La realidad de la mano de obra haitiana aquí
Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Solamente la desmesurada, absurda y dogmática posición de los dominicanos que tienen sentimientos profundos de adversión contra los haitianos negros y pobres, pretenden no conocer la necesidad de la mano de obra haitiana en la economía nacional.
2.- El día 8 del mes de mayo del año en curso, 2025, escribí un artículo con el título: “La mano de obra haitiana imprescindible en la economía dominicana”, en el cual procedí a transcribir lo dicho por diferentes hombres de aquí vinculados a distintas áreas de nuestra economía.
3.- En el citado escrito hice constar que: “Representantes de los ganaderos, avicultores y productores de cacao, banano, plátano y otros rubros dicen que debe haber solución inmediata ante la falta de carnetizar a haitianos”. “La producción de carne de res, pollo, cerdo, leche, arroz, plátano, yuca, batata, guineo, frutas, vegetales, así como cacao y otros cultivos agrícolas tienen problemas”.
4.- Por su parte, el doctor Ulises Beras, expresó: “Como los dominicanos no quieren trabajar a ningún precio las labores agrícolas y pecuarias, las autoridades deberían permitir que los haitianos hagan esos trabajos”.
5.- Ahora, personas ligadas al gobierno central, como el ministro de agricultura y el expresidente Hipólito Mejía, han reiterado la necesidad del trabajo del inmigrante haitiano.
6.- El ministro de agricultura, Limber Cruz, declaró: “La mano de obra extranjera hay que regularla, no importa la falta que haga, hay que regularla por ser un asunto de seguridad nacional. «Si todos están regulados, todos vamos mejor con la producción y la seguridad nacional».
7.- Continuó diciendo el ministro Limber Cruz: “Si nosotros no tuviéramos a Haití al lado, aquí hubiese problemas con la agricultura, con la construcción y con los hoteles. Tenemos a los haitianos que para una cosa son buenos y para otra son malos. Yo creo que no, que hay que regularlos”.
8.- El señor Julian Pérez, presidente del Consejo Empresarial Santo Domingo Norte, tocando el tema de la mano de obra haitiana y su necesidad aquí, declaró lo que transcribo en el párrafo siguiente:
9.- “La regularización de la mano de obra haitiana es vital para algunos sectores productivos y debe ser uno de los temas a tratar y solucionar en las reuniones dentro del Consejo Económico y Social (CES)” .
10.- En el mismo orden, los legisladores de las provincias La Altagracia, Rafael Barón Duluc y Julio Furcal Encarnación, de Peravia, fijaron su posición con relación a la necesidad de los trabajadores inmigrantes haitianos .
11.- Los dos senadores se pronunciaron en cuanto a que «el fenómeno de la migración es global, por tanto, lo que procede es tomar medidas para evitar la entrada irregular de los extranjeros, pero regular a los trabajadores que se encuentren de manera legal en el territorio, necesarios en las áreas citadas” .
12.- El senador Barón Duluc “se lamentó de que el tema se haya convertido en un tabú en la RD”. Esa es una realidad manejada con prejuicios por los que adversan a la inmigración haitiana .
13.- Los días que transcurren y la realidad de los hechos prueban que el trabajador inmigrante haitiano es signo de progreso en nuestro país.
14.- Hoy por hoy, el trabajador inmigrante haitiano, regular o no, es algo con lo que hay que contar porque hace absolutamente falta para el dinamismo de diferentes áreas de nuestra economía.
15.- A los grupos de poder político, económico y social dominicano les conviene hacer caso omiso a los prejuiciados contra los haitianos inmigrantes, y reflexionar de manera profunda qué es lo que conviene para el progreso nacional.
16.- La opinión es unánime con relación a la necesidad del trabajador inmigrante haitiano en los marcos de la economía dominicana. No hay de otra. Es algo incontrovertible.
Santiago de los Caballeros,
8 de junio de 2025.
Fuente de información:
Periódico Hoy, 7 de mayo de 2025, página 9, edición impresa.
Idem
Periódico El Nacional, 5 de junio de 2025, página 4, edición impresa.
Idem
Periódico Hoy, 6 de junio de 2025, página 12, edición impresa.