Amnistía Internacional y su Injerencia en República Dominicana: Si pedimos respeto, respetemos
Fernando Buitrago
Sí, Amnistía Internacional es una entidad injerencista, una ONG al servicio de los «poderosos» para agredir a nuestros países del sur. Sin embargo, sus posiciones en contra de los resultados de las elecciones en Venezuela nos indican que el frente que debemos hacer contra estas herramientas chantajistas de la mal llamada «Comunidad Internacional» debe ser firme y coherente en todos los aspectos.
Que Amnistía Internacional opine lo que quiera no debería preocupar a las autoridades dominicanas. Al contrario, deberíamos exigir respeto a la soberanía de la nación en temas migratorios y demás. Sin embargo, cuando exigimos respeto a nuestra integridad territorial, a nuestras leyes y a nuestra Constitución, también debemos recordar que, en ocasiones, actuamos de manera similar con otros países de la región. Al final, todos terminamos siendo agredidos.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, entre otras, son entidades financiadas por los países del norte como herramientas mediáticas y de presión neocolonial. Estas organizaciones, en muchos casos, terminan apoyando golpes de estado, como lo hemos visto con la participación de la OEA en Bolivia y ahora en Venezuela.
Debemos encaminarnos a desenmascarar y señalar a cada uno de estos actores. ¿Quién le da cabida, voz y mando a Amnistía Internacional dentro de la República Dominicana? ¿Por qué la República Dominicana debería «contestar» a una ONG financiada por grandes grupos de presión mundial que buscan mantenernos como colonias?
La posición del gobierno venezolano de exigir respeto a su autodeterminación, su constitución y sus instituciones tal vez ahora es más comprensible, especialmente cuando uno de los «tanques de ataque» de la mal llamada «Comunidad Internacional» viene a presionar a los dominicanos y a su presidente.
