¿Aliado o condicionante?: el ambiguo rol del FMI en el programa económico de Milei

SPUTNIK. La aprobación de la revisión de las metas trimestrales asumidas con el principal prestamista del país allana el camino para un nuevo desembolso de fondos, en medio del ordenamiento macroeconómico impulsado a caballo de un drástico ajuste fiscal que impacta en salarios y jubilaciones. El peso del swap con China y la dependencia hacia el organismo.
Finalmente, Washington dio luz verde al programa económico libertario. El equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que el Gobierno argentino sobrecumplió las metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservasen el Banco Central. De este modo, se allana el camino para desembolsos por 792 millones de dólares para robustecer las arcas públicas.
Si bien se trata de la octava revisión del programa de Facilidades Extendidas firmado en 2022 durante el mandato de Alberto Fernández (2019-2023) —para refinanciar el crédito récord contraído en 2018 por Mauricio Macri (2015-2019)—, la presente constituye la primera íntegramente atribuible a la presidencia de Javier Milei.
El comunicado del organismo enfatizó en que la gestión económica alcanzó «unos resultados mejores de lo esperado», dado que «todos los criterios de desempeño del primer trimestre se sobrecumplieron». Es que, tal como prometió el flamante mandatario durante la campaña, el ajuste fiscal ejecutado por el Poder Ejecutivo es aún más drástico que el que exigían las autoridades en Washington.
En el último trimestre, Argentina exhibió un superávit fiscal primario que cuadruplica al previsto en las metas del Fondo, además de una acumulación de reservas de divisas que supera en 2.000 millones de dólares a las exigidas, y una emisión monetaria acorde al programa.

Un respaldo con matices

«El Gobierno debe haber celebrado el comunicado. Es un fuerte impulso a la política económica que ha desplegado», dijo a Sputnik Ramiro Tosi, director de finanzas de la consultora Sudamericana Visión y exsubsecretario de finanzas de la Nación (2019-2022), durante la gestión de Alberto Fernández.
Según el economista, «es una buena noticia que el principal acreedor del país no esté poniendo palos en la rueda. Sin embargo, no creo que esto tenga mayor impacto: el FMI no dice nada que no sepamos en cuanto al fortísimo ajuste fiscal, por lo que el efecto del comunicado debería ser matizado».
La noticia llegó mientras se publicaba el dato esperado por el Gobierno: el 8,8% de inflación mensual que arrojó abril —primera cifra de un dígito desde octubre de 2023— que refuerza el sendero descendentedesde el brutal 25,5% registrado en diciembre tras la devaluación del 50% de la moneda nacional.
Sin embargo, el valor registrado esconde detrás una contradicción en la cosmovisión libertaria: el aplazamiento de la eliminación de subsidios a la energía, que de concretarse repercutirá directamente en las tarifas y, por ende, se trasladará a los costos de producción y luego a la inflación.
Consultado por Sputnik, el economista Martín Kalos apuntó que «a diferencia de lo que uno hubiese esperado, el Gobierno quiere seguir postergando el ‘tarifazo’ para morigerar la inflación, pero la extensión de los subsidios genera un costo fiscal que puede poner presión sobre el programa comprometido con el FMI».

¿Un fondo heterodoxo?

La segunda advertencia explicitada por el experto remite a la sostenibilidad del ajuste, en sintonía con lo expresado por el director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Rodrigo Valdés, durante su última visita a Buenos Aires, cuando pidió que se mejorara «la calidad del ajuste fiscal, no la cantidad».
«El Fondo viene insistiendo en un aspecto clave del recorte fiscal desplegado por el Gobierno: debe ser más progresivo y no recaer solamente sobre los más vulnerables», apuntó Kalos. Los datos hablan por sí solos: mientras los salarios acumulan un deterioro de casi 20% en el último cuatrimestre, el poder adquisitivo de las jubilaciones cayó un 37,6% en el mismo período, de acuerdo al último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El diagnóstico respecto al organismo multilateral de crédito luce unánime. Según Tosi, «al organismo le asusta, sobre todo, el ritmo de licuación de jubilaciones y salarios públicos, además de la falta de políticas para apuntalar el empleo privado. El Fondo celebra el ajuste del Gobierno, pero alerta que para que sea efectivo debe ser sustentable socialmente».

«El FMI nunca dejará de jugar un rol decisivo en la política económica argentina, pero sus recetas son las que propuso el propio Milei, por lo cual sus exigencias no deberían ir en contra del rumbo económico del país», remarcó el especialista.

El costo de la diplomacia ‘hiperideologizada’

La robustez creciente en las arcas del Banco Central enfrenta una amenaza inusitada: la no renovación de un tramo del swap intercambio de monedas con China. De no prorrogarse el acuerdo, el Estado argentino deberá devolver el equivalente a 2.900 millones de dólares en junio y 2.000 millones en julio, en un contexto en el cual las reservas netas de divisas persisten en un terreno neto negativo.
«El mercado está expectante de factores como el swap con China por casi 5.000 millones de dólares. En la medida en que el Gobierno dilate la renovación, esto traerá problemas al propio FMI por la sostenibilidad del programa económico», remarcó Tosi.
«Una de las metas del programa con el Fondo es la acumulación de reservas. Si el BCRA no puede renovar el swap, va a tener que usar reservas propias para cumplir con la devolución del préstamo. China tiene mucho peso en el organismo, y eso puede agregar complejidad a las negociaciones», apuntó el investigador.
El complejo escenario puede inscribirse en la extensa saga de tensiones que han signado a la relación de la administración Milei con Pekín, cuyo punto más álgido llegó cuando el argentino afirmó «no solo no voy a hacer negocios con China: no voy a hacer negocios con ningún comunista».
En ese contexto, signado por el rechazo del flamante Gobierno a la invitación a integrar los BRICS, apareció un factor diplomáticamente inflamable: la publicación del diputado provincial Agustín Romo uno de los armadores centrales de la campaña presidencial de La Libertad Avanza, con la representante de la Oficina Comercial de Taiwán en Argentina.
Según Kalos, «haberse alejado de los BRICS puede haber generado un perjuicio en ese punto. Perder la relación con China puede ser muy perjudicial para nuestro país: nadie, ni Estados Unidos, le pedía a Milei que se alejara terminantemente como viene haciendo».
«El desmanejo de la política exterior es muy marcado. Ningún país del mundo tiene el nivel de fundamentalismo ideológico de Argentina, y eso puede generar un costo para nuestro Estado», remarcó el consultor.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.