«Interés» (Conatus: Baruch Espinoza) ≠ «Interés en el desinterés » como principio de la ética (Alain Badiou).
Armando Almánzar Botello
«ANYTHING GOES»: ¿TODO VALE SI LOGRO SEDUCIR A LOS ELECTORES Y ALCANZAR ASÍ MIS PROPIOS FINES, AUNQUE SEAN PERVERSOS DICHOS OBJETIVOS, TONTOS, MEDIOCRES O FINALMENTE SESGADOS Y EGOÍSTAS?
¿OBTENER EL PODER LO VALIDA TODO?
¿ES «CIENTÍFICA» LA MERA DESCRIPCIÓN REALISTA DEL FASCISMO, POR EJEMPLO, SIN TOMAR UNA POSICIÓN ÉTICA CON RESPECTO A SU POSIBLE EFICACIA INSTRUMENTAL?
COMO PREGUNTA IMPLÍCITA EN LA UCRONÍA QUE PLANTEA EL ESCRITOR ESTADOUNIDENSE PHILIP K. DICK CON SU OBRA «THE MAN IN THE HIGH CASTLE»: ¿SI HUBIESEN GANADO LAS POTENCIAS DEL EJE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, FUERA «BUENO» EL NAZIFASCISMO?»
¿NO SE CARACTERIZA EL REALISMO PRAGMÁTICO POR EFECTUAR UN USO DE LA «RAZÓN CÍNICA» QUE OPERA DE ESPALDAS A LA «VERDAD» COMO HORIZONTE ÉTICO Y REALMENTE DEMOCRÁTICO?
LA APELACIÓN «EPISTEMOLÓGICA» A LA LLAMADA POSVERDAD, ¿LO LEGITIMA TODO? *
CIERTO: ¡ASÍ ES COMO FUNCIONA CIERTA ESTRUCTURA DE UN PODER POLÍTICO ABROCHADO A LA FIGURA DEL AMO DE CORTE AUTORITARIO!
¿ES UNA CIERTA «ASEPSIA METODOLÓGICA Y ACADÉMICA» LA QUE NOS PERMITE CONOCER REALMENTE LA NATURALEZA COMPLEJA DEL PODER?
Y VUELVO A PREGUNTAR: ¿«TODO VALE», SIN IMPORTAR LA VÍA Y LA ESTRATEGIA, SIEMPRE Y CUANDO SE LLEGUE AL PODER Y SE OBTENGA EL ÉXITO SOÑADO?
¿QUÉ VIENE A SER ESTE TIPO DE ÉXITO?
¿EL ÉXITO DEL «MAL» LO PUEDE CONVERTIR EN BIEN, EN ALGO VALIOSO POR JUSTO?
LA «VOZ DE LA EMPIRIA», COMO VOZ DE LA «EFICACIA», ¿ES GARANTÍA DE «RIGOR ACADÉMICO Y DE CIENTIFICIDAD?
¿DEBEMOS SEGUIR UNA ENMASCARADA PERO «EXITOSA» ESTRATEGIA ARRIBISTA EN NUESTRA VIDA SOCIO-INSTITUCIONAL Y MICROPOLÍTICA?
