De la focalización a la manipulación electoral
Por Rafael Alburquerque
Cuando comenzó el gobierno del presidente Fernández en 2024, diseñamos un Sistema de Protección Social de vanguardia. Utilizamos en forma eficiente los fondos públicos, y priorizamos la selección de familias que, por su condición social, demandaban con urgencia la atención del estado.
Para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas el Siuben seleccionaba, la ADESS pagaba y el programa Solidaridad atendía. La lógica era simple, pero muy potente. El que seleccionaba no pagaba ni atendía, el que pagaba no seleccionaba ni atendía, y la instancia que atendía ni seleccionaba ni pagaba. Con este trípode inédito evitamos la corrupción y el clientelismo político.
En 2012 el costo de la tarjeta Solidaridad era de RD$12 y la puerta de entrada a los programas sociales era el Siuben. Con el PRM las cosas han cambiado, para mal. Hoy, el Siuben ya no selecciona, la ADESS no existe, no se emiten listados de beneficiarios, la tarjeta Supérate no tiene nombre ni número de cédula, su administración se privatizó, su emisión cuesta 10 dólares y RD$100 su distribución. Se reparten bonos navideños como entradas para el circo, y se entregan almuerzos y cenas navideñas a 93 de cada 100 dominicanos. Para el PRM, la política social es un negocio.
El programa Supérate se dedica a la compra de votos. En solo 4 años, transitamos de la prudencia fiscal a la piñata electoral. El clientelismo político se consolida como legado de este gobierno.
La separación y autonomía entre las entidades encargadas de seleccionar los beneficiarios, administrar las transferencias y atender a las familias se diluyó. Estamos pagando el costo fiscal de un gobierno irresponsable que usa los subsidios para comprar votos.
Nuestro gobierno asignaba recursos a las familias con mayores necesidades, evitando su dispersión. Con el PRM los fondos públicos se destinan para conseguir resultados electorales. Lo lograron.
En 2024, el estado asignó RD$27,170 millones al programa Aliméntate, 3.25 veces más de los RD$8,353 millones de lo pagado en 2019. El aumento se explica, fundamentalmente, por la inclusión de 583,854 hogares, pasando de, 802,898 a 1,386,852, entre 2019 y 2024.
Cuando los hogares en pobreza general (537,364) se comparan con los beneficiarios de Aliméntate (1,500,000), existe un excedente de casi un millón de familias (962,636) que por su condición socioeconómica no deberían recibir subsidios. O faltan pobres, o sobran beneficiarios.
Esta manipulación de los padrones costó RD$13,447 millones, transferidos a hogares no pobres. Según datos de la ENCFT, en 2024 el programa Aliméntate entregó RD$13,668 millones al 50% de los hogares de mayores ingresos -ubicados en los deciles 6 a 10-, violando la reglamentación del Siuben.
También abultaron los padrones de Bono Gas Hogar y Bono Luz. La ENCFT confirma que, en 2024, el 50% de los hogares con suficientes ingresos recibieron parte importante de los dos subsidios, principalmente, del Bono Gas Hogar. El 53.4% de los beneficiarios pertenecían al 50% de los hogares con mayores recursos. De los RD$7,315 millones pagados, RD$3,906 millones se entregaron a familias que no requerían apoyo (deciles 6 a 10). Se les transfirieron RD$3,409 millones. En el caso de Bono Luz, los traspasos fueron de RD$4,358 millones, confirmando que, el 50.6% de los beneficiarios no requerían apoyo de los programas sociales.
En la evaluación de impacto las “filtraciones” son episodios en los que los beneficios de un programa se extienden a familias que, por su condición económica no necesitan apoyo. Esta situación distorsiona los propósitos de la política social, y genera tensiones a las arcas fiscales. En política se llama corrupción.
La compra de votos en mayo de 2024 se vincula con el incumplimiento de las promesas de campaña, demostrando que los partidos que no realizan lo que prometen, son más propensos al uso de los fondos públicos para comprar voluntades y ocultar sus fracasos.
En febrero de 2024 la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció la compra de votos en las elecciones municipales. Asimismo, Participación Ciudadana constató la compra de votos en el 16% de los recintos electorales, y señaló que el PRM compró votos y realizó proselitismo en los alrededores de los recintos electorales en clara violación a la Ley de Régimen Electoral y de Partidos.
Debemos aprender del pasado. La historia documenta episodios aleccionadores para la República Dominicana. Luis Felipe I de Orleans, conocido como el “Rey Burgués”, gobernó Francia entre 1830 y 1848. Inició con apoyo popular, pero su reinado se caracterizó por un creciente descontento social. Su gobierno priorizó los intereses de la clase alta, dejando de lado las demandas populares y generando desigualdad social. Su reinado simbolizó el triunfo temporal de la burguesía, y su incapacidad para satisfacer las demandas populares. Las malas cosechas, el desempleo y la corrupción generaron protestas populares.
Cualquier semejanza con la realidad es coincidencia. El torneo electoral del 2028 se vislumbra en el horizonte. El pueblo está despertando y se mantiene al acecho.

