¿Por qué no bajan las tasas de interés?
Por Jaime Aristy Escuder
La tasa de interés de referencia es la principal herramienta de la política monetaria. A través de su nivel y variaciones, el Banco Central define su postura monetaria y envía una señal de que influirá sobre la oferta de dinero con el fin de que las tasas de interés de mercado se muevan en la misma dirección y con una magnitud similar. Mediante esos instrumentos, el organismo emisor trata de cumplir la meta de inflación, al mismo tiempo que reduce la volatilidad excesiva de la tasa de cambio y estimula el crecimiento del producto interno bruto (PIB), siempre que esto último no comprometa la meta inflacionaria.
Estudios empíricos han cuantificado la estrecha relación entre la tasa de interés de referencia y las tasas de interés de mercado. Sin embargo, en la actualidad, la tasa de política monetaria, que se acaba de reducir por tercer mes consecutivo en 25 puntos básicos, registra una pérdida de su influencia sobre el resto de las tasas de interés. A pesar de que entre mayo de 2023 y octubre de 2024 el Banco Central la disminuyó en 225 puntos básicos y llevó a cabo un programa de inyección rápida de liquidez por 200 mil millones de pesos, el impacto sobre las demás tasas de interés ha sido prácticamente nulo.
Durante el período mencionado, la tasa de interés pasiva promedio ponderado pasó de 10.36% a 10.32%. Ese movimiento significa que la reducción de 225 puntos básicos apenas provocó una disminución de 4 puntos básicos en la tasa pasiva. Es preciso destacar que la tasa de interés pasiva, cuyo promedio histórico antes de la pandemia del covid-19 apenas superaba la tasa de interés de referencia en 83 puntos básicos, a octubre de 2024 se distanció en 407 puntos básicos.
Si se compara con la tasa de interés interbancaria, cuyo nivel histórico se colocaba 89 puntos básicos por encima de la tasa de interés de referencia, se observa también una desviación anómala. A octubre de este año, la tasa interbancaria alcanzó el 12.27 %; es decir, 602 puntos básicos por encima de la tasa de referencia vigente y 90 puntos básicos más que el nivel que registró en mayo de 2023. Los datos demuestran que en los últimos 17 meses las dos tasas de interés se movieron en dirección contraria, comportamiento que resulta, a todas luces, incoherente.
Por otro lado, la tasa de interés activa promedio ponderado descendió de 15.89 % en mayo de 2023 a 15.40% en octubre de 2024, una reducción de apenas 49 puntos básicos. Esto significa que, por cada 4.6 puntos básicos que se redujo la tasa de política monetaria durante ese período, la tasa de interés activa apenas disminuyó un punto básico. Una conducta que contrasta con la evidencia empírica observada antes de la pandemia, cuando ambas variables solían moverse con una magnitud similar.
Sobre la base de estudios econométricos que han cuantificado el rezago del efecto de la tasa de política sobre el mercado financiero, se puede afirmar que, entre mayo de 2023 y octubre de 2024, las tasas de interés (activa, pasiva e interbancaria) debieron que haberse reducido por los menos en 200 puntos básicos.
Dado que la tasa de inflación esperada es del 4 %, puede estimarse que la tasa de interés activa ajustada por la variación de precios supera el 11 %, nivel que afecta negativamente la inversión y el consumo. El sector de la construcción, que representa cerca del 15 % del PIB, es especialmente sensible a las tasas de interés. A pesar de que el Banco Central no publicó la variación sectorial del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) de septiembre, las tasas sectoriales de ese mes se pueden estimar a partir de los datos acumulados del IMAE a agosto y septiembre. El resultado de ese análisis revela que la tasa de crecimiento del sector de la construcción descendió drásticamente, pasando del 6.9 % en agosto a casi 0 % en septiembre. Ese comportamiento sugiere que dicha actividad económica, que impacta de manera importante en el resto de la economía, comienza a reflejar los efectos negativos de las altas tasas de interés reales.
Recientemente, representantes de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (ACOPROVI) advirtieron que el aumento de las tasas de interés registrado desde 2023 ha provocado una reducción en las ventas de unidades habitacionales entre un 35 % y un 40 %, sobre todo de viviendas de bajo costo. Por ello, solicitaron al Banco Central una liberación de liquidez que permita conceder nuevos préstamos, a tasas de interés bajas, al sector de la construcción. Antes de que se implemente alguna medida monetaria que logre disminuir la tasa de interés, es muy probable que la actividad del sector se reduzca.
El Banco Central, la institución de política económica con mayor credibilidad de la República Dominicana, debe examinar de manera rigurosa cuáles son los factores que explican la pérdida de influencia de la tasa de interés de política monetaria sobre el resto de las tasas de interés.
La venta de reservas internacionales como instrumento de estabilización de la tasa de cambio es un factor que merece un estudio profundo, ya que reduce la liquidez y obliga a los bancos a incrementar las tasas de interés. Entre julio y octubre de 2024 se perdieron reservas internacionales por más de 1,553 millones de dólares, una reducción que en gran medida se explica por las intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario. Esa política disminuyó la liquidez del sistema financiero y presionó al alza las tasas de interés de mercado, lo cual contrarrestó la influencia que hubiese tenido la disminución de la tasa de interés de referencia.
Finalmente, existen otros factores, tanto externos como internos, que han de ser recalibrados en la “función de reacción” del Banco Central para fortalecer la efectividad operativa de la gestión de los agregados monetarios. Ese ajuste permitiría influir de manera óptima en la liquidez del sistema financiero y asegurar que las tasas de interés de mercado se muevan en la misma dirección y magnitud que la tasa de interés de referencia.