* «Muchos intelectuales orgánicos y académicos (en el sentido gramsciano), en prematuridad impotentes y agotados *, escriben sus trucos mercadológicos y autopromocionales, sus postverdades y engañosas letanías pseudoteoréticas y pseudolíricas en el contexto de lo que Jacques Derrida concibe como “artefactualité” y “actuvirtualité”: construcciones político-fantasmáticas de guiones existenciales “pasados por agua de rosas”, configuraciones de un mentido “real” domesticado y falaz que viene a presentarse como constelación de hechos, como supuesta actualidad y vigencia “tecnotelemediatizadas”, como “narrativa” perversa que forcluye la problematicidad de lo real al someterlo a una virtualidad programada tecnoelectrónicamente, como nos resaltó con extrema lucidez el escritor norteamericano William S. Burroughs, creador del sintagma “sociedades de control”, acuñado luego por Michel Foucault y Gilles Deleuze… No se trata entonces de la oposición deleuziana y bergsoniana “virtual/actual”, sino de la trivial conversión del denominado campo trascendental de inmanencia —que constituye lo virtual postmetafísico— en una convencional, simple, imitativo-ilusionista y empobrecida “Virtual Reality” (VR) que, como bien señala un gran especialista español en medios de comunicación de masas, Román Gubern, viene a encarnar la consumación de la metafísica occidental de la presencia en su modo semiótico-representativo más insulsamente albertiano.» Armando Almánzar-Botello
«¿Callarse por simple interés mercurial y penosa cobardía frente a los monstruosos genocidios y rapiñas de ciertos gobiernos y potencias, confundiendo la banalidad del mal con supuestos ejercicios de la libertad, de la democracia y de la nazifascista “civilización contra la barbarie”, o, por lo contrario, defender éticamente, a “fondo perdido”, la vocación de justicia en el siempre perfectible contrato social y la radicalización de la democracia? “To be, or not to be, that is the question”…» Armando Almánzar-Botello
«En nuestra condición sociopolítica, impredecible, de sujetos plurales, múltiples, contradictorios, siempre cohabitan de modo complejo el simple “interés” —conatus (Baruch Spinoza)— y el muy difícil “interés en el desinterés” (Alain Badiou), pero en el plano político y ético-práctico siempre hay que hacer, decir y dejar testimonio de lo que realmente pensamos, con crítico y atento pensamiento justo, con auténtica libertad y esforzada independencia de lo que hoy conocemos como “políticamente correcto”, y tomando estratégica distancia de las mezquinas, cobardes y serviles conveniencias del instante.» Armando Almánzar-Botello
—————————–
Septiembre de 2012
«Imperativo categórico: “interés en la acción desinteresada” (Kant, Badiou, Lacan, Derrida), cuyos motivos escapan a la lógica circular del falso don, al endeudamiento como esclavización simbólica del otro y al contra-don como “sofrosine”, como apaciguamiento y borradura de la huella que nos inscribe, descuartizándonos, en cierta inevitable diseminación, en el vendaje o banda constituyente que desborda, en lo social, aquello establecido y consagrado como contra-banda del contrato y su medida común (J. Derrida).
»¿Le es dable al ser humano vivir a plenitud, sin recurrir de modo pendular a la racionalidad contraria, esta lógica del desamparo y el laberinto asumidos completamente, lógica que implica el ejercicio desgarrado de la ética como imperativo categórico y vital?
»¿Es fácil, por ejemplo, ser Antígona frente a Creonte?» Armando Almánzar-Botello
——————————————————————–
IMPERATIVOS, DESEO Y ACTO ÉTICO PURO (Nota breve)
«Razón fronteriza, atascada cópula»: Lacan, Trías, Alemán Lavigne…: «Si la definición de lo real fuera únicamente la exclusión del sentido, no habría razón fronteriza. Que lo real excluya al sentido no agota la relación de lo real y el sentido en Lacan. El esfuerzo topológico de Lacan apunta a pensar las vecindades, las fronteras de esta articulación.» Jorge Alemán Lavigne
«Existe un conjunción/disyunción entre la Deutung (interpretación), la Bedeutung (significación) y el Sinn (sentido), por un lado, y lo real de la pulsión de muerte y el goce, por el otro. Se trata de una lógica del “límite”, de la “atascada cópula”, de la “razón fronteriza” y de los sujetos inevitablemente limitados…» Armando Almánzar-Botello
«La ética del sujeto de la escritura no coincide de forma absoluta con la moral del individuo político en su accionar mundano. Los panfletos antisemitas de Louis-Ferdinand Céline no restan valor a la obra literaria de ficción del genial autor de “Muerte a crédito” y “Viaje al fin de la noche”, ¡pero no dejan por ello de ser abominables!» Armando Almánzar-Botello
Por ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO
Imperativo “hipotético” kantiano: Simple cálculo de conveniencia, “interés en el interés”, mero actuar “de acuerdo ‘con’ el deber” y “no ‘por’ deber”; programación de un accionar “no autofundamentado” que olvida el “más allá del principio del placer” y se reduce a una lógica circular del comercio y el beneficio egotista.
