8 de mayo de 1965. Cronología de la revolución de abril.
Por Gerardo Sepúlveda
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este día que en territorio dominicano y sus aguas territoriales se encontraba un total de 42,413 hombres. Parte de esas tropas se encontraban dispersas y habían llegado a tierra dominicana a bordo de 37 unidades de la Armada, incluyendo barcazas de desembarco y de asalto. Esa cantidad de tropas en pie de guerra en el área del mar Caribe es una de las mayores que alguna vez en la historia surcaran esas aguas, incluyendo la guerra hispanoamericana de finales del siglo diecinueve, la invasión a Panamá a principios de los años 1900, así como la primera invasión a República Dominicana en 1916.
El general Imbert, por su lado, anunció que las tiendas y fábricas abrirían de nuevo el lunes, y que su Gobierno comenzaría a pagar los salarios a los empleados públicos en la zona situada bajo su control. A lo que la emisora constitucionalista contestó: “¿Con qué? ¿Con dinero yanqui?
Los constitucionalistas patrocinaban también un movimiento de vuelta al trabajo para el lunes siguiente.
En razón de que era inseguro desde el mismo comienzo lo que el general Imbert pensaba hacer a continuación, el secretario general de la OEA, Mora, solicitó inmediatamente al Gobierno de Imbert que confirmara por escrito que suscribía plenamente los compromisos de tregua firmados el 5 de mayo por la Junta de Benoit en San Isidro. El general Imbert lo cumplió enseguida. Pero con tregua o sin ella, el tiroteo nocturno continuaba.
En la tarde de este día, el Presidente Caamaño se entrevistó con el Nuncio y con el secretario general de la OEA, y después de las conversaciones, Caamaño y Aristy se dirigieron a una multitud congregada frente a las oficinas del Gobierno Constitucionalista, en el edificio Copello de la calle El Conde: “Estamos ganando la pelea por etapas innegables” dijo el Presidente. La multitud gritaba: “¡Caamaño Sí, Wessin No!”.
En ese momento la Junta anunciaba que Sigfrido Caamaño Deñó, hermano menor del Presidente Caamaño, que estaba preso desde hacía varios días por órdenes de Wessin, había sido puesto en libertad.
En un artículo fechado este día, escrito por el periodista del New York Times corresponsal de guerra de este periódico en Santo Domingo, Tad Szulc, escribía que “el grupo de Bosch está convencido de que Estados Unidos persigue dos objetivos al promover a Imbert: 1) Impedir que naciones extranjeras como Francia ,reconozcan al gobierno de Caamaño, y 2) crear una situación en que la nueva Junta pueda dirigirse a los Estados Unidos pidiendo que las fuerzas yanquis la ayuden a aplastar la rebelión”.
Al cabo de dos semanas de guerra civil no había a la vista ninguna solución. Norteamericanos y dominicanos seguían muriendo todos los días y todas las noches. En todo caso, el punto muerto se hacía cada vez más difícil.
En horas de la noche, un grupo de soldados norteamericanos que celebraban e ingerían bebidas alcohólicas, perdieron su rumbo y fueron a parar a la zona constitucionalista. Fueron sorprendidos por los rebeldes, apresados y devueltos a sus tropas al otro día, intactos e ilesos.
Fue una constante del gobierno constitucionalista el preservar la integridad física de sus prisioneros, que nunca recibieron trato inhumano ni discriminatorio. Nada parecido pudo decir jamás el bando contrario, tropas de Imbert y fuerzas invasoras.
Texto y fotos: Gerardo Sepúlveda . Cronología de la Revolución de Abril