Principales efectos de un secuestro geopolítico prolongado en la vida de un pueblo
Luis Delgado Arria
Universidad Internacional de las Comunicaciones
01-05-2024
1. Trastorno de estrés postraumático (TEPT): El pueblo víctima de una guerra irrestricta comandada desde la racionalidad de una guerra cognitiva puede desarrollar síntomas como flashbacks de momentos de desesperación, pesadillas, hipervigilancia y reacciones bioquímicas intensas a estímulos relacionados con el trauma.
2. Depresión y ansiedad: La prolongada privación de condiciones antes cotidianas de vida, la pérdida de control sobre el ingreso mínimo vital y la incertidumbre sostenida pueden llevar al pueblo víctima a estados crónicos depresivos, violentos, revanchistas y ansiosos.
3. Problemas de confianza: La traición de la confianza por parte del agente imperial secuestrador puede y suele dificultar que el pueblo victimado vuelva a confiar en toda suerte de vanguardia y hasta desconfiar incluso de sí mismo.
4. Culpa y vergüenza: El pueblo víctima de prolongadas situaciones de privación de actividades, bienes de calidad y servicios antes cotidianos (capacidad adquisitiva, electricidad, agua potable, gasolina, transporte, educación para los hijos, etc.) puede y suele expresar culpa por no haber logrado escapar, como otros, de una situación que siente como inescapable; y vergüenza y autonegación por las acciones de sumisión que tuvo o tiene que realizar en una cotidianidad que sufre consciente o inconscientemente como una modalidad de cautiverio.
5. Dificultades en las relaciones: Las secuelas psicológicas pueden y suelen obstaculizar el establecimiento de vínculos saludables con la familia, los vecinos, la comunidad y hasta con la vanguardia y los compañeros de movimiento o de partido.
6. Problemas de identidad: El prolongado sometimiento y privación de derechos por parte del secuestrador geopolítico imperialista puede llevar al pueblo víctima a resentir y parcialmente cuestionar, perder o resentir su sentido de identidad comunitaria, nacional popular y hasta su voluntad de lucha.
7. Dificultades de concentración y memoria histórica: El estrés crónico sufrido (económico, político, social, cultural y de seguridad alimentaria y sanitaria) puede y suele afectar las funciones cognitivas superiores del pueblo víctima (razonamiento crítico, inteligencia ancestral y memoria histórica para resistir y superar agresivas campañas de incomunicación, desinformación, fake news y deep fakes).
8. Somatización: El trauma psicopático complejo producto de la privación de condiciones materiales y subjetivas antes cotidianas puede somatizarse, desencadenando síntomas físicos tales como dolores inexplicables y súbitos, depresión, anorexia, bulimia, problemas gastrointestinales o cardiovasculares. La victimización alimentaria inducida de pueblos acompañada de vastas operaciones de guerra psicológica por largos períodos de tiempo ha demostrado empíricamente que bloquea en las víctimas dos procesos cognitivos: 1) la comprensión y capacidad de respuesta al presente histórico como totalidad concreta; y 2) el lograr proyectarse a futuro. Y un ser humano o colectivo sin consciencia de su pasado y su presente histórico ni posibilidad de atisbar utópicamente su futuro soberano y digno está reducido a una condición de grave aturdimiento y delirio que lo mueve a reaccionar como infante si no como animal.
9. Ideación suicida:. En casos extremos, un segmento del pueblo puede llegar a considerar como única alternativa de escape o «salida» del chantaje geopolítico experienciado como trauma personal y familiar, la desasfección o ruptura política hacia la corriente político ideológica nacional popular que ha adherido por largo tiempo.
10. Resiliencia: A pesar de los efectos devastadores de un secuestro imperialista prolongado de las condiciones humanas y sociales normales de vida, no pocas víctimas logran resignificar, reinventar y reconstruir sus vidas y desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento y buen vivir. Pero en casi todos los casos la profundización de la consciencia histórico crítica y el horizonte utópico teológico acompañan dicha praxis revolucionaria. La resiliencia nacional popular deviene vuelta al apostolado del cristianismo originario radical producido los apóstoles en las catacumbas; o la resistencia indígena y africana antiesclavista producida desde 1492 hasta hoy en nuestras comunidades indígenas, cumbes o palenques.
11. Chivoexpiación: A fin de aliviar la autoverguenza por defender una causa por años o incluso décadas atacada y bloqueada por todas partes mediante el enfoque de enjambre de abejas, el pueblo víctima puede y suele buscar un chivo expiatorio en el ámbito de su propia psicología de clase o de su cosmogonía de pueblo, pudiendo desarrolar resistencia y hasta aversión a los símbolos, discursos, utopías, personeros y principales prácticas políticas y geopolíticas de afiliación. Según el teólogo marxista Franz Hinkelammert, la inestabilidad política y económica prolongada ha sido leída desde hace muchos siglos y por muchos pueblos como evidencia de ilegitimidad de las autoridades. Esta es la razón económico/ teológica que explica la gravedad, malignidad y eternización de la guerra imperialista de sanciones y bloqueos contra los pueblos en lucha en todo el Sur Mundial y en especial contra los enclaves estratégicos y geoenergéticos.
*Conclusión:*
El condicionamiento mecánico operante en animales y humanos estudiado mecánica y biologicistamente por Pavlov así como los experimentos de hackeo cognitivo ensayados por el hoy considerado padre de la ingeniería social Mitnick, entre otros, naturalmente no dan cuenta de la inmensa hiper compleja psicología humana, política y social sometida a sostenidas condiciones de privación extrema de necesidades básicas materiales, culturales y espirituales. No obstante, los desarrollos humanos experimentales imperiales (históricos y en curso) ofrecen evidencia empírica de que el imperialismo cognitivo está ensayando y logrando avances extraordinarios en su despliegue de guerra mediático/ cognitiva para fines geopolíticos de recolonización, razón por la cual resulta perentorio desarrollar y profundizar nuevas comunidades y desarrollos transdisciplinares y multinacionales en torno a las nuevas modalidades de guerra imperialista y capitalista contra la materialidad y la subjetividad/ espiritualidad de los pueblos del Sur Mundial. Y muy especialmente cabe estudiar en profundidad y tiempo real las operaciones en curso de depredación cognitiva contra la vida de los pueblos y la soberanía de los países con desarrollo históricamente más sistemáticamente bloqueado y racionalidad y vida más gravemente afectados. Producir gobernabilidad y además viabilidad revolucionaria y democrática electoral en medio de un estado de sitio programado de signo geopolítico y terrorista imperialista occidental es seguramente el más urgente desafío internacionalista hoy.