Claver-Carone en el BID es la estrategia «extorsiva» de Trump, dice excanciller argentino
SPUTNIK. La intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer a su candidato Mauricio Claver-Carone como futuro presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apunta a utilizar a ese organismo «de una manera extorsiva» contra los países latinoamericanos, dijo a Sputnik el excanciller y actual senador argentino Jorge Taiana.
La firma de Taiana, que estuvo al frente de la Cancillería argentina entre 2005 y 2010, es una de las ocho incluidas en un inédito documento en el que todos los titulares del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina —desde 1983 a la actualidad— rechazaron la intención de EEUU de quebrar la tradición de designar a un latinoamericano al frente del BID.
En su declaración, los cancilleres argentinos reivindican la necesidad de «sostener el consenso histórico sobre la presidencia del BID», destacando que el acuerdo para evitar que EEUU, el principal aportante de fondos para el banco, también se quede con la titularidad del organismo.
En diálogo con Sputnik, Taiana recordó que la reserva de la presidencia del BID para un latinoamericano fue un acuerdo «explícito» entre EEUU y América Latina desde la fundación del organismo, en 1959. El excanciller argentino señaló que si bien ese requisito no está en los estatutos del banco, el propio presidente estadounidense de la época, Dwight Eisenhower, lo expresó en aquella oportunidad.»El BID fue concebido como un banco para la región, dirigido por un latinoamericano bajo el concepto de que conocía mejor la región, iba a ser más respetado e iba a poder tener más diálogo», explicó Taiana.
En ese sentido, destacó que en 60 años de historia el organismo solo ha tenido cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005) y el colombiano Luis Alberto Moreno (2005-2020).
«El banco tiene 60 años y tuvo cuatro presidentes, es decir, anduvieron bien y se reeligieron varios períodos. Todos fueron reelectos con satisfacción y todos hicieron contribuciones importantes en infraestructura, apoyo social y desarrollo institucional», remarcó.
¿Por qué Trump busca romper la tradición del BID?
Para Taiana, la postulación por parte de EEUU de su asesor personal Mauricio Claver-Carone apunta directamente a quebrar «una costumbre» en relación al BID, aún cuando «en el derecho internacional la costumbre tiene un valor».
Además, el excanciller cuestionó que la postulación de Claver-Carone se hizo de forma «inconsulta» y cuando los países latinoamericanos tenían sus propios candidatos para suceder a Moreno. Taiana recordó que Argentina insiste con la candidatura de Gustavo Béliz y que Costa Rica promueve a su expresidenta Laura Chinchilla (2006-2010). Además, desde Brasil sonó el nombre del economista Rodrigo Xavier. «Hubo varios candidatos y algunos firmes pero sin consulta Trump anuncia que Claver-Carone sería el presidente del BID», cuestionó.
Más allá de los cuestionamientos a la inédita pretensión estadounidense, Taiana también advirtió sobre la idoneidad del candidato de Trump para el organismo latinoamericano. Al respecto, el argentino describió a Claver-Carone como «un señor de la extrema derecha de Miami, anclado en los años sesenta de la Guerra Fría y la lucha contra el comunismo».
«Claver-Carone es un provocador», sintetizó Taiana, según quien la candidatura de la Casa Blanca tiene como objetivo «acentuar la subordinación de América Latina a la política de EEUU», en contraposición al proceso de «autonomía» que se había consolidado durante la primera década y media del siglo XXI.Pero además, Taiana considera que la candidatura también busca «retrasar la creciente influencia china en la región». En efecto, el excanciller argentino recordó que China es actualmente el principal socio comercial de la mayoría de los países latinoamericanos y, además, se ha convertido en un importante «gestor de obras de infraestructura» para la región, tradicionalmente retrasada en ese campo.
Por otro lado, China también está actuando como «agente financiero» en América Latina, a través de créditos swap que según el argentino «ha facilitado las posibilidades de reservas, comercios e inversiones» a Argentina, Brasil y otros países de la región.
Taiana consideró que, con «un hombre duro» de Trump al frente del BID, Estados Unidos utilizará al BID «de manera extorsiva» contra los países latinoamericanos, de forma que «si los países quieren un crédito tendrán que subordinarse a las políticas estadounidenses».
Las consecuencias de cambiar la historia
Las elecciones para un nuevo presidente del BID están fijadas, originalmente, para los días 12 y 13 de septiembre de 2020. Sin embargo, y ante el rechazo que despertó la designación de Claver-Carone, los gobiernos de México, Chile, Argentina, Costa Rica y representantes de la Unión Europea solicitaron postergar la decisión a marzo de 2021.
Hizo lo mismo el Grupo de Puebla —agrupación política que reúne a varios referentes progresistas latinoamericanos— en un comunicado en el que respaldó la postergación de los comicios mientras se escoge «un candidato latinoamericano de consenso».
Taiana destacó el nivel de acuerdo generado en América Latina en relación a que romper la tradición latinoamericana en el BID tendrá «muy malas consecuencias».
«En América Latina hay diferencias entre los gobiernos y retroceso en la integración regional, pero hay acuerdo en el que el resultado de esta acción de EEUU solo va a traer debilitamiento del BID y una reacción de los países, algunos de forma más abierta y otros menos», auguró.El excanciller argentino puso sobre la mesa otro problema que podría plantear colocar a Claver-Carone al frente del BID. «Se arriesga a que, como es probable, Trump pierda las elecciones y tengamos al frente del BID a un señor extremista, distanciado de los países y que va a tener muy mala llegada a la Casa Blanca», explicó.
Para Taiana, Trump está intentando «patear un consenso en el funcionamiento del BID y lo está pateando como quién patea un hormiguero sin darse cuenta». En ese sentido, consideró que solo puede entenderse como «un acto de fuerza» de un Gobierno al que «le importa poco la relación» con los países latinoamericanos.