El imperativo “categórico” kantiano, por el contrario, permite el acto ético propiamente dicho: acto fronterizo, limítrofe (Kant, Trías, Lacan, Žižek, Zupančič), efectuado a cuenta y riesgo propios del sujeto (Parresiastés: Foucault); acontecimiento revelador de verdades peligrosas ocultas por y para la doxa.
Dicho acto ético consume un determinado campo simbólico, lo pulveriza, lo redescribe, y genera la creencia en universos simbólicos inéditos, más allá del principio del placer, más allá de la seguridad de los límites y pretiles entendidos como acotaciones programadas, no de la voluntad de goce apropiante de los objetos del mercado, sino de la potencia deseante que abre a lo (im)posible.
El acto ético del “sujeto procesual” (J. Kristeva), pone a dicho sujeto en contacto con la fuerza transgresiva y creadora de su “propio” deseo inconsciente.
El imperativo categórico permite explorar el riesgo que implica, para la corporalidad-subjetividad, transitar por aquella zona indeterminada que, de un modo cuasi-experimental y vitalizante, el segundo Wittgenstein, el de las Investigaciones filosóficas, pensó como problemático “laberinto de fronteras” entre un sentido firme, proveído por la tribu, apaciguador y garante de la estabilidad del sujeto en el mundo, y el peligroso advenimiento del “sinsentido fáctico” que viene a desbaratar la infatuada certeza de lo dado…
El deseo, con su mayor o menor grado de potencia, constituye a los sujetos como instancias activas en su heterogeneidad indomeñable (G. Bataille).
La voluntad de poder es deseo intensivo, como nos recuerdan Lacan y Deleuze siguiendo a Nietzsche: pura potencia deseante que tiene como causa o principio a un objeto real que se escapa, en fuga metonímica perpetua, y que abre en la subjetividad un “querer su libre querer” (Hegel) en la afirmación selectiva de aquello que deviene.
Imperativo categórico: “interés en la acción desinteresada” (Kant, Badiou, Lacan, Derrida), cuyos motivos escapan a la lógica circular del falso don, al endeudamiento como esclavización simbólica del otro y al contra-don como “sofrosine”, como apaciguamiento y borradura de la huella que nos inscribe, descuartizándonos, en cierta inevitable diseminación, en la banda de dispersión constituyente que desborda, en lo social, aquello establecido y consagrado como contrabanda del contrato y su medida común sujeta al interés (J. Derrida).
¿Le es dable al ser humano vivir a plenitud, sin recurrir de modo pendular a la racionalidad contraria, esta lógica del desamparo y el laberinto asumidos completamente, lógica que implica el ejercicio desgarrado de la ética como imperativo categórico y vital?
¿Es fácil, por ejemplo, ser Antígona frente a Creonte?
¿Qué sería, en este particular contexto, lo que algunos denominan, hablando en términos zoológicos, el terror del polluelo carroñero cuando no se encuentra bajo el ala protectora de los buitres paternos?
Armando Almánzar-Botello
——————-
Septiembre de 2012
Santo Domingo, República Dominicana.
© “Cajón de cirugías. Triple moral en espejo convexo” en:
Blog Cazador de Agua, miércoles, 15 de mayo de 2013
Blog Otros Textos Mutantes
Miércoles, 3 de febrero de 2016
© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor.
——————————————————————–
¿QUÉ ES PARA TI LO IMPOSIBLE? ¿AQUELLO QUE NO CESA DE DARSE O AQUELLO QUE NO CESA DE NO DARSE? ¿LO IMPOSIBLE SE DA O NO SE DA? (Pregunta del doctor Fidel Munnigh al escritor Armando Almánzar-Botello)
Armando Almánzar-Botello responde:
—La respuesta depende del contexto teórico que utilicemos como referencia.
En el campo conceptual de Jacques Lacan, LO IMPOSIBLE es “lo que no cesa de no escribirse”. Es decir, lo imposible es lo Real, en tanto que escapa, resiste y excede a la simbolización, al matema y a la función lógica como escrituras.
Por ello, Lacan afirma que “la naturaleza” no es lo real-imposible como resto, pues ella es lo calculable por la ciencia.
Lo real como exceso es el vacío que impide el cierre de la simbolización.
