Marco Rubio Fracasa en su Intento de Satanizar las Brigadas Médicas de Cuba en el Caribe

Por Fernando Buitrago

En un nuevo capítulo de su cruzada personal contra Cuba, Marco Rubio, el secretario de Estado de Estados Unidos, ha intentado una vez más demonizar las brigadas médicas cubanas que prestan servicios en países del Caribe. Sin embargo, su reciente gira por la región, que incluyó paradas en Jamaica, Guyana y Surinam, se topó con una pared de resistencia inesperada. Lejos de lograr su objetivo de desprestigiar estas misiones humanitarias, Rubio se encontró con líderes caribeños que defendieron con firmeza la labor de los médicos cubanos, dejando en evidencia el fracaso de su narrativa.

Rubio, de ascendencia cubana y conocido por su postura beligerante hacia el gobierno de La Habana, ha insistido en calificar las misiones médicas como una «práctica atroz» de explotación laboral. Según él, los profesionales de la salud cubanos son víctimas de un sistema que los obliga a trabajar en condiciones de esclavitud moderna, mientras el régimen cubano se lucra con sus servicios. Esta acusación forma parte de una estrategia más amplia del gobierno de Donald Trump para presionar a los países del Caribe a cortar lazos con Cuba, incluyendo amenazas de restricciones de visas para funcionarios que apoyen estos programas. Sin embargo, lo que Rubio no anticipó fue la respuesta contundente de líderes como el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, quien dejó claro que su país no está dispuesto a sacrificar una colaboración vital por las presiones de Washington.

Durante su visita a Kingston el pasado 26 de marzo, Rubio intentó vender su argumento, pero Holness fue tajante: «Hemos sido muy cuidadosos de no explotar a los médicos cubanos. Nos aseguramos de que sean tratados bajo nuestras leyes laborales y reciban los mismos beneficios que cualquier otro trabajador». Con unas 400 brigadas médicas cubanas operando en Jamaica, Holness destacó su importancia para un sistema de salud que sufre una grave escasez de personal. «Su presencia aquí es crucial», afirmó, desmontando la narrativa de Rubio con hechos concretos y una defensa basada en la realidad del país.

El rechazo no se limitó a Jamaica. Otros líderes caribeños han expresado un sentir similar, argumentando que las misiones médicas cubanas son una tabla de salvación para sus sistemas de salud, especialmente en áreas rurales donde los médicos locales a menudo no llegan. Países como San Vicente y las Granadinas han ido más allá, proporcionando evidencia a Estados Unidos de que los trabajadores cubanos no son víctimas de trata humana, como Rubio insiste en afirmar. La Comunidad del Caribe (Caricom), en una reunión de emergencia previa a la visita de Rubio, dejó claro que no cederán ante lo que consideran un ataque injustificado contra una cooperación de más de 40 años con Cuba.

El trasfondo de este enfrentamiento no es solo ideológico, sino también práctico. Cuba ha enviado miles de médicos a más de 57 países, generando ingresos significativos para la isla, pero también salvando vidas en regiones desatendidas. En 2023, según cifras oficiales, 22,632 profesionales médicos cubanos trabajaron en el exterior, una labor que Rubio busca deslegitimar mientras ignora el impacto positivo que tiene en comunidades vulnerables. Mientras el gobierno estadounidense promueve bloqueos y sanciones, Cuba responde con solidaridad, un contraste que los líderes caribeños no están dispuestos a pasar por alto.

El fracaso de Rubio en esta gira pone de manifiesto una desconexión entre las prioridades de Washington y las necesidades del Caribe. En lugar de lograr que los países de la región abandonen su alianza con Cuba, el secretario de Estado se vio obligado a admitir que revisará «caso por caso» cómo operan estas misiones, un retroceso tácito ante la firmeza de sus interlocutores. Lejos de satanizar a las brigadas médicas cubanas, Rubio terminó exponiendo la fragilidad de su argumento frente a una región que valora la ayuda concreta sobre las amenazas diplomáticas. Para el Caribe, la salud de su pueblo pesa más que las obsesiones de un político con raíces en el exilio cubano. Y en esa balanza, Rubio perdió.

creado por Multimedios LZO

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