“Quiero que me digas amor, que no todo fue naufragar”
Por: Luis Córdova
Aunque la razón golpea, tenacidad hecha calendario, hay momentos en que lo malo desaparece al asomar el recuerdo de su sonrisa. Silvio no me ayuda y me clava en el pecho un verso.
Es de mañana y me alisto para el trabajo, sin embargo… persiste su recuerdo en la cama, mientras me visto en soledad y creo ver el desorden de su pelo en la almohada. Me marcho chequeando el whatsapp que enmudeció desde nuestra última conversación.
Demasiada nostalgia para que solo fueran unos meses… ¡pero qué meses! El asalto del amor sucede a cualquier edad.
Cosas que pasan por “haber creído que amar era el verbo más bello”.