En ese sentido, lo real-imposible difiere de la realidad, que sí se escribe y participa de lo simbólico y lo imaginario. Lacan considera que la relación de plena o perfecta complementación sexual no existe, es imposible. Esa imposibilidad promueve el amor como sinthome. Eso no quiere decir que no haya copulación. La hay. Pero disyunta…
Para Jacques Derrida, siguiendo a Marcel Mauss, a Lacan y a Heidegger, el Don es lo que “no-cesa de darse”, pero sin retorno, sin la circularidad del comercio, sin aspirar al pago de la deuda.
El don no cesa de darse, pero no debe saber que se da. Por ello Derrida lo piensa también como lo imposible: un don que es puro olvido de sí, ceniza, restancia diseminal… Un don que no endeuda porque no conserva la memoria de su exceso.
En este sentido, se tiende asintóticamente a la justicia como don, pero ella es de hecho lo inalcanzable por excelencia: pura línea de fuga con la que debemos medir nuestros pequeños “dones” prisioneros en la estructura circular —“odiseica”, dice Derrida—, del comercio, el cálculo de conveniencia, la “filantropía” con usura, la competencia descarnada y la simple juridicidad formal.
Lo simbólico, dado el hecho de que hace vínculo y/o lazo social, es circular por necesidad: debe escribirse; se escribe…
El amor, se escribe, pero tiende a lo imposible… “amor constante más allá de la muerte”, dijo el poeta Quevedo. Pasó de moda… ¿Pasó de moda, practicantes de la ética del célibe, cínicos competitivos, insulsos autistas de lalangue?… ¡No todos somos James Joyce!…
El amor, que nace del encuentro CONTINGENTE y su “cesa de no escribirse”, aspira a LO NECESARIO por su intrínseca vocación de permanencia: “no cesa de escribirse”, en eso que Lacan denomina la carta de “a(l)mor”. Su dimensión trágica consiste en que se produce sobre un fondo que “NO CESA DE NO ESCRIBIRSE”: lo real de la muerte, como lo que viene a destruir todos los juegos del yo (moi) imaginario y su retórica falsa de simulada y frívola “esquizia”.
Es necesario promover aquí un impersonal: “no Se cesa y no Se acaba de morir” (Blanchot), hasta que el yo (moi) muere de hecho, sí, pero cediendo su lugar a las singularidades nómadas, “preindividuales” e “impersonales”, que son “la vida la muerte” (Derrida), y que atraviesan al individuo entendido como integridad molar temerosa de su propia disolución, de su oportunista y encanallado prestigio yoico (Lacan, Deleuze).
LO CONTINGENTE: “cesa de no-escribirse”. Por eso, Lacan considera que el amor se inicia como “el encuentro fortuito de dos huellas en el exilio”…
LO POSIBLE es lo que “cesa de escribirse”: suspensión de la compulsión de repetición padecida, reescritura-curación del síntoma en su significación de síntoma-sufrido (symptôme), para dar paso al «sinthome» sostenido como nudo borromeo y acto de creación.
El sinthome o sínthoma, entonces, en su particular modalidad de invención, suple a la forclusión del Nombre-del-Padre, en un proceso que no-cesa-de escribirse… de darse.
El inteligente amigo (se trata de un diálogo que sostenemos jóvenes novatos interesados en el psicoanálisis “filosófico”; ¡perdón por mi nueva juventud intelectual!), me argumenta:
—En esta breve conceptualización tuya de lo imposible, echo en falta un autor fundamental que apenas citas y que se ocupó también del tema de lo imposible: Georges Bataille
Armando Almánzar-Botello responde:
—Sí, querido amigo, los conceptos de “exceso” y de “imposible” en Lacan, tienen, indudablemente, sin analizar el núcleo aristotélico de esta última categoría, una fuente insoslayable de inspiración en Bataille —Lacan hasta se casó con la viuda de Bataille…—, pero lo que te expreso sobre lo imposible es un deslinde que espero sepas aprovechar… para una más justa evaluación de cierta escritura ideológica que pretende hacerse dominante aquí en los predios locales…
Político-culturalmente hablando: ¿qué es hoy “lo imposible” en la República Dominicana?
