PLD/Fuerza del Pueblo: ¡La Unidad!

Miguel Solano

Ya nuestro principal objetivo fue alcanzado: Derrotamos los oncuros planes de Danilo Medina y sus socios de poner al PLD al servicio de la estrategia electoral del oficialismo PRM, de Luis Abinader y de su fuerza oligárquica.

Cualquiera que le niegue a Leonel Fernández su ganada posición de ser el primero en la lista de los votantes para derrotar a Luis Abinader o cualquier otro candidato que el PRM presente está muy mal de la cabeza.

Pero eso puede cambiar. Si Abel Martínez diseña y presenta un proyecto de nación, al estilo del presidente salvadoreño, empezará, muy pronto, a pisarle los talones a Leonel Fernández. Para afinar ese proyecto hay ciertos elementos que Abel Martínez tiene que corregir, rápidamente:
1— Su discurso antihaitino. Pues como lo presentó aparece como un depravado oligarca santiaguero… Y la comunidad internacional y la oligarquía interna y haitiana que viven de la esclavitud de esa comunidad no le hará cara bonita. Y como decía Fidel Castro: «¡Usted no se busca enemigos a los cuales que no tiene cómo combatir ¡»

2 — Alguien tiene que resolver —ahí el silencio no aplica —, las acusaciones de “pedofilo» que con mucha responsabilidad están apareciendo en las redes sociales.

3— Tiene que asumir el liderazgo total del PLD, ser el dueño único de los temas. Algo que lo puede ayudar mucho es que asuma la presidencia del PLD. Eso es necesario porque el PLD sigue siendo un partido de ideología. Y seguir presentando, en los actos públicos, la falsa cara de Danilo Medina no ayudará en nada.

4— Tanto Leonel Fernández como Abel Martínez tienen que comprometerse con la unidad. En ese punto el poder lo tenemos los líderes y los militantes. Y el poder consiste en hacerles saber a estos líderes que si no se comprometen con la unidad, nosotros, los líderes y las militancias, no participaremos.

5— Leonel Fernández y Abel Martínez podrán tener hasta octubre 21 de 2023 para desarrollar sus campañas. El que esté arriba, en ese momento, el día del poeta, será proclamado candidato presidencial de ambas fuerzas. Y en ese punto, también, el poder lo tenemos los líderes y los militantes. Cualquiera de los dos que no se acoja al mandato unitario lo abandonaremos y lo declararemos enemigo de la democracia. Ya lo profetizó SOLANO anteriormente: “La unidad es lograble si los líderes respetan los números » Que dejen la ciencia hablar.

El PLD y la Fuerza del Pueblo tienen la simpatía del 54.8 por ciento del electorado y con mucha posibilidad de crecer hasta el 57 por ciento. Cualquiera persona que hable en contra de la unidad está boicoteando el triunfo y su única razón es que el gobierno lo está amenazado con llevarlo a la cárcel. Ese personaje tiene un dilema personal que ni el PLD ni la FP tienen que sufrir. Lo nuestro es la unidad para la garantizada victoria.

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