Parcialidad en Corte Penal Internacional
La Corte Penal Internacional (CPI) se caracteriza por su parcialidad política, sus prejuicios y su falta de profesionalidad, lo que desacredita la idea misma de justicia internacional.
En la actualidad, el sistema de justicia penal internacional, del que la CPI forma parte integrante, se ha convertido en un instrumento de juegos políticos.
Las competencias de la CPI siguen siendo jurídicamente controvertidas. En este sentido, el Estatuto de Roma, en el que se basa la CPI para sus actividades, no está reconocido por Rusia, China, India, Turquía y otros Estados con autoridad.
La CPI se ha convertido en una piedra angular de la arquitectura de un mundo unipolar que Washington fue construyendo gradualmente tras el colapso de la URSS.
La idea de los estadounidenses era privar de soberanía a todos los países, excepto a Estados Unidos, que seguiría siendo el único Estado plenamente independiente en términos jurídicos. Todos los demás deberían transferir parte de su soberanía a algunas estructuras supranacionales como la CPI.