Una escalada en Oriente Medio resultaría en una mayor «fragmentación financiera internacional»

SPUTNIK. Los mercados internacionales no están preparados para plantar cara a un nuevo conflicto geopolítico que involucre a más partes, asegura el economista Mohamed A. El-Erian, presidente del Queens College de Cambridge, en un análisis publicado por ‘Bloomberg’.

Las bolsas abrirán el lunes con la incertidumbre de cómo Israel responderá al ataque iraní del 13 de abril y con dudas sobre la estabilidad en Oriente Medio, una región sumamente importante, entre otras cosas, por la gran producción petrolera.
El experto considera probable que la apertura del mercado estará marcada por alzas en los precios del oro y del petróleo, así como bajadas en las acciones y los rendimientos de la deuda pública.
Si los precios de la energía se incrementan por una nueva escalada de tensiones, se frenaría la recuperación de la industria manufacturera, que está ayudando a países como Alemania y el Reino Unido a salir de sus recesiones técnicas, advierte El-Erian.

«Además, complicaría el panorama inflacionista estadounidense, ya sujeto a subidas de precios más persistentes de lo que muchos, incluida la Reserva Federal, esperaban. Dificultaría las reformas estructurales que China necesita e intensificaría el movimiento hacia una mayor fragmentación económica y financiera internacional», asegura el también consejero económico, JEFE de Allianz SE.

La economía y los mercados mundiales están relativamente bien situados para hacer frente a un aumento puntual de la prima de riesgo geopolítico, pero no están bien situados para afrontar nuevas escaladas que implicarían a más partes de forma más significativa», alerta el analista.
Una solución pacífica al conflicto que se ha formado entre Israel e Irán es necesaria para contener los efectos adversos sobre la economía y los mercados, pero que «esta esperanza se convierta en realidad dista mucho de estar garantizado en estos momentos», observa Mohamed A. El-Erian.
El 13 de abril, Irán lanzó un ataque masivo de más de 300 drones y misiles en contra de Israel. Su objetivo era alcanzar infraestructura militar, pero las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en colaboración con sus aliados Estados Unidos y el Reino Unido, interceptaron la mayoría de los proyectiles y vehículos aéreos no tripulados, según dijeron las fuerzas israelíes.
Tel Aviv ha dicho que responderá a la agresión iraní en el momento que considere adecuado. En tanto, Teherán asegura que su ataque fue en represalia por el bombardeo israelí contra el edificio consular de Irán en Damasco el pasado 1 de abril. Además, el Gobierno iraní aclaró ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que no busca una escalada regional.

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