¿Por qué Fuerza del Pueblo lidera el voto independiente? (4)

Por Juan Carlos Espinal.

La relación directa entre la movilización política de Leonel Fernández, la inestabilidad política del gobierno de Luis Abinader y la inhabilitación de Danilo Medina parece razonable.

El incremento de las expectativas del crecimiento de la Fuerza del Pueblo está vinculado a las aspiraciones reelecciónistas del gobierno del Presidente Abinader, a la fragmentación del PLD y a la correlación existente entre los movimientos sociales, las empresas y la sociedad civil.

En COVID-19, ante la falta de instituciones políticas estables el aumento de la participación política favorece la estabilidad.

Se puede apreciar la paradoja de que el desplazamiento del PLD condujo al PRM al poder y al crecimiento de Fuerza del Pueblo.

Al parecer, esta situación se relaciona en forma directa a la derrota electoral del candidato presidencial Gonzalo Castillo y Margarita Cedeño en las elecciones presidenciales del 5 de Julio del 2020.

El crecimiento político de Fuerza del Pueblo aumenta en la medida en que puede absorber a la militancia peledeista, a los insatisfechos peremeistas y a los independientes.

Es de suponer que tal insatisfacción es responsable de la frágil estabilidad política del gobierno del PRM y que el objetivo principal del PLD y FP es la implantación de un nuevo consenso bipartidista.

Los peledeistas sin empleo constituyen una preocupación común para la Fuerza del Pueblo y el PRM en tanto los peremeistas están fuera del gobierno.

En general, cuanto mayor es la insatisfacción de los desocupados, desvinculados o excluidos del presupuesto mayor es la desestabilización.

Desde el PRM, los hipolitistas descontentos se mantienen en la periferia de los acontecimientos políticos incentivando la alianza con el Danilismo.

Resulta claro que esas incitaciones políticas se originaron en las alianzas del sufragio en la capital de Santo Domingo donde funciona de manera satisfactoria un pacto empresarial que solo los reeleccionistas no pueden ver.

Es común que el Danilismo tenga intereses en el ayuntamiento de la capital y mayores exigencias respecto del gobierno de Luis Abinader.

Además, es muy probable que en ese terreno politico la acción de los primeros se mantenga dentro de ciertos límites, en tanto que la de quienes poseen cierto grado de lealtad a Hipolito Mejía.

La movilización social de Leonel Fernández aumenta las aspiraciones de Luis Abinader.

Es de suponer que el crecimiento político de Fuerza del Pueblo aumenta la capacidad del gobierno de Luis Abinader para satisfacerlo y, por lo tanto, tiende a reducir las frustraciones sociales y la consiguiente inestabilidad política.

También supone un rápido crecimiento político de los nuevos actores de sociedad civil, nuevas oportunidades para los movimientos sociales y crea nuevos consensos para los empresarios quienes a su vez encauzan a los trabajadores hacia la actividad económica antes de que se dediquen a la protesta.

Del Bipartidismo PRM- FP se puede decir que permite la organización de nuevos agrupamientos políticos y aumenta el número de individuos desmovilizados convencidos de que en la actual crisis el único cambio es la desestabilización.

El Bipartidismo PRM – FP permite un estatus social concordante con el nuevo bloque económico.

Aumenta la movilidad geográfica de Leonel Fernandez, que evidentemente deteriora la influencia política de Danilo Medina y alienta la rápida migración de peledeistas hacia Fuerza del Pueblo lo que produce el extremismo político de los sectores desplazados.

El Bipartidismo PRM- FP disminuye el número de personas cuyo nivel de vida está en descenso y de ese modo puede contrarrestar el inmovilismo político.

Eleva los niveles de gobernabilidad relativa en medio de la pandemia COVID-19 desactivando el descontento popular.

Aumenta la participación política, lo cual contribuye a elevar las aspiraciones de la clase media por encima de las expectativas que permiten satisfacerlas.

Reduce los conflictos sociales relativos a la crisis de derechos y a la falta de distribución de las inversiones logra contener a los desafectos y desactiva la caida del consumo.

Acrecienta la capacidad de organización de grupos sociales y condiciona en la opinión pública las exigencias al gobierno que este es incapaz de satisfacer.

En la medida en que el desplazamiento del PLD va generando un vacío político en esa misma medida Leonel Fernández y Fuerza del Pueblo se convierten en opción.

La vinculación entre el crecimiento político de Leonel Fernandez y la estabilidad social en crisis está estrechamente vinculada a la inestabilidad del gobierno de Abinader quien a su vez recibe el clásico espaldarazo de la creciente tendencia de la lucha contra la corrupción.

Estas pugnas entre el PRM y el PLD sugieren que la relación de coincidencias entre PRM-FP – si es que existen – deben tener un vínculo de compromiso social.

Por una parte, es necesario cierto grado de estabilidad para hacer posible la gobernabilidad.

La tesis de que si el gobierno del PRM fracasa facilita el fortalecimiento del PLD hace posible la ingobernabilidad.

Quienes están sumidos en esa indigencia política también sienten un terror pánico por el mundo pos COVID-19 que les rodea y no se muestran hospitalarios con respecto al Cambio.

Así como vaya la movilización de Leonel Fernández y otros indicadores sociales y políticos en esa misma intensidad existirá una relación positiva entre el nuevo consenso oficialismo y oposición : PRM – FP.

En la práctica, Leonel le otorga a Abinader un índice razonable de gobernabilidad.

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