‘Mito, pecado y realidad’: La estética del dolor en César Augusto Zapata
Julio Cuevas
Para algunos estudiosos de la poética de César Zapata, la soledad es base central en la existencia de su poética, para mí, que no soy crítico literario, sino un simple transcrítico literario, no es la soledad, sino la mirada o concepción del mundo.
Introducción
Una antología poética o no poética, representa la selección particular de una o más personas de los trabajos que, de determinado autor o autores, previamente, son determinados o escogidos, respondiendo a gustos y preferencias de quienes hacen o han hecho, la antología.
Eso, y no otra cosa, es lo que ha sucedido con esta antología, hecha por el poeta tallerista Ernesto Vantroy, quien hizo la selección y escribió el prólogo de dicha antología poética.
Esta antología literaria que ha sido organizada con la selección de algunos poemas escogidos de los ocho (8) libros publicados por César Zapata, me refiero a «Acrobacia del ser» (1990); «Jardín de augurios» (1996); «Consagración al silencio» (1999); «Piedad de toque» (2004); «Edades del instante » (Postelegías-2007); «Anversos» (2016); «Poemas al pie de la letra (2017) y «Cuarto menguando» (2023), fue editada por «El Gato Ediciones» (EGE), con diseño de portada hecho por Greg Pérez y con diagramación de Rodolfo Báez. Impreso en Impresora Soto Castillo, SRL., Santo Domingo, R D., Agosto 2024.
Reitero, aquí queda representada la voluntad, la mirada y el gusto del sujeto-antologador que ha seleccionado los libros y cuáles poemas eligió de cada uno de los libros seleccionados, sin que, necesariamente, participe el autor de las obras seleccionadas.
Desarrollo
Para algunos estudiosos de la poética de César Zapata, la soledad es base central en la existencia de su poética, para mí, que no soy crítico literario, sino un simple transcrítico literario, no es la soledad, sino la mirada o concepción del mundo, de su mundo, donde la introspección de su propio yo poético e individual, es asumida como ímpetu de su vivir y hacer poético.
La mirada del psicólogo, dirigida hacia lo introspectivo del ser y rebuscando en los aspectos emocionales del sujeto, no se aleja de su poética, al contrario, queda organizada en su discursividad y la integra a su estética del decir.
Uso de la lengua poética aquí es parte del mirar sensorial y/o artístico del sujeto-autor. Sentir y decir se asumen como dos acciones inseparables del comunicar poético, muy propio de este creador.
A veces se nos muestra una naturaleza complicada, no facilista, en la organización metafórica que integran los versos de este sujeto-creador, y es que ese proceder es parte íntima e íntegra de su espíritu de escritor que se adentra en el otro, a partir de su yo poético.
A lo interno de su expresar poético, no es extraño que la rabia sea parte de su dolor, como una excusa para seguir hurgando en las áreas sensitivas de los otros y así justificar su angustia existencial, frente a la vida.
No es suficiente con leer el libro, si también no has leído la semblanza emocional de este sujeto-autor. Hay que conocerlo de cerca, hasta cierta intimidad, para poder entender la melancolía de su canto, hasta cuando lo lírico invade desahogo, como sujeto del vivir, de su vivir.
En el extenso prólogo-estudio que escribió Ernesto Vantroy, para esta antología poética, se sostiene que «el vacío es como tema esencial, es una recurrencia en la poética de César Zapata», sin embargo, desde mi perspectiva, puedo plantear, que el tema de la soledad, como refugio de aislamiento del ser y como expresión de sus múltiples yo poéticos, es el tema central en la poética de este sujeto-autor.
Es la siquis en procura de su ruta espiritual cotidiana, la que se integra a este cantar, para hacer del canto el confesionario individual, y colectivo, a la vez, de un creador que se autodefine, psíquica y espiritualmente en su canto.
Por encima de la melancolía, sobresale un tono lírico en estos cantos, como quien se niega a no ser petrificado en la agonía, y, así exponer su tono intimista y lírico en su poetizar, desde esta antología. Veamos:
«Ha vuelto a pasarse en las soleras
Sentada la espera no renuncia
al hombre que soy
Ninguna urgencia en sus días
En la brizna de polvo que levanta
Cuando una voz ocupa sus espacios
Hueca la rueca de los tiempos
Toda espera es la muerte
Hilando finas letras en la carne
Toda espera es la muerte
Toda muerte es un comienzo
Infinito esperar una vez
La misma herida escapando
El mismo día repetido
Por los puentes rotos del deseo
Espero por mí en el umbral
Y no vendré».
(Poema titulado «Estático me muevo», del libro «Piedad de toque»-(2024).
El poetizar surrealista, se hace dominante en esta poética de César Zapata. El rejuego con la palabra, es lo que se impone en esta estética de la intensidad, donde lo que importa es el cómo decir su sentir, desde la palabra convertida en abierta metáfora.
La metaforización de la lengua, es la alternativa comunicativa que, desde el verso, el poeta Zapata, asume, haciendo de su abordaje escritural, una travesía recurrente que va construyendo su horizonte de la filosofía conceptual y la adjetivación del verso.
Conclusión
Al final de este enfoque transcrítico, puedo plantear, a modo de conclusión, los planteamientos lo siguiente:
-La poética sostenida en esta antología, está fundamentada en la introspección psicológica y espiritual del sujeto-autor.
-Aquí pervive el psicólogo, junto al poeta, desde una voz intimista y melancólica que no ahoga el lirismo del canto de este sujeto-autor.
-La soledad y la angustia existencial, son partes del tono melancólico de este autor.
-Hay aquí un yo intimista que procura autodefinirse, desde el rejuego surrealista de su canto.
-Procura incorporar la filosofía a sus versos, sin NUNCA apartarse del enfoque psicológico e introspectivo de su poética, desde la lengua.
-Filosofía y psicología, en este yo poético, son dos bases existenciales de conocimiento y vivencialidad, hechas ritmo y canto, desde la palabra.
