Notas para el estudio de la guerra cognitiva. El asco y la muerte.Parte 3
Por José Garcés
Psicólogo
En textos anteriores habíamos descrito en forma general el fenómeno de la Guerra Cognitiva. En esta oportunidad vamos a tratar de analizar uno de los elementos que se utiliza con frecuencia por parte quienes manipulan las mentes en las sociedades y promueven la guerra, se trata del Asco y la Repugnancia.
ANTECEDENTES
Antes de analizar el Asco en el contexto de la guerra vamos a pasearnos por algunos antecedentes conceptuales.
La palabra “Asco” tiene una etimología inversa, es decir, nace de sus derivados. Proviene de la palabra “Asqueroso” que a su vez viene del latín “Escharosus” que significa lleno de escaras. De su origen etimológico vemos que las cosas que nos producen asco están relacionadas con enfermedad o riesgo para la salud. Un cadáver putrefacto, algo viscoso y pegajoso, ciertos animales como las cucarachas y las ratas, nos conectan con esa fragilidad de la naturaleza humana y que nos recuerdan que somos vulnerables y mortales.
Por su parte la palabra «Repugnancia» viene del latín repugnantia y significa «cualidad del que rechaza». Sus componentes léxicos son: el prefijo re- (intensidad, repetición), pugnus (puño), -nt- (sufijo que indica agente, el que hace la acción), más el sufijo -ia (cualidad). Esto último es muy interesante, ya que “Repugnancia” está ligado a “Repugna” algo a así como volver a pelear con los puños. Desde el latín nos viene que “Repugnare” significa rechazar, rehusar, estar renuente. Una persona “Pugnante” es la que pelea; una persona “Repugnante” provoca náuseas y rechazo. Aquí podemos ver que la idea de repugnancia está íntimamente a la idea de rechazar y de eliminar por medio de la violencia aquello que se rechaza. En este caso se trata de rechazar activamente, no solamente negar sino pelear con los puños para evitar aquello que se rechaza.
Así como la idea subyacente es el Asco es lo peligroso para la salud, y eso causa rechazo, la idea subyacente de repugnancia implica pelear con los puños para rechazar.
En ambos casos la idea definitoria es el rechazo.
CORRELATOS PSICOLÓGICOS.
Ya sabíamos de la condición de rechazo que nos provoca las excretas de nuestro propio cuerpo, y sabíamos también como con la misma intensidad como rechazamos a nuestras excretas, rechazamos partes que no nos gustan de nuestra personalidad.
Conocíamos también que eso que no nos gusta de nuestra personalidad (y que rechazamos), lo proyectamos en los demás y rechazamos fervientemente a “esos” que de alguna manera nos recuerdan aquello que tenemos y que no nos gusta. Este es el ya conocido fenómeno de la Sombra que ha estudiado Jung, en su dimensión especial de la “Sombra colectiva”. De manera que ponemos sobre los grupos sociales contrapuestos todos nuestros defectos y los odiamos implacablemente.
Este es un fenómeno bastante trillado en las ciencias sociales y la psicología junguiana lo ha tratado extensamente.
Hay un punto de unión entre lo señalado en este aparte y el aspecto social, se trata del “Asco Proyectivo”. Dice Nussbaum (2006) “El asco proyectivo es siempre una emoción sospechosa, pues involucra un auto-repudio”.
Nussbaum en su libro “El ocultamiento de lo humano: repugnancia, vergüenza y ley” explica que el “Asco proyectivo” ocurre aún en los juegos infantiles. Dice Nussbaum textualmente: “Un ejemplo de Asco Proyectivo es el juego común de doblar un papel e imaginarlo como un “atrapa piojos” y utilizarlo en el juego para “atrapar” bichos supuestamente asquerosos en los niños impopulares que son estigmatizados como sucios y repugnantes”. En el Perú y el Ecuador existía o existe un juego infantil en el que se llenaba una media de Nylon con talco y con esto se golpeaba a otros niños quienes quedaban marcados de blanco talco. Este instrumento se llama el “Matacholos” y sirve a para “marcar” a los cholitos o hacer pasar por cholitos a otros niños de la comunidad, quienes tenían que correr para no recibir la marca y no permitir ser estigmatizado como “cholito”, y en eso consistía la diversión del juego. Nótese el carácter tremendamente ideológico y discriminador de este juego infantil aparentemente inocente.
En otra parte del texto de Nussbaum se puede leer: “Una manifestación común del asco proyectivo es evitar el contacto físico con miembros del grupo subordinado, incluso evitar el contacto con los objetos que han tocado los miembros de ese grupo. El Asco proyectivo está lleno de un *pensamiento mágico irracional*”, por eso las personas que tienen asco a los demás pueden tener conductas insólitas.
Por otra parte Marta Nussbaum señala que las Investigaciones sobre el asco muestran que no es algo meramente visceral; por el contrario, el asco tiene un fuerte componente cognitivo que involucra ideas de contaminación o impureza. Desde este espacio señalamos que este componente cognitivo puede ser susceptible de aprendizaje y creemos que puede aprenderse mucho más rápido de lo que creemos. Incluso grandes poblaciones pueden aprender el asco rápidamente, y eso es justamente lo que suponemos que ocurre con la Guerra Cognitiva.
