León XIV plantea una iglesia unida contra el odio y un sistema que «margina y explota»
El papa León XIV planteó este domingo la necesidad de una iglesia unida contra el odio del mundo moderno y un modelo económico que «margina» a los pobres y «explota» a la Tierra, durante la homilía de la misa de inicio de pontificado.
«Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado», reclamó.
León XIV, ante más de 150 delegaciones de países de todo el mundo y de otras religiones, así como miles de fieles en la Plaza de San Pedro, planteó que la iglesia tienda la mano a un mundo marcado por los conflictos y la violencia.
«En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres», lamentó.
Y agregó: «Nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad. Nosotros queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela!».
El nuevo pontífice, elegido el pasado 8 de mayo tras el cónclave, ha inaugurado su ministerio petrino con esta misa en la que ha recibido el palio y el Anillo del Pescador, símbolos del poder papal.
En su homilía, llamó a la iglesia a superar sus divisiones y a tender puentes con las otras religiones y ramas del cristianismo, ejerciendo como un reducto de «comunión y fraternidad».
«El papa no debe ser un líder solitario»
León XIV ha afirmado que el papa no puede ser «un líder solitario o un jefe por encima de los demás» pues «Dios, quiere a todos unidos en una única familia», en la misa de inicio de su pontificado en la Plaza de San Pedro ante decenas de miles de fieles y unas 150 delegaciones internacionales.
Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas. Por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos», dijo el pontífice estadounidense en su homilía.
León XIV recordó el fallecimiento de Francisco que dejó un gran dolor y recibió un gran aplauso de los fieles.
Luego explicó que los cardenales llegaron al cónclave «con historias personales y caminos diferentes» y que se expresó el deseo de «elegir a un pastor capaz de custodiar el rico patrimonio de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de mirar más allá, para saber afrontar los interrogantes, las inquietudes y los desafíos de hoy.
EFE