El Teniente Amado García Guerrero, («Amadito»).
Este 2 de junio, se cumplió años de tu nacimiento y de tu muerte; que Dios te tenga es Su Gloria y duermas el sueño de los justos.
Nació el 2 de junio de 1931, en La Romana.
-Juan Bosch escribió:
“.. Si tengo esa gratitud por los que mataron a Trujillo, tengo también grados en la admiración por cada uno de ellos; y entre todos, al que más admiro es al teniente Amado García Guerrero, un militar del pueblo, espécimen extraordinario de hombre en cualquier parte.
Amado García Guerrero no sobrevivió a la muerte de Trujillo sino dos o tres días; fue cazado a tiros por los asesinos de Ranfis, aunque tuvo la fortuna de morir peleando, gracia que no disfrutaron todos sus compañeros, y como no vive no podrá confirmar lo que voy a contar; pero aseguro que es cierto porque me lo relató alguien que lo supo de los propios labios de García Guerrero.
El teniente Garcia Guerrero, de origen humilde, tenía esa coherencia, esa consistencia moral que uno halla en la gente del pueblo dominicano y que no encuentra en la clase media sino como excepción.Por su seriedad y decisión, había sido llevado al cuerpo de ayudantes de Trujillo, y allí, oyendo a sus compañeros contar detalles de la vida del tirano y viendo a éste de cerca, le cobró un odio mortal, odio de dominicano herido en lo más íntimo de su entraña por la vulgaridad, la falta de nobleza, el engreimiento, la rapacidad y la maldad de aquel hombre. Resuelto a actuar para librar a su país del mal engendro que había hecho de la tierra dominicana la morada del crimen, entró en el complot que culminaría en el tiranicidio del 30 de mayo de 1961, y debido a su puesto en la ayudantía militar del llamado «generalísimo», resultó ser el factor clave de la conjura.
Sin Amado García Guerrero hubiera sido muy difícil, casi imposible de matar a Trujillo, pues él era quien conocía
los movimientos del tirano y quien se los comunicaba a los conjurados.
Pues bien, cuando ya García Guerrero tenía uno o dos meses participando en el complot, recibió una llamada para que fuera al SIM. Era medianoche y al entrar en la casa de torturas llamada «La Cuarenta», García Guerrero vio guiñapos humanos deshechos, sangrantes, que ya no tenían fuerzas ni para gemir. «Lo he llamado para que mate a ése hombre», le dijo el jefe del SIM, señalando a una figura que estaba sentada en un sillón. García Guerrero pensó rápidamente :
“Saben algo y quieren ponerme a prueba. Si me niego, me torturarán para sacarme los nombres de mis compañeros; si no me niego, creerán en mí y en lo que les diga.»
El valor que necesitó García Guerrero, un hombre entero, para no responder con una injuria, una bofetada o un tiro al asesino que le proponía un crímen, es algo que está más allá de lo que puede esperarse de un valiente.
Tenía que mantenerse sereno, no dar la menor muestra de vacilación, conservarse él y conservar a sus compañeros de conjura para el acto que debía librar al país del tirano y de su régimen. Cogió, pues la pistola que le extendía el jefe del SIM y mató al desconocido”.
(“Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana”).
Al poco tiempo se enteró de que el hombre que había matado era el hermano de Luisa Gil. Salvador Estrella Sadhalá (quien era parte del complot y lo había integrado al mismo) trató de consolarlo diciendo: «Es una mentira, Amadito, pudo haber sido cualquier otro hombre. El te engañó, olvídate de lo que te dijo. Olvídate de lo que hiciste”.
García Guerrero juro asesinar a Trujillo.
(La razón de la negativa de Trujillo al matrimonio de García se debía a que el hermano de su novia había buscado asilo político en una embajada extranjera de la capital dominicana producto de la persecución a éste por su propaganda antitrujillista).
García Guerrero participó directamente en la emboscada y disparó contra Trujillo.
El 2 de junio de 1961, agentes del Servicio de Inteligencia Militar, entraron a la casa número 55 de la avenida San Martín (residencia propiedad de familiares de García) donde lo encontraron escondido. Después de responder a los ataques de los agentes del SIM, cayó abatido.
Cumplía ese día 30 años de edad.