Jacques Lacan, indudablemente, aprendió y confirmó muchas cosas importantes en su relación dialógica con los textos de Georges Bataille, pero, “al articular los nexos entre la clínica, el deseo, el amor, el inconsciente, el goce y la pulsión”, logró unos niveles de formalización que nuestro admirado y gran pensador-artista, autor de Historia del ojo, Lo imposible, Mi madre, Madame Edwarda, El ojo pineal, El ano solar, La parte maldita”… etcétera, no se propuso alcanzar en su lúcida, extraordinaria práctica de la escritura…
——-
8 de diciembre de 2010
© Armando Almánzar Botello. Santo Domingo. República Dominicana.
Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
——————————————————————–
DIVAGACIONES EN TORNO A LA VIOLENCIA (La muerte, la castración y el deseo)
Carta abierta a un facundo amigo poeta que no conoce ni le importa el vertedero de Cancino Adentro
Por Armando Almánzar Botello
Sin que debamos concebir la pulsión como un ente orgánico (más bien es un constructo o “artefacto” susceptible de desmontaje, y toda pulsión siempre es de muerte), ella es lo imposible de un real que no se deja asimilar de modo pleno por lo simbólico.
Sí, querido poeta, el deseo convoca y confirma a la muerte; ese deseo no es posible sin una aceptación de la muerte, pero sólo si opera más allá del principio de placer como mera evitación de la falta, de la carencia, del displacer ligado a la experiencia de la pérdida y a la confrontación con lo real de la Cosa obliterada.
Por ello se ha dicho: la ética del psicoanálisis no es una ética superyoica del goce. El ¡goza! es un falso imperativo categórico propio de un “carpe diem” neoliberal y hedonista: banalidad del mal en el Discurso capitalista del Amo y su Mercado. El psicoanálisis comporta una ética que apunta al goce a través de “la escala invertida de la ley del deseo”, tal como nos recuerda Jacques Lacan.
El psicoanálisis nos concede también la libertad de no gozar (S. Žižek), nos permite sustraernos al goce padecido que se reduce a una mera imposición o mandato superyoico; la experiencia analítica nos habilita para gozar de otro modo distinto al que implica ese goce “mercadológico” y “periodístico” del síntoma convencional: el “¡goza!” en su calidad de tapón y apetito compulsivo de compensación psicosocial e histórica, de simulacro letrado y gran mascarada.
Nada de “Happy hour perpetuo” con la supuesta escritura programada. Más bien goce del “sinthome” (contraefectuación del síntoma incordiante) con todo lo que ello implica de diferencia y reposicionamiento estructural de un sujeto temperado con respecto al goce del “symptôme” usual en su condición de goce padecido, cínico, encanallado, espectacular, resultado penoso de una catastrófica bulimia existencial que pretende vampirizar al otro negándole toda realidad como otro de pleno derecho.
El desamparo (Hilflosigkeit), es la forma en que el sujeto vive la posibilidad de su muerte; es resultado de la exposición del sujeto, situado más allá de la angustia (Angst), a la dimensión imprevisible del acontecimiento que proviene de la “extimidad”, de la alteridad constituyente.
La Represión Originaria (Urverdrängung) rechaza el goce bruto del cuerpo, operando sobre él, con la letra, el significante y la “metáfora paterna”, un vaciamiento de su gloria extática, para que se constituya el goce del Otro propiamente dicho, en tanto que goce reprimido, temperado, cernido, “lenguajeado”, marcado por la carencia como significante de la falta de Ser.
La violencia divina, esa que menciona Walter Benjamin (hay que mencionarlo por su nombre completo para evitar la ilusión de que todas estas ideas son nuestras: debemos aceptar aquí la pérdida, my baby), no alude a la violencia segura del poder constituido, avalada por el Gran Otro del Estado o del Mercado, sino a la decisión ética tomada en responsable soledad (S. Žižek), sin garantías trascendentales, en ausencia de “catecismos” de grupo y de sustentación en la “moral pragmática” de los poderes fácticos. ¡Tú lo sabes!
