La crítica occidental al Papa Francisco
AL MAYADEEN. Las campañas contra la máxima autoridad del catolicismo llegaron a los conservadores católicos estadounidenses, quienes lo calificaron de «retrasado» por elogiar la cultura rusa.
El imperialismo de Estados Unidos y sus cómplices en las instituciones religiosas criticaron al Papa Francisco por describir a Rusia como «una gran madre y una gran cultura».
Las campañas contra la máxima autoridad del catolicismo y llegaron a los conservadores católicos estadounidenses, quienes lo calificaron de «retrasado» mental.
Ucrania tampoco dudó en participar en la campaña, pues un portavoz del gobierno de Kiev calificó la frase sobre Rusia de propaganda «imperialista» generada en Moscú.
Para desacreditar sus palabras, emitieron acusaciones preparadas y descripciones bien estudiadas, sin tener en cuenta la posición religiosa y moral del Papa, y sin escrutinio ni búsqueda de las intenciones del jefe de la Iglesia en cuanto a su valoración de la nación rusa.
El Papa acusó a algunos líderes de la Iglesia católica estadounidense de «abandonar las doctrinas cristianas en favor de ideologías políticas», y dejó claro su interés al emitir el comentario, con el cual solo «animaba a la juventud rusa a divulgar lo mejor de su cultura».
Esta avalancha de odio y abuso no es aislada ni cinrcunscrita a sus valoraciones recientes. Las élites políticas y religiosas, controladoras de las mentes estadounidenses y occidentales, no dejan de escudriñar las orientaciones del dignatario, sobre todo desde la guerra de Ucrania en febrero de 2022, para la cual el pidió en muchas ocasiones una solución pacífica.
La nueva campaña de menosprecio contra el jefe de Gobierno en el Vaticano llegó en el contexto de sus críticas a la tradicional política estadounidense.
Menos de un año después de la llegada del líder religioso al Vaticano, las críticas comenzaron a llegar de los católicos y conservadores estadounidenses, comentó el analista de asuntos europeos e internacionales de Al-Mayadeen, Moussa Asi.
Estas críticas respondieron a la condena del sumo pontífice al capitalismo, su interés en el medioambiente en particular, y su política en el mundo en general, muy diferente a de la de los feligreses en Norteamérica, valoró el analista.
