Los verdaderos propósitos de la consulta popular en Ecuador
Por Adriana Valdés Robreño
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Ecuador
Cuando el domingo 5 de febrero millones de ecuatorianos vayan a las urnas a elegir autoridades provinciales y municipales también deberán responder a las ocho preguntas de la consulta popular que propone el gobierno de Guillermo Lasso.
En la boleta aparecerán cuestiones relacionadas con extradición de ciudadanos, autonomía de la Fiscalía, reducción de asambleístas y movimientos políticos, el papel del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) y medio ambiente.
Prensa Latina conversó con el abogado y analista político Mauro Andino para conocer qué hay detrás de esas interrogantes aparentemente redactadas para mejorar la seguridad y la inconstitucionalidad del país.
Lo primero que explicó Andino es la diferencia entre consulta popular, como lo presentó el Gobierno, y referendo constitucional.
Consulta es solo cuando las preguntas giran en torno al medio ambiente, temas sociales, políticos, o económicos, pero el presente caso es un referendo, porque indaga sobre cuestiones jurídicas y todas las interrogantes buscan modificar artículos de la Carta Magna, precisó el jurista.
Para el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Politécnica Salesiana las preguntas apenas representan la superficialidad de lo que realmente busca el Ejecutivo.
Detrás de cada una están los anexos, que son la letra chiquita del contrato, y ahí están las disposiciones generales y transitorias para hacer los cambios constitucionales planteados por el Lasso, es donde está la trampa, apuntó el experto.
En su opinión, algunas preguntas desde el punto de vista político le importan más al Gobierno, como la referida al Cpccs, y otras, como las del tema ecológico, buscan enganchar al electorado, pero en la práctica eso no le interesa al Gobierno.
Las incorporaron justamente para tratar de movilizar apoyo, pero son otros los objetivos de Guillermo Lasso, aseveró.
LA JOYA DE LA CORONA
Si bien mucho se habla de la pregunta relacionada con la extradición, para Mauro Andino la joya de la corona son las preguntas 5 y 6, mediante las cuales buscan trasladar a la Asamblea Nacional las atribuciones del Cpccs de designar autoridades.
Ese organismo tan particular de la inconstitucionalidad ecuatoriana tiene entre sus funciones designar -a través de concursos públicos de oposición y mérito- cargos como contralor, fiscal, superintendentes, Consejo Nacional Electoral, defensor del pueblo, entre otros.
Según el académico, el problema no radica en que sea el legislativo quien nombre a los ocupantes de esos puestos, sino en que de acuerdo con las disposiciones, de ser aprobada la enmienda se suspenden todos los concursos en marcha y se declararán desiertos.
De ser así, el presidente Lasso tendría un plazo de seis meses para enviar los proyectos de ley que permitan viabilizar el contenido de esa enmienda y la Asamblea tiene hasta un año y tres meses para aprobarlos, de lo contrario se prorrogan en sus puestos las actuales autoridades de control.
¿Eso qué significa? De acuerdo con Andino, si esa pregunta es aprobada el domingo próximo, quienes en estos momentos se encuentran en esas funciones de gran jerarquía permanecerán prácticamente hasta el final del mandato de Lasso “para cuidarle sus espaldas”.
El profesor coincide con otros analistas y ciudadanos en que el Cpccs, creado en 2008, no ha funcionado como esperaban y sin dudas son necesarias modificaciones, pero no de la forma en que las propone el actual referendo.
Justamente, quienes impulsan la campaña por el No plantean que el propósito es mantener ocultos, o con un manejo a su favor, escándalos como el que salió a la luz el mes de enero sobre una supuesta red de corrupción en empresas públicas.
EL SÍ, ¿OXÍGENO PARA LASSO?
El escenario es muy favorable para que el sí gane en la mayoría de las preguntas porque el gobierno fue muy hábil en incluir preguntas que seducen al electorado, consideró Andino.
Si usted le pregunta a la ciudadanía por la posibilidad de extraditar en un contexto de violencia y de pánico, con más de 25 muertes violentas por cada 100 mil habitantes en 2022, por supuesto que van a aceptar, planteó el abogado.
Subrayó que desde el Gobierno mienten cuando dicen que van a “expulsar” criminales, cuando en la práctica eso no va a ocurrir ni tampoco va a solucionar la crisis de inseguridad.
Otra de las preguntas consideradas atractivas para la población es la referida a la posibilidad de reducir asambleístas, cuando la imagen del parlamento, en Ecuador y en otras naciones, está bastante desgastada.
De forma similar está planteada la interrogante sobre disminuir la cantidad de partidos y movimientos políticos en un escenario donde sus miembros, independientemente si son de derecha o izquierda, gozan de descrédito.
Sólo faltó que preguntaran a la gente si quiere ser feliz, manifestó el profesor con ironía al indicar que son cuestionamientos demagógicos, populistas.
Con ninguna de esas variantes se logra una mejor representación política, como pretende el equipo de Lasso, afirmó el experto.
Aseguró también que por más que se aprueben las ocho preguntas del referendo, eso le puede rebotar al Gobierno como un boomerang, porque han creado grandes expectativas y no es la solución a problemas como la delincuencia.
El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) señaló que el Ejecutivo sitúa en la consulta sus expectativas para lograr cierto impulso en la segunda mitad de su mandato.
Además, la institución advierte que paradójicamente Lasso tiene muy bajos niveles de aceptación a su gestión, pero al mismo tiempo altas probabilidades de ganar con su propuesta en las urnas porque tuvo la habilidad de evitar que fuera un referendo sobre él.
El Gobierno construyó exitosamente el clivaje de “sí o no al narcotráfico”, al hacer énfasis en la pregunta número uno sobre la extradición de ciudadanos que cometieron crímenes transnacionales, indicó el análisis.
Como augura Andino, la Celag también reconoce que el procedimiento consultivo se da en un momento en que la sociedad ecuatoriana es presa de la desesperación ante la inseguridad, el desempleo y el narcotráfico y probablemente vote Sí bajo el argumento de que peor es nada.
No obstante, la campaña a favor del No intenta abrir los ojos a la ciudadanía y alertar del engaño que significa aceptar las propuestas de Lasso, cuyas consecuencias se verán más adelante.