La Reserva Federal prevé una recesión en Estados Unidos a partir del cuarto trimestre

EL PAÍS. Los economistas de la Reserva Federal han puesto fecha a la recesión que todo el mundo espera en Estados Unidos desde hace un año, pero que no termina nunca de llegar. Ahora, sus economistas prevén que se produzca en el último trimestre de este año y el primero del próximo, según las actas de la última reunión de la Reserva Federal publicadas este miércoles.

Las previsiones económicas elaboradas por los expertos para la reunión de mayo del FOMC [el comité de mercado abierto, que decide la política monetaria] seguían partiendo del supuesto de que los efectos del nuevo endurecimiento previsto de las condiciones de crédito bancario, en medio de unas condiciones financieras ya de por sí restrictivas, darían lugar a una leve recesión a partir de finales de este año, seguida de una recuperación a ritmo moderado”, dicen las actas, que van un poco más allá: “Se preveía una desaceleración del PIB real en los dos trimestres siguientes, antes de registrar un modesto descenso tanto en el cuarto trimestre de este año como en el primero del próximo”, añaden.

En la reunión de marzo, los economistas de la Reserva Federal ya habían dejado constar en las actas que preveían una recesión suave en Estados Unidos para final de año. Su presidente, Jerome Powell, señaló que como recesión suave se debe entender una “en la que el aumento del desempleo es menor de lo que ha sido habitual en las recesiones de la era moderna”.

En todo caso, Powell dejó claro que el pronóstico de los técnicos no tiene por qué ser compartidos por los miembros del comité de política monetaria. El propio presidente del banco central aún confía en la posibilidad de un aterrizaje suave, esto es, controlar la inflación sin llegar a caer en recesión.

Sobre lo que no arrojan muchas luces las actas es sobre el próximo movimiento de los tipos de interés. El banco central cumplió en la última reunión con las expectativas de analistas e inversores. La Fed elevó los tipos al 5%-5,25%, pero ya no daba por seguras nuevas subidas, como había hecho hasta ese momento: “El comité seguirá de cerca la información que reciba y evaluará sus implicaciones para la política monetaria”, dijo en el comunicado posterior a la reunión.

Aunque todo pareció apuntar a una pausa, Jerome Powell dejó claro en la rueda de prensa posterior que era pronto para dar por terminadas las subidas de tipos y que las decisiones se tomarán “reunión por reunión”. “La decisión sobre la pausa no se ha tomado hoy”, dijo. “Vamos a abordar esa cuestión en la reunión de junio”, insistió entonces.

Ese mismo mensaje es el que trasladan las actas, en las que se aprecia cierta división y se refleja que “la conveniencia de aumentar el intervalo objetivo [de los tipos] después de esta reunión es ahora menos segura”. Los halcones: “Algunos participantes comentaron que, basándose en sus expectativas de que los avances en el retorno de la inflación al 2% podrían seguir siendo inaceptablemente lentos, probablemente estaría justificada una mayor firmeza de la política monetaria en futuras reuniones”. Las palomas: “Varios participantes señalaron que si la economía evolucionaba de acuerdo con sus perspectivas actuales, podría no ser necesaria una mayor firmeza de la política monetaria después de esta reunión”. Conclusión: ya se verá.

La próxima reunión

Este mismo miércoles, uno de los miembros del comité de política monetaria, el gobernador Christopher Waller, ha señalado que es pronto para saber lo que va a pasar en la próxima reunión de la Reserva Federal sobre tipos de interés, que se celebra los días 13 y 14 de junio. En una intervención, se ha mostrado partidario de mantener la flexibilidad hasta entonces. En todo caso, aunque haya una pausa, eso no quiere decir que los tipos hayan tocado techo, ha explicado.

No soy partidario de dejar de subir los tipos a menos que tengamos pruebas claras de que la inflación se está acercando a nuestro objetivo del 2%”, ha dicho Waller en un acto de la Universidad de California en Santa Bárbara. “Pero si debemos subir o no en la reunión de junio dependerá de cómo vengan los datos en las próximas tres semanas”, ha añadido. Para el momento de tomar una decisión se conocerá ya el dato de inflación de mayo y muchos otros indicadores. Las actas de la última reunión publicadas este miércoles no despejan las dudas.

“Todavía nos esperan algunas publicaciones de datos importantes en las próximas tres semanas y también conoceré mejor la evolución de las condiciones crediticias, factores ambos que me informarán sobre el mejor curso de acción”, ha explicado Waller. “De aquí a entonces, debemos mantener la flexibilidad sobre la mejor decisión a tomar en junio”.

En una intervención reciente, Powell insistió en que la tormenta bancaria puede traducirse en menores subidas de tipos: “Aunque los instrumentos de estabilidad financiera han ayudado a calmar las condiciones en el sector bancario, la evolución en ese sector, por otra parte, está contribuyendo a endurecer las condiciones crediticias y es probable que lastre el crecimiento económico, la contratación y la inflación. En consecuencia, es posible que nuestro tipo de interés oficial no tenga que subir tanto para alcanzar nuestros objetivos. Por supuesto, el alcance de esto es muy incierto”, dijo en una conferencia en la que participaba junto a su predecesor Ben Bernanke.

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