Parque ecológico Los Alcarrizos deteriorado pese a promesas de remozamiento
El parque ecológico y recreativo vivero forestal del municipio Los Alcarrizos, en la provincia Santo Domingo, se encuentra en una situación de deterioro progresivo que contrasta dramáticamente con las promesas de remozamiento anunciadas hace varios años. Las imágenes aéreas muestran la belleza natural de este importante pulmón verde de casi cien mil metros cuadrados que alberga uno de los 61 viveros forestales del país, el cual ha operado de manera ininterrumpida durante más de 60 años.
Los bosques desempeñan funciones ecológicas cruciales, siendo el amortiguador más significativo para los cambios de temperatura, especialmente para el calor intenso tan común en el país, además de servir como refugio fundamental para la biodiversidad local. Esta importancia ecológica motivó que en marzo de 2019, la Cámara de Diputados aprobara la resolución del proyecto del parque que beneficiaría a cerca de 450 mil personas del municipio y zonas aledañas, una iniciativa introducida por el diputado Sandro Sánchez.
El parque tenía un pasado glorioso según los testimonios de los residentes. «Antes era maravilloso el parque, incluso se celebraban bodas, cumpleaños, sesiones de fotos para las jóvenes que cumplen 15 años, las quinceañeras. Era un lugar de esparcimiento, un lugar donde teníamos un pequeño paraíso», recuerda nostálgicamente un vecino del área.
En noviembre de 2021, las autoridades anunciaron junto a la alcaldía la construcción del parque que estaría compuesto por áreas urbanas rescatadas para el disfrute familiar. Sin embargo, estas promesas no se han materializado y la realidad actual es muy diferente. La falta de seguridad ha convertido el área en refugio de delincuentes, según denuncian los residentes.
«Los delincuentes se esconden aquí dentro del parque, ya que no hay seguridad. A mí en una ocasión me atracaron y me llevaron todo, el maletín con todo, y lo dejaron abandonado por allá arriba», relató una víctima de la inseguridad. Aunque algunos argumentan que «los atracos existen donde quiera, pero el atraco no es en el parque, el atraco es cerca del vivero», la percepción de inseguridad persiste entre los usuarios del área.
La situación de abandono motivó que la semana pasada los residentes se manifestaran para exigir la intervención del Ministerio de Medio Ambiente. Durante la protesta, los vecinos gritaron «¡Salvemos el parque!» y expresaron su frustración por la falta de continuidad en las políticas públicas. «No podemos, cada vez que cambia un ministro, cambiar la agenda, porque hay una continuidad de Estado», declaró uno de los manifestantes, quien incluso sugirió nombrar el parque como Jorge Mera si eso garantizara la ejecución del proyecto original.
La preocupación de los padres de familia es evidente: «Nuestros hijos, nuestros estudiantes, necesitan un espacio con seguridad garantizada». Actualmente, el parque cuenta con personal permanente, pero los guardaparques no están asignados esencialmente a tareas de seguridad pública, sino más bien a cuidar los activos, dar mantenimiento al área y vigilarla.
El deterioro físico del parque es evidente. Solo queda una caseta que también presenta deterioro, junto con dos mecedoras y cuatro bancos que forman parte de lo único que resta de lo que era utilizado por los cientos de personas que visitaban el parque regularmente. A pesar de la situación, algunos funcionarios mantienen el optimismo: «Hay un proyecto del Presidente de la República para hacer eso, pero hasta ahora, la gente se está divirtiendo con lo que tenemos».
El proyecto también beneficiaría a moradores del municipio Pedro Gran y sus distritos municipales La Guayiga y La Coaba, ampliando su impacto regional. Los expertos señalan que las autoridades están obligadas a respetar las leyes y normativas existentes, y que es necesario diseñar políticas públicas que establezcan como prioridad la cantidad de área verde por habitantes, un tema que «no aparece nunca, ni siquiera en los discursos de los políticos».
La alcaldía de Los Alcarrizos ha informado que junto a una comisión de las juntas de vecinos se reunirán con el ministro de Medio Ambiente. Los residentes insisten: «No podemos permitir que un pulmón de Los Alcarrizos se quede en el limbo donde la reforestación se está acabando en el país».
Además del deterioro y la inseguridad, los residentes advierten sobre otro problema grave: por la falta de delimitación física, personas desaprensivas están construyendo viviendas muy próximas al área verde, lo que hace temer que el terreno sea invadido completamente, poniendo en riesgo definitivo este importante espacio ecológico y recreativo.
SIN