Carta Pública a Yeni Berenice
Distinguida Procuradora Gral. de la República
Magistrada Yeni Berenice Reynoso
Ciertamente, y sin lugar a dudas, el país ganó con la reforma constitucional del pasado año 2024 en lo concerniente al método de selección del Procurador General de la República. Se ha sentado un precedente que resulta ser el punto de partida para la construcción de una justicia independiente. Yeni Berenice, tiene en sus manos el que así sea, y tanto yo como la inmensa mayoría de los dominicanos confiamos en que, ya que no es una funcionaria sujeta a la designación del poder ejecutivo, actúe de manera enérgica, como hemos visto a lo largo de su trayectoria en los casos de muy alto perfil que ha instruido, no sólo en los expedientes de corrupción gubernamental que actualmente cursan en los tribunales, sino en todos los que se encuentran actualmente (y por alguna razón) archivados, y en aquellos “rumores públicos” de esta administración estatal actual de los que se ha hecho eco pero aparentemente no han tenido respuesta de las autoridades que hasta el viernes pasado habían tenido en sus manos el Ministerio Público. Ahora recae en sus manos cambiar la percepción de los dominicanos de que la independencia del Ministerio Público es una farsa, y construir confianza en la ciudadanía para borrar la etiqueta de que es un mecanismo de represión y coacción del Poder Ejecutivo contra sus opositores y detractores.
Magistrada, es usted la encargada de trazar y ejecutar la política de Estado en materia de persecución judicial, y todos los dominicanos esperamos que los expedientes que se presenten sean verdaderamente sólidos y robustos, y que las acusaciones no se caigan por fallas en su composición, como ha ocurrido en el pasado donde individuos han sido favorecidos con descargos no porque sean inocentes, sino por la debilidad de las imputaciones. Tiene el chance de brindarle al país la oportunidad de creer en la institucionalidad con la que debería revestirse el sistema de justicia en la República Dominicana, y marcar distancia de todos sus antecesores en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Usted, que de iniciar a sus 17 años de edad como paralegal voluntaria hoy tras un largo paso por todos los niveles del ministerio público ocupa el más alto escalafón en su estructura, conoce bien las precariedades y limitaciones del sistema judicial, y tendrá la oportunidad de adecentarlo, eficientizarlo y dinamizarlo, para que los diferentes actores que le componen y la ciudadanía en general, puedan percibir las mejoras que ha de aplicar en el ejercicio de sus funciones, redimiendo así al desacreditado cuerpo que hoy dirige. Confiamos en su capacidad, su formación y su trayectoria, en que así será, para que su legado en la Procuraduría General de la República el día que baje las escaleras que llevan a su despacho, sea recordado por siempre en la memoria del pueblo dominicano.
Más que una oportunidad para servirle a sus conciudadanos, usted ha sido elegida para asumir un gran reto: el de transformar una institución, o, mejor dicho, construirla desde los cimientos de lo que debía ser y por la intervención de manos negras no se había logrado, para una verdadera reforma en un país que no cree en sus actores judiciales, y la consolidación de un verdadero y genuino Estado Democrático y de Derecho. La suerte está echada Yeni, y los dominicanos apostamos a usted confiando en que como siempre, no nos defraudará. Que El Todopoderoso sea su guía, y la Ley, su espada.
Con optimismo y admiración, me despido.
Santiago R. Castillo