Los partidos nacen, se desarrollan y desaparecen: Juan Isidro acusa a su vicepresidente de alta traición

Joaquín Alberto Ramírez

En el primer gobierno de Juan Isidro Jimenes la mayoría legislativa la controlaba su vicepresidente, Horacio Vásquez. Dado el enfrentamiento entre estos dos líderes, el vicepresidente Vásquez supuso que el nuevo acuerdo con la Improvement Company era para restaurar los gastos del presidente Jimenes en la expedición de Fanita en la pasada lucha antililisista, y lo bloqueó como también el tratado de reciprocidad con Estados Unidos, lo que causó una crisis fiscal que impedía que el Gobierno pagara a sus empleados.

Juan Isidro y Horacio: de aliados a adversarios

Jimenes fue sometido a un voto de censura. El congreso, de mayoría horacista, lo acusó el 17 de marzo de 1902 de violentar las prerrogativas constitucionales hasta el extremo de que Vásquez se proclamó presidente escribiendo un manifiesto que decía:

Desgraciadamente, la actuación de don Juan Isidro Jimenes, y llevada a cabo en menos de dos años después de aquel impulso generoso y redentor de la Revolución de Julio. Hacemos un llamado a todos los dominicanos, sin excepción, para que vengan a nuestro lado, y unidos podamos hacer todos los esfuerzos para evitar que sea destruida la Nación… La insurrección que comienza hoy en la República no es obra de la ambición, sino del deber y del patriotismo que se nos imponen para restablecer los principios proclamados en la Revolución de Julio.

La respuesta de Juan Isidro fue:

Ningún ciudadano honrado puede menos que condenar como culpable de alta traición, al hombre que, ocupando la Vice-Presidencia de la República y ostentando el cargo de Delegado del Gobierno en las Provincias del Cibao, ha abusado de su posición oficial y de mi ilimitada paciencia, para evocar el fantasma de la guerra civil, atrayendo sobre la Patria las terribles consecuencias de desastres de todas clases.

La guerra civil la tuvo ganada Vásquez. Solo en control de Jimenes estaban la capital, Azua, Barahona, San Pedro y Puerto Plata, pero Horacio había llegado al ingenio La Fe el 30 de abril, y cuando llegó a San Carlos al mediodía Jimenes renunció.

Los bolos se dividieron en patas blancas y en patas prietas

Juan Isidro volvió a aspirar a la Presidencia en un año y 10 meses después. No pudo llegar al poder, y ya en 1911 su partido se había dividido en dos: los patas blancas, en los cuales estaban los estratos más altos de la población; los patas prietas con los caciques militares a la cabeza; los primeros se aliaron al presidente Ramón (Mon) Cáceres, y los segundos con su antiguo adversario, Horacio.

Mon Cáceres fue asesinado el 19 de noviembre. Le sucedió un consejo de secretarios de Estado; luego Eladio (Quiquí) Victoria y el arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, este último, fue una fórmula estadunidense queriendo emular la administración de un anterior arzobispo: Fernando Arturo de Meriño Ramírez, pero el prelado Nouel no tuvo la catadura de su antecesor, y no aguantó las presiones dimitiendo en alta mar.

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