«El daño ya está hecho y hay pérdidas irrecuperables»: Ecuador alista el fin de los apagones

Sergio Pintado
Se prevé que los apagones masivos en Ecuador terminen el 20 de diciembre, producto del regreso de las lluvias y la importación de energía. Sin embargo, el analista Pablo Iturralde advirtió sobre los problemas de adelantar el fin de la crisis por motivos electorales y aseguró que hubo un impacto económico «irreversible y similar al de la pandemia».
Luego de más de dos meses con apagones programados, que en algunos casos llegaron a las 12 horas diarias, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció que el suministro de energía se normalizará y ya no habrá cortes masivos luego del 20 de diciembre. El mandatario atribuyó la mejora al regreso de las lluvias y al combate a la corrupción en el sector energético durante la gestión de su antecesor, Guillermo Lasso (2021-2023).
Sin embargo, los ecuatorianos parecen mantenerse aún escépticos con respecto a que el país no vuelva a vivir apagones masivos en los próximos meses. En diálogo con Sputnik, el analista político y económico Pablo Iturralde recordó que Noboa «ya había anunciado la suspensión de apagones y no se cumplió«, por lo que la nueva comunicación todavía «genera incertidumbre».

El analista explicó además que el país aún no se recuperó totalmente, ya que si bien hubo un incremento de las precipitaciones, «la falta de mantenimiento de las hidroeléctricas hace que no se pueda aprovechar al 100% la energía que se produce a partir de las lluvias actuales».
En ese sentido, indicó que la mejora más importante se ha dado por el regreso de las importaciones de energía desde Colombia y la generación de energía termoeléctrica de las barcazas contratadas por el Gobierno ecuatoriano. Sin embargo, ambas soluciones mantienen un «precio muy elevado» para el país, de acuerdo con el especialista.
Para Iturralde, una de las interrogantes mayores es si el Gobierno de Noboa ha adelantado el final de los cortes debido a la cercanía de las elecciones nacionales, previstas para febrero de 2025 y en las que Noboa busca obtener su reelección.

«Hay una alta posibilidad de que este anuncio del 20 de diciembre esté incentivado por la campaña electoral, lo que significaría que están haciendo un adelanto del consumo de energía en lugar de racionalizarlo. Eso sería muy grave para el país y si es así, tendremos apagones prolongados nuevamente en enero o febrero», advirtió.

El experto remarcó que los apagones que se sostienen desde septiembre «definitivamente afectaron la popularidad del presidente«, particularmente porque, de acuerdo al analista, el mandatario «ha demostrado un manejo no adecuado de la crisis».

Un impacto similar al de la pandemia

Aunque el país sudamericano logre eliminar efectivamente los apagones a partir del 20 de diciembre, los efectos económicos de los apagones masivos pueden ser enormes y, según Iturralde, en muchos casos irreversibles.
«El daño ya está hecho y hay pérdidas irrecuperables», alertó, recordando que tan solo la Cámara de Comercio de Quito estimó las pérdidas económicas en 7.500 millones de dólares. A eso habría que sumarle, apuntó el analista, la situación de la mediana y pequeña industria, que no está contabilizada en esa estimación.
«El Banco Central había estimado que este año Ecuador iba a crecer un 1% y luego tuvo que ajustarlo al 0,9% pero esto es irreal. Van a tener que ajustar la previsión nuevamente y seguramente el país cierre el año 2024 con un crecimiento negativo», aventuró el analista económico.
Iturralde explicó que uno de los efectos más rápidos se ve en el desempleo, ya que «el primer ajuste que ha realizado el mercado es la expulsión de trabajadores». Para empeorar las cosas, muchas de estas empresas despidieron a su personal ajustándose a la figura de «quiebra», lo que les permite dejar sin efecto los contratos laborales sin hacerse cargo de los derechos de los empleados despedidos.

Así, Ecuador atraviesa un proceso de crecimiento de la economía informal y de los «circuitos ilegales de la economía». En algunas provincias, precisó Iturralde, ya se ven tasas de desempleo de 9% cuando la media nacional oscila entre el 3% y el 4%. De acuerdo al experto, en algunos casos este impacto económico puede asemejarse al de la pandemia de COVID-19.
«Creo que se puede comparar con la pandemia porque en los primeros dos meses de apagones las pérdidas han sido muy similares. Por supuesto que la pandemia se prolongó durante más tiempo y esperamos que el país pueda recuperarse pronto para evitar un decrecimiento económico como el de la pandemia», sostuvo.
Iturralde mencionó también otros efectos que pueden no verse inmediatamente, pero sí a mediano plazo, como «la pérdida de competitividad» de los sectores productivosecuatorianos. El fenómeno podría afectar especialmente al sector agrícola ecuatoriano, especialmente por desmejoras en la calidad de los productos o problemas de los productores para cumplir con sus entregas tanto en el mercado interno como en el exterior.
El analista lamentó además que muchos de estos impactos aún no estén debidamente cuantificados por el Gobierno. «No hay cifras oficiales porque evidentemente alarmarían y el Gobierno está en campaña electoral», cuestionó.
SPUTNIK

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.