Se pretende que dicho instrumento legal facilite el trabajo de las autoridades migratorias en cada uno de los países de la Unión Europea (UE), permitiendo identificar más fácilmente casos de personas que estén en situación de ilegalidad o que hayan entrado a la UE de forma irregular, sirviéndose de los datos biométricos de las mismas para precisar su país de origen y eventualmente procurar su retorno hacia ellos.

La reforma busca poner coto a las trabas que suponen los mecanismos engañosos de identificación y la usurpación de identidad a los que eventualmente recurren algunos migrantes para permanecer ilegalmente dentro de los países de la UE.

Se ha insistido además en la disposición consistente en que a todo migrante se le podrá tomar la información biométrica a partir de los seis años de edad, y que la base de datos de la Eurodac pueda cruzarse con otras existentes dentro de la Unión, a fin de incrementar la eficiencia en su utilización.