El asesinato de la transparencia
Por: Rafael Paz
El Código Penal de la República Dominicana define el asesinato como “el homicidio cometido con premeditación y acechanza”.
Y es precisamente eso lo que, al
mejor estilo “chacumbelezco, ha ejecutado el gobierno en el caso Aerodom respecto a su principal bandera política: la transparencia.
En lenguaje deportivo podríamos decir que el gobierno se ha propinado un autogol, y en lenguaje religioso el gobierno vendió su primogenitura por un plato de lentejas, en este caso de 745 millones de dólares .
El gobierno está contra la pared con el caso de Aerodom. La transparencia que tanto ha pregonado Luis, fue sustituida por la opacidad de la extensión de un contrato por 30 años que ha sorprendido al país.
El pueblo hoy se pregunta ¿Por qué pasar una decisión tan importante por debajo de la mesa? ¿Por qué no recurrir a la figura de la licitación pública internacional?¿Por qué ni siquiera se anunció la conformación de la comisión que iba a supervisar la renegociación?¿Por qué no se planteó ante la asamblea nacional como ocurrió con otros contratos?
Creo que la honorabilidad de los comisionados, pero la sociedad de hoy requiere que los mecanismos para
tomar este tipo de decisiones sean más transparentes para con la generalidad. Hasta una comisión de notables hoy genera suspicacia si trabaja en secreto.
¿Que le costaba al gobierno avisar a los dominicanos que un proceso como este estaba en curso?¿Por qué no se informó al Congreso?
Aquí ocurre una de dos cosas (ambas igual de peligrosas): 1) El Presidente sobreestima la confianza del pueblo en sus ejecutorias al punto de tener fe ciega en sus palabras y supuestas buenas intenciones; o 2) El gobierno y el Presidente han ejecutado el mayor abuso de poder de esta gestión.
El asunto se complica cuando se analiza el discurso mediante el cual el Presidente dió la noticia al país. Porque quiso generar un contraste con un proceso de licitación pública mucho más transparente y participativo que la renegociación y que se dió en el contexto de mayor equilibrio de poderes que ha existido en el país en la historia democrática: el periodo 96-2000.
El problema es que quienes elaboraron el discurso falsearon el pasado y los resultados del contrato anterior. Esto ha generado más preguntas:
¿Quién renueva un contrato con un socio malo? ¿Es masoquista el gobierno de Luis o miente por razones politiqueras? ¿Adelantó el gobierno la negociación y le regaló 30 años de concesión a Aerodom a cambio de un adelanto de 745 millones de dólares para la reelección?
Lo que si queda claro es que el gobierno le debe muchas explicaciones al país, y que a partir de Aerodom el PRM tendrá que excluir de su retórica de campaña la transparencia como bandera, porque si la usa le explotará el argumento en la cara y será peor.
Mauricio Devengoechea tendrá mucho trabajo de aquí en adelante reescribiendo el guión.
Un saludito a Chacumbele!