Rusia y Bielorrusia lamentan la retirada de EEUU del Tratado de Cielos Abiertos
MOSCÚ (Sputnik) — Rusia y Bielorrusia lamentan la retirada de EEUU del Tratado de Cielos Abiertos, según una declaración conjunta publicada en el sitio web de la Cancillería rusa con motivo de una conferencia sobre las consecuencias de este paso de Washington, celebrada este 6 de julio en Viena.
«La República de Bielorrusia y la Federación de Rusia lamentan la decisión de EEUU de retirarse del Tratado de Cielos Abiertos«, dice el documento, agregando que su salida puede dañar gravemente la estructura común de seguridad europea y el sistema de acuerdos en el ámbito del control de armas.
Además, los dos países indicaron que «están dispuestos a un diálogo equitativo y de respeto mutuo dirigido a buscar una solución integral a los problemas de la implementación del tratado».
Se precisa que se debe dialogar sin ultimátums y teniendo en cuenta los intereses y las preocupaciones de otros países.
Moscú y Minsk enfatizaron también que, después de que se determine la futura política respecto al Tratado de Cielos Abiertos, van a «cooperar estrechamente en el marco del grupo de Estados miembros del acuerdo, guiándose por los objetivos de mantener la estabilidad internacional, aumentar la efectividad y viabilidad del acuerdo mediante el fomento de la confianza entre los Estados miembros y teniendo en cuenta los intereses de Bielorrusia y Rusia».El pasado 21 de mayo, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la salida de su país del Tratado de Cielos Abiertos alegando presuntas violaciones del acuerdo por parte de Rusia.
La retirada de Washington se completaría dentro de seis meses, aunque Trump no descartó revisar su decisión si Moscú comienza a cumplir el pacto. Rusia rechazó con firmeza las acusaciones de Estados Unidos.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a los observadores militares realizar vuelos de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Ese documento, en vigor desde 2002, cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.