Dos personajes un solo objetivo

Hernando Calvo Ospina

Dos personajes han estado al frente de dos momentos únicos que removieron las estructuras del hemisferio occidental. El sacudón fue tan fuerte que este lado del mundo no volvió a ser igual.

El primero lo protagonizó Fidel Castro, quien junto a sus Barbudos derrocó a una sangrienta dictadura apoyada por Estados Unidos, el Primero de enero de 1959. Cuba se convirtió en el primer territorio liberado y soberano de América Latina. Se iba la primera oveja del corral, por lo tanto Washington tuvo que readaptar todo su sistema político, militar, económico y hasta social para que ello no se repitiera. Pero el ejemplo de Cuba ya estaba caminando. Por tanto muchos pueblos latinoamericanos y caribeños empezaron a rebelarse. Washington, con el apoyo de la burguesías naciones y sus ejércitos, supo controlarlas a sangre y terror.

El segundo personaje se llama Hugo Chávez. Existen varias fechas con sus momentos a tener en cuenta con él. Digamos que durante los primeros diez años del segundo milenio le puso patas arriba a nuestra América Latina y el caribe a Washington, convirtiéndose en el primer enemigo a batir, a desaparecer como fuera. Y se utilizó desde los golpes de estado y atentados terroristas hasta denigrantes campañas acolitadas por los medios de prensa del mundo.

El comandante Chávez realizó el sensacional pecado de llamar a la integración latinoamericana. Y le fueron respondiendo muchos gobernantes, apoyados por sus pueblos. Con su ejemplo y del pueblo bolivariano de Venezuela, se vió que era posible caminar sin el repique de Washington. Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Uruguay… Y todos los gobiernos latinoamericanos le respondieron, así todos no estuvieran totalmente convencidos de la necesidad de esa unidad.

Políticamente, pero también en lo económico, América Latina vivió una década de unidad, de integración, donde los pueblos vieron mejorado su diario vivir. Pues el objetivo central era ese: que la mayoría de latinos en la pobreza y miseria volvieran a ser visibles, a existir porque la dignidad de su día a día mejoraba.

Y junto a Chávez marchaba Fidel y viceversa. Se convirtieron en el dúo dinámico que hizo de nuestra América Latina y caribeña tierra en búsqueda de esa soberanía que solo la integración puede lograrla.

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