La pandemia ha debilitado el «privilegio exorbitante» del dólar

SPUTNIK. El dólar estadounidense puede hundirse hasta un 35% como consecuencia de los graves problemas económicos que se viven en EEUU. Este desplome, en combinación con la pandemia y la agitación social, amenazan con afectar al liderazgo económico global de Washington, advierte el economista estadounidense Stephen Roach.

La era del «privilegio exorbitante» del dólar estadounidense como principal moneda de reserva mundial está llegando a su fin, declaró en la década de 1960 el entonces ministro de Economía y Finanzas francés, Valéry Giscard d’Estaing. Lamentó hace 60 años que EEUU recurriese libremente al resto del mundo para mantener su elevado nivel de vida.

«Durante casi 60 años el mundo estuvo quejándose de ello, pero no hizo nada al respecto. Esos días han terminado», escribe el economista estadounidense Stephen Roach en su artículo para Bloomberg.

La calidad de vida en EEUU está a punto de reducirse como nunca antes por el estrés causado por la pandemia de COVID-19. Mientras tanto, cada vez más personas ponen en tela de juicio la percepción ampliamente aceptada en el mundo sobre el excepcionalismo estadounidense.

Más déficit que ahorros

«El equilibrio de fuerzas está cambiando y una caída del dólar podría estar a la vuelta de la esquina. Las semillas de este problema fueron sembradas por un profundo déficit en el ahorro interno que se hizo evidente en EEUU antes de la pandemia», destaca el autor.

En el primer trimestre del 2020 el ahorro nacional neto, que incluye el de los hogares, las empresas y el estatal, se desplomó hasta situarse en el 1,4% del ingreso nacional. Este es el nivel más bajo registrado desde finales de 2011 y constituye una quinta parte del promedio del 7% alcanzado entre 1960 y 2005.

Como carecía de ahorros y debía invertir en su economía, EEUU aprovechó el papel del dólar como principal moneda de reserva mundial, recurriendo en gran medida a los ahorros externos excedentes. Para conseguir su objetivo Washington pagó un alto precio: ha estado acumulando déficit en su cuenta corriente todos los años desde 1982.

La expansión de la pandemia y la crisis económica que esta ha desencadenado van aumentando la brecha entre el ahorro y la cuenta corriente hasta un punto crítico. El principal culpable de esta situación es el aumento del déficit presupuestario del Gobierno de EEUU, explica Rouch.

Un brusco aumento del déficit presupuestario conduce también a que el déficit de la cuenta corriente crezca. Una vez que los ahorros nacionales dejan de cubrir el déficit presupuestario, cualquier Estado se ve obligado a endeudar más recursos en el extranjero. Es el escenario en el que se encuentra el país norteamericano.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, es probable que el déficit presupuestario de EEUU se dispare a un récord del 17,9% del Producto Interno Bruto en el 2020 para luego retroceder y ubicarse en el 9,8% del PIB en 2021.Rouch también advierte que es posible que el ahorro nacional en EEUU se hunda en el futuro por debajo de cero hasta situarse entre el -5% y el -10% del ingreso nacional. Este escenario sería peor que el que tuvo lugar durante la crisis financiera global. Entre el tercer trimestre del 2008 y el segundo trimestre del 2010 el ahorro nacional fue negativo por primera vez en la historia, situándose de media en el -1,8% del ingreso nacional.

«Y ahí es donde el dólar entrará en juego», señala el economista.

Por el momento, la moneda estadounidense es suficientemente fuerte, ya que se beneficia de la demanda mundial y es un típico refugio para los inversores durante los periodos de crisis. Así, entre enero y abril del 2020 el tipo de cambio del dólar subió frente al de otras monedas utilizadas por los socios comerciales de EEUU casi un 7% en términos ajustados a la inflación, según los datos recogidos por el Banco de Pagos Internacionales.

En el futuro no importará si el dólar estadounidense es una moneda de reserva o no, ya que no podrá salvarse de las circunstancias desfavorables y caracterizadas por el aumento de los déficits de ahorros nacionales y de presupuesto, escribe Rouch.

Como resultado, el tipo de cambio de la moneda estadounidense puede hundirse hasta mínimos no registrados desde julio de 2011, debilitándose un 35% respecto a otras divisas en términos generales ajustados a la inflación, advierte Rouch. Al igual que la pandemia de COVID-19 y la agitación social por la violencia racial, la depreciación del «todopoderoso dólar» amenaza con hacer que EEUU pierda el liderazgo económico global, resume el experto, agregando que «uno debe ganarse un privilegio exorbitante y no darlo por sentado».

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