CONEP y un salario entre “el gusto y la voluntad”
Por Luis Córdova
En el vasto refranero dominicano, cuando costaba mucho motivar a alguien para realizar o concluir alguna tarea, en pasadas generaciones se escuchaba exclamar “¡Hay que comprarle el gusto y la voluntad!” Fuese perentorio o baladí, la inercia se imponía.
Los discursos: se dispara la inflación, se elevan los precios de comida y medicinas, no aparece los pollos a los precios oficiales…
El otro discurso: se reactiva la economía, se recuperan los empleos anteriores a la pandemia…
El discurso: en un acto ¿estratégico? Como en un soliloquio el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), aparece con una “sugerencia” de que voluntariamente y tomando en cuenta los niveles de inflación… ver si se puede aumentar el sueldo en el porcentaje que entiendan.
Y lo saludan las asociaciones de empleados, porque hace rato dejaron de lado el verdadero sindicalismo.
¿Sugieren algún porciento? La respuesta se pierde en la espontaneidad de las redes sociales.
¿Cuántos honorables miembros del CONEP predicaran con el ejemplo y aumentaran dignamente el salario de sus colaboradores, como ahora les llaman a los trabajadores?
Para el único que el anuncio ha sido oportuno es para el mismo CONEP: se adelantó al reclamo de un aumento de un 25 % que se estaba planteando para enfrentar la crisis.
Como siempre, lo del salario seguirá a merced de aquellos a los que hay que comprarle el gusto y la voluntad.