“Temor y temblor” de la decisión ética en el horizonte de la justicia, en la radical exposición a la vulnerabilidad o letalidad del otro —a su lado Cosa freudo-lacaniana, monstruosa por atípica y no específica, mas necesaria—, pero exposición sin la garantía de un Dios, sin el Partido, sin el Estado, sin la Pandilla o sin el “regateo del Mercado” (Jacques Derrida), como instancias garantes o incitadoras de nuestros actos (riesgo del terror fundamentalista en sus diferentes modalidades asesinas).
Violencia divina no es la de Creonte, sino la de Antígona. Violencia es la de cada cual cuando en lúcida soledad y angustia se decide a “tomar” la justicia ardiente en sus manos de cara al rostro vulnerable y/o amenazante del otro…
Hay que renunciar primero al goce, aceptando la pérdida y la muerte, para que podamos alcanzarlo, sin trascendencia onto-escato-teo-teleológica, en la “la escala invertida de la ley del deseo”.
Dice Lacan, por intermedio de Néstor A. Braunstein, que existen tres Goces: “goce del ser más acá del corte” (riesgos: la psicosis y el paso al acto asesino); “goce fálico” (riesgos: la neurosis y/o la perversión), y el “goce más allá del corte” (riesgos: la poesía, el erotismo, el amor, la santidad y la nueva revuelta).
Por eso Kant, Freud, Marx, Lacan, Derrida, no eran meros perversos en el sentido “técnico” del vocablo. Perverso: el que hace semblante de gozar, en lugar de gozar de hacer semblante (con lo que implica esto último de aceptación de la castración: Corte y vaciamiento de goce operados por la letra y el significante; compromiso y/o tensión entre banda de movilidad/dispersión y contrabanda de estabilidad/concentración. Alianza necesaria para “la vida, la muerte” (Derrida), entre dispersión del proceso primario del inconsciente y concentración de los procesos secundarios del psiquismo. (Freud).
Poner en juego la pulsión de muerte en el texto y en la vida, implica entonces una metamorfosis o transmutación “creativista” de la mera destrucción en bruto. Lo que no niega el hecho de la violencia real en una “economía ética de la violencia” (Levinas, Blanchot, Derrida).
Lo eternamente cuestionable es “la seguridad del juego fundado” en la que se afirman, sin riesgo, el “poder asesino” y su violencia estructural, sistémica, cínica, administrada por los diversos agentes de buena y aséptica conciencia puestos incondicionalmente a su servicio.
Ejemplos de violencia estructural en el mundo contemporáneo, mi querido poeta, podemos observarlos en estos hechos:
1) Falta de atención médica de calidad para la mayoría de la población.
2) Falta de educación idónea para los ciudadanos y ausencia de las precondiciones mínimas para efectuar el proceso de enseñanza.
3) Ausencia de auténticas oportunidades de trabajo productivo.
4) Suspensiones en el suministro de energía eléctrica y de múltiples servicios a los ciudadanos aunque se paguen los impuestos correspondientes y las bárbaras tarifas.
5) Desatención por los diversos gobiernos a los aparatos productivos nacionales, para responder tan sólo a la voracidad de las grandes corporaciones transnacionales y a las ambiciones personalistas de políticos y comerciantes importadores canallas, en perjuicio de los reales intereses básicos de los pueblos.
6) “Democratización” abusiva de las penalizaciones fiscales con protección directa o indirecta a los márgenes de beneficios del gran capital.
7) Acoso a la libertad de libre expresión del pensamiento bajo amenaza de que te pueden suspender como castigo las posibilidades laborales de sobrevivencia, zombificarte socialmente, y, en el peor de los casos, arrancarte la vida misma… etc., etc., etc.
Pero el sujeto ético, querido amigo poeta, “avanza solo y traicionado”; y en el horizonte del goce como tropiezo, como felicidad sin esperanza de nuestro (des)encuentro tíquico con lo real, se perfila lo fallido, la diferencia, la fisura, la desubjetivación y la muerte como grado cero y matriz de toda (de)subjetivación…
No obstante, parafraseando a Lacan: ¡yo persevero, tú perseveras, él persevera: nosotros perseveramos!
Y como decía el gran poeta español Luis Cernuda:
¿Qué herencia sino ésa recibimos?
¿Qué herencia sino ésa dejaremos?
———
28 de Agosto de 2010
Blog Cazador de Agua
28 de Agosto de 2010
© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor.