Cuidado con la meta de crecimiento económico
Por Nicolás Jiménez
En febrero pasado, el Banco Central de la República Dominicana proyectó que el país tendrá un crecimiento económico de 4.8 %. La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) la proyectaron entre 4.5 % y 5 % y otros analistas hablan de ritmo cercano al 5 %.
El comportamiento inicial de enero y luego confirmando los resultados de febrero, es necesario apurar el paso para alcanzar dichas proyecciones. En ese sentido, llamamos la atención sobre los resultados del comportamiento del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), en los dos primeros meses del 2025, comparado con el mismo período de 2024. En el año en curso, el promedio de crecimiento económico fue de 1.5 % con tendencia en picada, en tanto que en los dos primeros meses del año anterior fue de 6.1 %, con tendencia creciente.
Sectorialmente, el principal responsable correspondió al sector Construcción, que decreció en 7.7 % frente a un crecimiento de 8.3 % en los primeros dos meses del 2024. El sector explotación de minas y canteras decreció en 6.5 %, empero en el 2024 el decrecimiento fue mayor, en 15.9 %.
A lo anterior se le suma el debilitamiento de la fuerza de crecimiento de sectores como la industria local y los servicios. Dentro de los servicios se destacan peores desempeños en energía, comercio, bares y restaurantes, transporte, almacenamientos y otros.
En ese contexto, aunque el medio circulante en sentido estricto disminuyó en febrero con relación a enero del 2025, al compararlo con los dos primeros meses de 2024, este creció en 7 % y 4 %, respectivamente. Los datos muestran, sin embargo, que la política monetaria está teniendo un menor efecto expansión que el mismo período de 2025.
La tendencia en picada de los dos primeros meses del año se da en un contexto de inflación dentro de la meta, ya que fue de 3.56 %. Sin embargo, la inflación subyacente es superior, constituyéndose en un desafío importante para las autoridades monetarias, a fin de mitigar el riesgo de perder el control de la inflación.
Si el Banco Central no logra mantener la tasa de inflación en la meta, se vería obligado a incrementar la tasa de interés o a aplicar políticas que conduzcan a la contracción del ritmo a que crecen los precios, incluyendo un menor ritmo de crecimiento del medio circulante.
En los primeros dos meses del año, el peso dominicano se estaba devaluando, aunque en la actualidad sigue un comportamiento diferente. Además, el Banco Central mantiene buenos niveles de reservas netas internacionales, creciendo en febrero, comparado con enero.
Las reservas netas a febrero se expandieron en un 5 %, con respeto al mismo mes del año anterior y en marzo su expansión fue de 7 %, por lo que se dispone de niveles suficientes para revertir cualquier proceso de reinicio de la pérdida de precio de la moneda nacional.
Afortunadamente, las remesas crecieron en enero del 2025 en un 7 %, de enero a enero y, además, se registró una mayor entrada de pasajeros no residentes vía aérea, con un crecimiento de 12 %, dentro de los cuales los visitantes extranjeros no residentes crecieron en 15 %. La deuda pública sigue creciendo en términos absolutos, debido al incremento de la deuda externa, por un monto superior a los US$3 mil millones.
Las mayores tasas de inflación corresponden a los sectores Salud, bienes y servicios diversos, recreación, bares y restaurantes, así como cultura y los servicios de transporte.
En el campo presupuestario, los ingresos, conforme lo establece la Dirección General de Presupuesto, en su publicación mensual, los ingresos corrientes apenas crecieron en 0.9 %, debido a menores ingresos por ventas de bienes y servicios, el cual es una señala del debilitamiento de la demanda agregada, menores entradas por impuestos a los ingresos salarios y ganancias de capital. El gasto público decreció en 8 %, asociado con menores transferencias corrientes, gastos de consumo, prestaciones de seguridad social y activos no productivos.