Presidente de Cuba aboga por construir futuro juntos en cita de la ONU

“Lo que se necesita, de manera imperiosa, es la voluntad política para que realmente nadie quede atrás”, reclamó a nombre de los países del Sur en este magno evento, convocado como parte del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Trabajar para vencer una de las mayores crisis de la historia moderna, sería el mayor aporte «para ese futuro que necesitamos construir juntos», insistió el también primer secretario del Comité Central de Partido Comunista en la isla caribeña.

En ese sentido, conminó al resto de las naciones a asumir la coyuntura “extremadamente crítica” para todos en materia de desafíos climáticos, de salud, económicos y sociopolíticos, cuando el mundo está a medio camino de la fecha pactada para lograr los ODS.

Asimismo, Díaz-Canel advirtió sobre los antecedentes de este desvío de las metas bien delineadas hacia los ODS, anteriores a la pandemia de Covid-19, etapa que agravó los dramas vividos por los países más vulnerables ante cualquier cambio global.

Al ritmo actual, “no podrá lograrse ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y se incumplirán más de la mitad de las metas acordadas”, recalcó.

Según los estimados sobre este asunto, llegaremos al 2030 con 575 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza extrema, y apenas un tercio de los países lograrán reducir a la mitad su pobreza nacional, resumió.

Como explicó el mandatario cubano, el G77 más China otorgó máxima prioridad a la cumbre de los ODS, para colocar el desarrollo sostenible en el centro de la mirada internacional y “brindar el impulso político necesario para acelerar la aplicación de la Agenda 2030”.

Por esa razón, el grupo intenciona la puesta en práctica de acciones y medidas concretas, innovadoras, transformadoras y ambiciosas, lo cual exige “una reforma urgente de la arquitectura financiera internacional”.

Tal demanda, recordó Díaz-Canel, es apoyada por el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien llamó a corregir las injusticias históricas, base del sistema financiero internacional, a fin de brindar a los países y personas más vulnerables mejores oportunidades en un futuro mejor.

Ese es el papel de la Asamblea General, recalcó en su discurso el representante cubano: discutir estos temas, y “garantizar que la voz de cada nación sea escuchada y tenida en cuenta como corresponde en el debate de cuestiones tan importantes, relativas a la gobernanza global”.

Parte de esa mejor arquitectura global sería alcanzar un trato justo, balanceado y orientado al desarrollo; así como la pronta y considerable recapitalización de los Bancos Multilaterales de Desarrollo, para mejorar de una vez las condiciones de préstamo, en función de las necesidades financieras del Sur, reflexionó el jefe de Estado cubano.

Para contribuir a ese propósito, exhortó a los países desarrollados a honrar los compromisos aún no cumplidos con la Ayuda Oficial al Desarrollo.

Además, llamó a esos gobiernos a aplicar en su totalidad la agenda de cambio climático y respaldar los esfuerzos de los países en desarrollo, en el marco de la  Agenda 2030, con acciones concretas en materia de transferencia de tecnologías y formación de recursos humanos.

Igual énfasis puso en la cooperación Norte-Sur, y en la imprescindible y urgente reforma del sistema comercial internacional, para erradicar el unilateralismo y el proteccionismo,incompatibles con los Acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.

De manera particular se refirió a los países sometidos a medidas coercitivas unilaterales, a las cuales calificó de grave violación de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

«Esas sanciones obstaculizan seriamente los esfuerzos de los países afectados en pos de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el desarrollo sostenible en general», denunció.

Por tal razón, apeló a la comunidad internacional, incluido el sistema de Naciones Unidas, para continuar el rechazo de esas medidas, y «trabajar por su eliminación incondicional”, como ya pidieron de forma reiterada los líderes del Sur.

«La ausencia de avances no debe atribuirse a la ausencia de soluciones. Ahí están las acciones”, subrayó el presidente de Cuba y del grupo de los 77 y China.