2021 un año como ninguno en EEUU en desigualdad, racismo e injerencias

El 2021 dice adiós, pero en EE.UU. las crisis llegaron para quedarse. Ya en enero aparecían grietas en el sistema. Una insurrección de supremacistas de ultraderecha y fascistoides ocupaba el Capitolio de Washington. Por meses, la capital se convirtió en una zona de guerra con tropas en intersecciones, monumentos y edificios federales. Y a pesar de la inauguración de Joe Biden como nuevo presidente, la virulencia del trumpismo persiste a través de una narrativa que pone en manifiesto la polarización social y los actores que se benefician política y económicamente de la misma.

Mientras tanto, delta y ómicron hacen estragos entre la población. En diciembre, a casi 900 mil muertos por COVID-19 hay quienes todavía seguían por las teorías de conspiración y de ahí que el número de fatalidades sigue en incremento.

Y si se trata de derechos humanos, las cosas tampoco son mejores. A pesar de las condenas y encarcelamientos de los expolicías Derek Chauvin y Kimberly Potter por los asesinatos de los afroamericanos George Floyd y Duante Wright, lo cierto es que continúa la lacra de la brutalidad policial y el racismo institucionalizado, así como la impunidad cuando los crímenes son perpetrados por individuos de raza blanca o uniformados. De este modo lo demuestra el desastroso juicio y absolución de Kyle Rittenhouse, asesino de dos activistas por las Vidas Negras.

Otro aspecto alarmante durante 2021 es la profundización de la brecha económica. La clase trabajadora con salarios de miseria, pero mientras tanto, el gobierno le otorgó casi 800 mil millones de dólares al Complejo Militar Industrial para seguir masacrando gente inocente alrededor del mundo.

En este sentido, el retiro de tropas estadounidenses de Afganistán en agosto solo marcó una etapa más del imperialismo y violencia que Washington pretende imponer en contra de las naciones cuyos recursos son robados y violentados por el capitalismo hegemónico. Escenarios de injerencias afines se observaron en contra de Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba, entre otros.

Y si hablamos de desastres naturales el huracán Ida en agosto dejó un sendero de destrucción en Louisiana, Nueva Jersey, Nueva York y otros. En diciembre, tornados ocasionaron un escenario similar en Kentucky y otros estados del sur y suroeste. Muchas de estas comunidades aún siguen esperando asistencia federal que nunca llegó.

A pesar de todo lo anterior, en 2021 millones de ciudadanos salieron a las calles en movimientos sociales históricos, entre ellos destaca el repudio a los crímenes genocidas del régimen de Tel Aviv en contra del pueblo palestino. A la vez, las comunidades de color persisten en la lucha social contra el racismo del sistema migratorio y aparato policial. Mientras tanto, también la clase trabajadora organizó marchas en contra del sistema esclavista de los grandes oligarcas y sus socios políticos, socios que de uno u otro partido político parecen ser cada vez más similares y alejados de la realidad del ciudadano de a pie.