En esta línea, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que el mercado mundial podría sufrir
un déficit de alrededor de 1,5 millones de barriles por día (bpd) a finales de 2023. Esto, a pesar de todo, jugaría a favor de exportadores, gracias a los precios elevados de hidrocarburos y, al mismo tiempo, es
«una señal ominosa» para las economías occidentales, sobre todo de Europa.
Otra vez sube la inflación
Los especialistas coinciden en que los cambios en la economía, finanzas y las diversas industrias ocurrirán rápidamente, debido a que
la escalada de tensiones evoluciona de manera acelerada.
Uno de los primeros se observará en la inflación, tendencia que, a nivel mundial, había tardado en recuperarse por la pandemia de COVID-19 y el conflicto en Ucrania.
«Es posible que no veamos altos niveles inflacionarios como en 2022, pero que sí exista un repunte. Si [el mundo] pensaba reportar en 2024 una inflación a la baja y que, por lo tanto, las tasas de interés descendieran, la extensión de las [tensiones entre Israel y Hamás] podría afectarlas (…). Debido al alza, las tasas de interés podrían disminuir más lento de lo que se tenía planeado para el siguiente año y que el objetivo se consiga hasta 2025″, indica Morales Chávez.
El experto comenta que, si bien esto afecta en diversos rubros, los que suelen padecer más son los países que tomaron deuda, especialmente si esta fue en dólares. «Tendrá un costo financiero directo, pero depende del tiempo» que dure esta situación.
A esto se une la
depreciación de dólar y de diversas monedas a lo largo del mundo, entre ellas, el
peso mexicano.
Ante esto, ¿qué se puede hacer?
Para Pech, una de las maneras en las que las naciones pueden protegerse ante eventuales problemas económicos es con la delimitación de su postura sobre el conflicto y el análisis de las relaciones que mantienen con los entes involucrados.
Por ejemplo,
México, que es el
segundo socio comercial más importante de Israel en
América Latina, es neutro en cuanto a las tensiones que, a lo largo de la historia, se han mantenido en esa región. Sin embargo, en el territorio mexicano hay
un fuerte arraigo de la comunidad judía, misma que ha invertido en diversos proyectos a lo largo del país.
Morales Chávez apuesta por la ampliación del gasto de cada país, dependiendo de sus capacidades y recursos. Si eso no se puede, «se aplicaría una política monetaria más restrictiva, donde se eleve la tasa de interés para que sus precios no vuelvan a repuntar».