Temas de corrupción y violencia dominan campaña electoral en Chile
Por Carmen Esquivel
A las puertas de los comicios municipales y regionales, dos temas dominan hoy el panorama electoral en Chile: el creciente clima de inseguridad ciudadana y la corrupción en el sistema judicial que golpea a la derecha.
Más de 15 millones de personas serán convocadas a las urnas los días 26 y 27 de octubre para escoger a los alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales, en una contienda de carácter obligatorio y que podría ser un termómetro para las parlamentarias y presidenciales de 2025.
Si bien la campaña se inició oficialmente el 28 de agosto, es en octubre cuando comenzó a tener cierto impulso, con los debates en televisión, el despliegue aún escaso en las calles y plazas y la promoción de candidatos en redes sociales.
Aún así, la más reciente encuesta de la firma Plaza Pública Cadem revela que 42 por ciento de la ciudadanía manifiesta tener poco o ningún interés por la contienda, frente a 36 que se mostró entusiasmado por el proceso.
En cuanto a las preferencias, el sondeo muestra un empate técnico entre quienes votarían por un candidato que busca la reelección (37 por ciento) o por otro que represente un cambio (38).
El escenario ha estado permeado por el Caso Audios, un hecho de corrupción protagonizado por el influyente penalista Luis Hermosilla, imputado por lavado de activos, soborno y fraude tributario, y que salpica a jueces, fiscales y personajes de la elite política.
Por el escándalo fue suspendida la magistrada de la Corte Suprema Ángela Vivanco, quien enfrenta una acusación constitucional; varios empresarios están en prisión preventiva y se investiga a antiguos funcionarios públicos.
En una de las aristas de este caso, la fiscalía citará a declarar en calidad de imputado al miembro de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) Andrés Chadwick, exministro del Interior durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022).
Analistas consideran que el también llamado Caso Hermosilla podría traer consecuencias electorales para la coalición conservadora Chile Vamos, que integran la UDI, Renovación Nacional y Evópoli.
Otro tema que afecta al proceso es el aumento del clima de inseguridad, la principal preocupación de los chilenos, por encima de los problemas económicos o de salud.
Sólo este año han sido asesinadas aquí más de 670 personas, además de registrarse hechos de alto impacto que costaron la vida a niños y adolescentes.
Pese al plan Calles sin Violencia, al reforzamiento de las policías y otras medidas adoptadas por el Gobierno, aumentan los asaltos y balaceras, un fenómeno que no es nuevo y que las autoridades atribuyen sobre todo al narcotráfico y el crimen organizado.
Cuando queda menos de un mes para las elecciones, el tema de la inseguridad es usado por la derecha y la ultraderecha para desviar del foco mediático la repercusión de los escándalos de corrupción.
En las últimas horas, la bancada en la Cámara de Diputados de Renovación Nacional (RN) intentó impulsar una acusación constitucional contra el presidente de la República, Gabriel Boric, la cual fracasó por la falta de apoyo del espectro político, incluso de la directiva del propio partido.
Pero está pendiente la aprobación o no de un juicio político, promovido por el Partido Republicano, de extrema derecha, contra la ministra del Interior, Carolina Tohá, por la crisis de seguridad.
Una de las interrogantes es cuánto impactará el tema de la violencia a los candidatos de las formaciones del oficialismo.
En la contienda participarán varios pactos, y entre los más representativos figuran el oficialista Contigo Chile Mejor, que agrupa a formaciones de izquierda y centro.
Entre ellas están los partidos Socialista, Comunista, Radical, Liberal, el Frente Amplio (Convergencia Social y Revolución Democrática), Comunes, Partido Por la Democracia, Federación Regionalista Verde Social, Acción Humanista y la Democracia Cristiana.
Otra alianza que estará en la lid es la coalición opositora de la derecha tradicional Chile Vamos.
También irán cada uno por sus propios caminos el ultraderechista Partido Republicano; el Socialcristiano, de tendencia conservadora y vinculado a las iglesias evangélicas; el Partido de la Gente y los Independientes.
Exmiembros de la desaparecida Concertación de Partidos por la Democracia se unieron en el pacto Centro Democrático, formado por Amarillos por Chile y Demócratas.
Igualmente se sumó a la carrera la alianza Izquierda Ecologista Popular, integrada por los partidos Igualdad, Humanista, Popular y Comunista-Acción Proletaria, además del Movimiento Allendista y otras organizaciones sociales.
Si ninguno de los candidatos a gobernadores obtiene la mayoría de votos, se efectuará una segunda vuelta el 24 de noviembre.