marcha Verde está compuesta por diversos núcleos de la burguesia liberal con discrepancias entre sí aunque se reconocen como un movimiento pro empresa.

De este modo, la derecha económica legítima su desarrollo político en base a desempeñar papeles pre establecidos dentro de la movilizacion social.

El rotundo fracaso de la sociedad civil pro empresa en el gobierno del PRM deriva precisamente de su incapacidad para solucionar el problema de la ingobernabilidad política.

Por una parte, les falta el impulso social de los trabajadores y la flexibilidad de la movilización política necesarios para detener la movilización de nuevos actores que ingresan en el campo de la política y por otro lado carecen del liderazgo popular para encabezar la oposición.

A menudo sus posiciones esta sustentada por la influencia extranjera.

Y con ayuda extranjera tratan de establecer el orden político interno.

Hay que decir que la Marcha Verde se debe al hecho de que la clase media estaba bastante mejor en 2023 que en 1984, 1990 y 2003.

El grupo de pensamiento del centro Montalvo se ha convertido en el símbolo del progresismo libero conservador dentro de esas tendencias no gubernamentales.

Por razones tácticas e ideológicas los grupos de presión de la sociedad civil tienen como meta ensanchar la participación política, atraer a los núcleos de falsas izquierdas, los medios de comunicación corporativos, las empresas y con ello acrecentar su influencia en el poder Judicial.

En algunos casos, existen oficinas de abogados dispuestos a judicializar los expedientes políticos del ministerio público pero en la mayoría de los casos el trabajo de plomería conduce a la comunidad política a las cabinas de radio y los estudios de televisión.

La característica distintiva de las ONGs nos plantea la existencia de extremistas y moderados.

La embajada de Estados Unidos en el país orienta políticamente a esos grupos económicos de sociedad civil absorbidos por las empresas de Herrera, las universidades privadas y las fundaciones culturales.

La riqueza y el poder de clase juegan un papel importante en todas sus manifestaciones convencionales.

La pérdida de la capacidad de análisis frente a la crisis estructural del neoliberalismo se ha convertido en la primera fase de su auto destrucción.

Es posible que en estos momentos de traumas socioeconómicos los reeleccionistas más moderados hayan tratado de prescindir de ellos.

Las auditorías de la Contraloría, las incoherencias de Ética de la Presidencia, las denuncias de la oposición sobre sobornos a alcaldes, senadores de la oposición, la instrumentalización política del ministerio público, la hiper corrupción en las instituciones nacionales, los informes sobre la regresión del estado de derecho, el aumento de los intercambios de disparos, los informes negativos del servicio diplomático acreditado en el país sobrela economía, las cifras negativas que arroja la inseguridad ciudadana son un punto de quiebre.

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