Petro y la militancia emocional
Por Luis Córdova
Y vino a ser la espada de Bolívar el primer “triunfo”. El pueblo congregado en plaza pública, en medio de vítores, agitando la bandera que una vez se tiñó de sangre, escuchó la primera orden del primer presidente de izquierda: sacar a la luz el sable libertador.
La militancia de una izquierda emocional, distante y frívola, lo veía con fervor desde la otra orilla del Caribe. Vio bailar sin rubor a una primera dama, vio vestir sus colores a la negritud.
El acto del domingo, más que celebración es compromiso. Se reafirmó en el ceremonial el contenido de una campaña electoral de escenarios impensables y de un triunfo histórico.
¿Lo hará bien? Todos los latinoamericanos, los de los extremos y los de centro, esperamos que sí.