Nacimiento de un nuevo orden mundial (3/7)

Por José Manuel Jerez.

China, un país totalitario, sin transparencia, tiene serios problemas que su gobierno está ocultando: como muchos de sus productos, engaña con su apariencia.

Aun cuando en la primera entrega de este trabajo dijimos que nos centraríamos en el estudio de los índices de los cuatro últimos imperios: Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos y China, en realidad, para una mejor compresión y conclusión del tema objeto de estudio y, dada su presente relevancia, vamos a reducir a partir de ahora, los actores a dos: Estados Unidos y China, una “Potencia en declive” y la otra en ascenso. Recordemos que también señalábamos que para medir el poder de un imperio generalmente se utilizan ocho indicadores y, la medida del poder total, se obtiene promediando los ocho, que son: Educación, Innovación y Tecnología, Competitividad, Comercio Mundial (Output), Producto Interno Bruto, Centro Financiero (Mercado de Capitales), Poder Militar y Fortaleza de su Moneda como divisa de reserva mundial.

 

De los ocho indicadores vamos a reseñar a continuación, el Primero -Educación- y el Último, Moneda de reserva.La Moneda o divisa de reserva, como ya formulamos, es el indicador determinante, pues, en definitiva, se logra en base a la sumatoria de todos los demás, a lo cual se adiciona la confianzade los inversores en el país emisor de la misma. Esto último es lo que explica porqué siendo China la segunda economía mundial, el yuan,se encuentre en un lejano octavo lugar como moneda de reserva internacional, a pesar de todos los esfuerzos que dicho país ha hecho junto a sus “socios”, por desplazar el dólar estadounidense, el cual, pese a las exorbitantes emisiones con sus respectivas burbujas financieras, adquiere más valor. Al momento de escribir estas líneas, no obstante las multimillonarias emisiones de los años 2008 y 2020, el dólar, después de veinte años,  ha vuelto alcanzar la paridad con el euro, lo que significa que más gente en el mundo quiere ahorrar en dólares, confía más en el dólar estadounidense.

Ese solo indicador nos dice mucho del potencial que aún tienen los Estados Unidos. Si tal como vimos en la primera entrega del presente ensayo, el Gran Cicloo declive y auge de una potencia mundial líder se ha dado en períodos o ciclos superpuestos de 250 años ¿Por qué el imperio más poderoso que ha conocido la humanidad en toda su historia, tendría que perdurar menos de 100 años? Pero, si la moneda o divisa de reservaes la sumatoria de la efectividad de los demás indicadores, la Educación es la bujía, el motor de todos. Resulta que, en todos los rankings mundiales de Ciencias y Tecnología, de las mejores 20 universidades del mundo, 15 están en los Estados Unidos. De China no aparece una, ni siquiera dentro de las primeras 50. Una sóla de esas universidades estadounidenses ha dado en Ciencias y Tecnología más Premios Nobel multiplicado por dos, que todos los que ha dado China.

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