Registran dos nuevos sitios de anidamiento del flamenco del Caribe en Estero Balsa
El Museo de Historia Natural lanzó una nueva entrega de su revista científicaNovitates Caribaea que incluye una nota científica en la que se reportan dos nuevas áreas de anidamiento del flamenco del Caribe (Phoenicopterus ruber) dentro del Parque NacionalManglares de Estero Balsa, en Montecristi.
El reporte fue hecho por Eladio Fernández, fotógrafo conservacionista, María Paulino y Luis Ramón Paulino, ambos del Grupo Acción Ecológica, tras escuchar informaciones anecdóticas de pescadores del área protegida sobre la anidación de flamencos.
El informe indica que el primer sitio, Laguna Manolo, un espacio rodeado de sustrato fangoso y árboles muertos de mangle negro, estaba inactivo en el momento de la visita en el 2022. El segundo lugar de anidación es LagunaAtravesada, recorrido en 2023. En esta última área se observó a un grupo de flamencos que pastoreaba una guardería con polluelos de distintas edades. «Algunos tenían unos días de nacidos y otros parecían tener unas semanas», indican los investigadores.
La nota científica señala que en Laguna Manolo se documentaron 84 montículos de anidación y aproximadamente 200 flamencosvolantones juveniles, mientras que, en Laguna Atravesada, que se encontraba activa al momento de la documentación, se registraron 305 montículos de anidación y una guardería de 166 polluelos recién nacidos.
El reporte añade que el flamencocaribeño ha sido considerado una especie migratoria y residente en la isla de La Española, este animal es común localmente y su población parece fluctuar a lo largo del año, según las observaciones realizadas durante el proyecto de monitoreo de aves acuáticas del Grupo Acción Ecológica.
En la nota científica, los investigadores señalan que se realizaron conteos terrestres de flamencos con binoculares y telescopios. Posteriormente, se hicieron conteos de nidos y pichones con un dron a una altitud de 100 metros.
«Durante los vuelos, uno de los miembros del equipo vigilaba el comportamiento de los flamencos en busca de señales de alarma. Una vez se determinó que el dron no molestaba a los animales, el aparato descendió sobre cada uno de los tres grupos de nidos a un rango de altitud antes especificado», explican.
Por último, «se voló el dron hasta la guardería y se fotografió al grupo de polluelos con sus respectivos cuidadores. Una vez procesadas las fotografías, se contabilizaron y marcaron todos los nidos registrados. En ambos lugares la fase de anidación había concluido, siendo imposible determinar cuáles nidos se habían construido parcialmente y cuáles se habían utilizado, por lo que se contabilizaron todos los montículos de anidación«.
La nota indica que en el marco de la investigación «se instaló un escondite cerca de los nidos y la guardería. Este se dejó en el lugar durante tres días para que los animales pudieran acostumbrarse a la presencia del artefacto. El escondite se utilizó una sola vez para documentar y filmar la guardería, a lo largo de una mañana. Al mediodía se quitó el escondite y se colectó un huevo infértil que todavía estaba sobre un montículo de anidación.»
En sus conclusiones, el equipo aboga por un protocolo de protección y manejo efectivo para la especie en los parques nacionales de Estero Balsa y Jaragua, sobre todo en los meses de marzo y agosto.
Piden evitar la presencia de pescadores cerca de los sitios de anidación durante estos meses, lo que ayudaría enormemente a disminuir disturbios y trampeo. Se recuerda que en marzo pasado las autoridades informaron el retiro de más de 1,000 trampas en Estero Balsa.
La nota científica también hace énfasis en la necesidad de más estudios sobre las zonas de anidación de los flamencos en República Dominicana, especialmente en el Parque NacionalManglares de Estero Balsa, «donde un laberinto de lagunas aisladas por manglares todavía ofrece la posibilidad de encontrar más sitios de anidación«.
Añaden que, en virtud de la cantidad de nidos en los dos nuevos sitios, «se podría considerar al Parque NacionalManglares de Estero Balsa como el lugar de anidación más importante para el flamenco del Caribe en República Dominicana».