En Venezuela vivimos en carne propia como una dirigencia política fascista supo odio en sus seguidores con consecuencias inenarrables para el país. Muchos adeptos a la oposición siguen mirando con asco a los chavistas. Así, se hace creer a un sector de la población que todo lo malo que tiene el ser humano es culpa del otro, y para los opositores, todos los males de Venezuela son culpa del chavismo. Vemos que es el mismo mecanismo que usó Hitler y también es el mismo que se está aplicando a Rusia.
SIGNIFICACIÓN EN LA GUERRA COGNITIVA.
Específicamente vamos a exponer en este artículo la promoción del Asco en el presente conflicto Rusia-Ucrania.
Occidente se ha encargado de generar “Rechazo” hacia todo lo que signifique Rusia, ya podemos ir barruntando que la suspensión de un concierto porque tenía piezas de Tchaikovski lleva implícito mucho más que una simple postura ideológica. Asimismo, eliminar la cátedra sobre Dostoyevski en una universidad en Milán forma parte de la desatada “Rusofobia” que ha generado Occidente y que se inscribe directamente en la Guerra Cognitiva que la OTAN cursa contra Rusia en este momento. El veto que están sufriendo atletas, ajedrecistas, artistas, ballets y cantantes rusos, entre muchos otros, es muestra de ello.
La constante y sobre-publicitada rusofobia aunada a los videos que circulan en las RRSS a nivel planetario en donde Rusia es el “asesino criminal” por una parte, y por la otra la conmoción que sufrió el mundo entero por la pandemia del Covid-19 son una mezcla peligrosa. Lo que promovieron las grandes cadenas noticiosas internacionales con respecto al Covid es que era mortal y fuimos aterrorizados desde la OMS y las fantasías de que la humanidad se iba a extinguir no fueron pocas.
Hace 2 años el mundo entero vivió con verdadero terror la llegada del Covid-19. Hoy nos queda como saldo lo que ya se suponía que iba a pasar, solo un pequeño porcentaje de la población mundial sucumbió al Covid, sin embargo, las secuelas del Psico-Covid, como lo nombré en un artículo anterior, siguen produciendo estragos. Todavía no olvidamos el terror infundido ni el miedo a la muerte que generó tantos ataques de pánico. Siempre me llamó la atención que en occidente en general y en mi país Venezuela, ambos con alta influencia del cristianismo nadie dijo que Jesús, quien también fue también conocido como el “Vencedor de la muerte”, tenía buenas enseñanzas para trascender el miedo a la muerte. Siempre sostuve que si el Covid había llegado para que pudiéramos superar como sociedad el miedo a la muerte, pues bienvenido sea. ¡Pues no! Ya estamos casi saliendo de la pandemia y solo nos quedó el miedo a la muerte, y no aprendimos nada como sociedad acerca de cómo superar el miedo a la muerte.
El mecanismo entonces es asociar a un evento impactante al mensaje repetitivo que se quiere sembrar. Operacionalmente en Ucrania se trabajó la rusofobia justo en el momento de la pandemia, momento en el cual la humanidad entera estaba movilizada emocionalmente por el miedo a la muerte.
En Venezuela vivimos varios episodios como cuando condujeron a una marcha opositora a cruzar el río Guaire y cosas impactantes por el estilo, a esto se asociaba el mensaje repetitivo contra el chavismo.
COROLARIO
Dos más dos son cuatro: La lógica nos implica a pensar que utilizar el miedo a la muerte sobre-publicitado durante la pandemia, y que ha estado gravitando en la mente de la humanidad, y sumarlo al rechazo de todo lo que signifique ruso con la intención de generar *asco*, debe producir la pelea *(repugnare)* para rechazar aquello que los grandes medios han establecido como objetivo a eliminar, es decir Rusia. Hay que sumar a esto los videos cargados de simbolismo, como aquel en donde una actriz ucraniana degüella a un ruso, y otros por el estilo, que son el pan de cada día. Suponemos que este es uno de los métodos de Guerra Cognitiva y creemos que este tema debe investigarse rigurosa y científicamente.
Ya en Venezuela vivimos la experiencia en la que un sector social es tomado como motivo de repugnancia para otro sector social. Vimos como este repugnancia que fue sembrada en la oposición conllevó incluso a quemar viva a personas por parecer chavistas.
La repugnancia parece estar inscrita en la memoria cultural de los pueblos donde la dominación ha dejado su impronta. Mao decía la verdad con aquello de que: “las ideas dominantes en una sociedad son las ideas de la clase dominante”. Recuerde aquello de que: “Prefiero que mi hija se case con un barrendero europeo a que se case con un príncipe indígena”.
Se debe investigar a profundidad las variables que generan el fenómeno que en este escrito se delinea (el asco). Lo que se sugiere aquí es simplemente una aproximación al fenómeno.